De las Emociones Tóxicas a las Emociones Sanas (I).
¿Miedo o Atención aquí-ahora?
Seguramente todos hemos experimentado en mayor o menor medida miedo en algún momento de nuestras vidas. Quizá como una preocupación de fondo que está presente a cada instante durante días, semanas y meses o incluso años o quizá como un sobresalto repentino que nos llena de un sudor frío, palpitaciones y temblores. En ambos casos, aunque los síntomas difieren, el resultado bien sea agudo o crónico es el mismo: pérdida de energía vital, incapacidad para atender necesidades esenciales, percepción errónea de la realidad o toma de decisiones equivocadas.
SÍNTOMAS DEL MIEDO Y ANATOMÍA SUTIL
La emoción que nos atenaza el estómago (el Centro Emocional Inferior) va acompañada de algunos síntomas en otras partes de nuestra anatomía física y sutil. Estos síntomas se pueden desarrollar tanto en una crisis de ansiedad o de pánico, de forma abrupta e instantánea, o bien a lo largo del tiempo, de forma menos intensa pero más constante.
Una descripción sencilla de estas manifestaciones del miedo pueden ser:
Físicos.- Asfixia; sudor frío; palpitaciones o taquicardia; temblores, parálisis o bien huida irracional; visión borrosa; dolor extremo en alguna parte del cuerpo, cuando este dolor se centra en la zona del corazón o del brazo izquierdo rápidamente nos hace pensar en un ataque cardiaco; náuseas. Otros síntomas que habitualmente nos pasan desapercibidos o achacamos a causas indeterminadas: cansancio generalizado; insomnio o dificultad en conciliar el sueño; falta de apetito o necesidad extrema de ingerir algún tipo de alimento. En estos síntomas está implicado el Centro Instintivo de nuestra anatomía sutil, el que se encarga de mantener nuestras facultades vitales tales como el metabolismo, la respiración, la digestión, etc.
Como consecuencia del miedo tomamos una serie de decisiones vitales acerca de nuestras actividades cotidianas: qué hacer, dónde y cómo vivir, qué lugares visitar, etc, y a cerca de nuestras relaciones que incluye familia, amistades, trabajo, pareja. En estos síntomas encontramos implicado también el Centro Motor, que regula todas las actividades voluntarias aprendidas y por tanto nuestras acciones.
Mentales.– Son síntomas que se desarrollan en el Centro Mental Inferior, situado en la zona del cerebro. Nuestros pensamientos son ocupados por las proyecciones del peligro: el mecanismo mental de la fantasía se pone en funcionamiento de forma casi inmediata y no es posible realizar una evaluación objetiva de la situación.
Imágenes catastróficas y hasta guiones completos, con todos los personajes, acerca de lo que puede estar pasando o va a suceder son proyectadas en nuestra pantalla mental lo cual amplifica el circuito del Miedo. Estas secuencias pueden ser nuevas o bien pueden estar basadas en experiencias pasadas, en noticias recibidas, y hasta en películas de cine o canciones que han impactado en nuestra psique, la mayoría de las veces de forma casi inconsciente.
Energéticos.- A una fase de desbordamiento de energía le sigue otra de total debilidad, cansancio y hasta depresión. Indefensión, bloqueo y confusión son síntomas que hablan de una enorme cantidad de energía que ha escapado hacia el exterior y por tanto ya no se dispone de ella para las actividades vitales ya sean físicas, mentales o creativas.
5 PASOS PARA LA ELIMINACIÓN DEL MIEDO
Una vez que hemos descubierto el Miedo en nuestro interior y reconocemos cómo afecta a nuestras vidas, es el momento de hacernos la gran pregunta: ¿Quiero continuar así?. La respuesta requiere una buena dosis de honestidad con nosotros mismos. Podríamos descubrir que estamos cómodos con las “ventajas aparentes” que nos proporciona vivir con temor.
Pero si nos decidimos verdaderamente a eliminar esta dolorosa emoción de nuestra psique, hay algunas estrategias que podemos desarrollar.
La intervención transpersonal o, vale decir, psico-espiritual, desde la perspectiva de Pneuma System parte de una concepción del ser humano completo, tomando en cuenta su cuerpo y sus circunstancias vitales actuales, tanto personales como sociales, pero también una constitución interna más sutil que comprende: alma (acción-palabra-voluntad-emoción-mente) y espíritu (Conciencia-Intuición-Conexión) y contemplando una visión más amplia de la Vida como secuencia de existencias reguladas por las Leyes Universales y por una Sabiduría Superior que es a la vez trascendente e inmanente. Desde esta perspectiva: ¿Qué podemos hacer con el miedo?.
Estas estrategias en el día a día, en lo cotidiano, te aseguran estar realizando un trabajo profundo y consciente sobre ti mismo. Ten en cuenta que el miedo no va a desaparecer por sí solo, ignorándolo o reprimiéndolo; una transformación real requiere un compromiso y esfuerzo real por tu parte. Nadie puede hacerlo por ti.
1.- Análisis del Miedo:
¿Cuáles son tus temores?
¿Cómo afectan tu vida?
¿Cómo alimentas tu miedo?
¿Qué beneficios te aporta?
Dedica tiempo a conocer tus miedos, es decir, tu Miedo. Este es un proceso que se irá desarrollando paso a paso. Necesitas observarte, conocer y comprender para poder desechar realmente esta emoción tóxica. Si no analizas y comprendes, lo que el Miedo hará será pasar de un nivel de tu psique a otro, esconderse y justificarse. Pasará del consciente, al preconsciente y al inconsciente y permanecerá allí, dispuesto a saltar a escena en cuanto se dé el momento oportuno
2.- Voluntad: Paciencia, firmeza, resistencia. Conocer tu miedo, descubrir sus raíces en tu psique, no es cosa de un día; llevas mucho tiempo permitiéndolo. Te has acostumbrado a vivir con él y el sistema lo apoya y lo nutre. No existen “curas milagrosas” ni catarsis que te liberen de él. Existe tu propósito, tu empeño y la ayuda de tu Ser. Sigue adelante, y paso a paso llegarás a niveles más profundos de comprensión y conocimiento.
3.- Abandono del Apego: El miedo a la pérdida, y la muerte como última pérdida, es quizá una de las causas más generales de los miedos de los seres humanos. Revisa tus apegos, revisa tus resistencias a abandonar lo que, por definición, es pasajero y cambiante y sitúa tu centro en lo que permanece inmutable: tu Ser.
4.- Coraje y valor en el corazón: Cualidades, virtudes, que se irán desarrollando en la medida que puedes disolver el miedo en tu interior. Analiza también: ¿En qué situaciones has mostrado valor y coraje? ¿Con qué personas? ¿En qué momentos de tu vida? ¿Durante cuanto tiempo? ¿Cómo lo sentías en tu cuerpo y en tu mente? ¿Cómo describirías esa sensación? Así aprenderás a conocer tu Verdadera Naturaleza.
5.- Arquetipos en tu psique: Una de las mayores aportaciones de la Psicología Pneuma es recoger y actualizar el trabajo interno con los arquetipos universales. Estos Arquetipos se activan a través de la comprensión, la voluntad. Pero hemos de considerar los Arquetipos como partes de nuestro Ser con un inmenso potencial latente en nuestra psique, como un impulso inherente en nuestra naturaleza hacia la sanación y el bien. La experiencia transpersonal-espiritual enfocada en la transformación profunda y permanente es un gran impulso en este sentido y te va a dar la oportunidad de experimentar a qué me refiero cuando utilizo la palabra “Arquetipo” en este contexto.
Y MÁS ALLÁ DEL MIEDO… OBJETIVO: PLENITUD.
Afrontar el miedo, conocerlo, darte cuenta de que no lo necesitas y decidirte a eliminarlo, va a ser un viaje de autoconocimiento profundo y apasionante, donde llegarás a territorios de tu psique que nunca pudiste imaginar que existían.
El objetivo es claro: recuperar tu energía para enfocarte en el propósito de este viaje que llamamos vida: la auto-realización, o, en otras palabras, llegar a la Plenitud de tu Ser. Vas a emprender el Viaje del Héroe que se decide a acabar definitivamente con la fiera que mantiene cautiva una parte de su alma y el resultado, sin duda, va a ser el gozo supremo. A la salida del laberinto te espera tu Verdadera Naturaleza Esencial.
Maite Pardo Sol
Pneuma System y Respiración Pneuma:
Psicoterapia transpersonal y Desarrollo Humano.
Análisis de Sueños.
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