Durante el viaje de la gestación, la mujer entra en un estado de meditación que llega a una profundidad extrema en el postparto. Mujeres y hombres preparándose para ser padres, focalizando el momento del parto, ese proceso tan especial y único que se queda grabado en nuestras retinas, cuerpos y corazones para siempre… Pero… ¿qué pasa cuándo el bebé ya ha llegado?
Comienza entonces el viaje del postparto… Un viaje para el que habitualmente no nos preparamos, pero que trae mucho aprendizaje. Comienza la integración, la readaptación, el día a día con un nuevo ser que se funde como parte de la rutina diaria familiar.
Si el proceso se hace de forma consciente, la integración se convierte en un regalo. Si, por el contrario, no somos conscientes de lo que implica esa reestructuración, podemos caer en estados de estrés y alteración que repercutirán de forma directa en la estabilidad diaria y emocional del núcleo familiar.
La mujer después de dar a luz a su hijo se encuentra absolutamente conectada. Comienza a profundizar en un estado de meditación donde su instinto se hace mucho más presente. Acompañar la vida que acaba de gestar y parir y nutrirla son ahora las prioridades más animales e instintivas que se le presentan.
El cocktail hormonal que se ha dado en el parto, deja paso a otro más continuado en el tiempo… Oxitocina, prolactina, endorfinas, son algunas de las hormonas presentes en el postparto… Todas ellas tienen una función específica para la supervivencia del nuevo ser. El Amor, el contacto físico, se convierten en una forma de nutrición necesaria y fundamental para su desarrollo óptimo. El Amor como base del desarrollo, como nutrición emocional para el crecimiento del bebé. El mundo del nuevo miembro de la familia ha cambiado. Aquel universo en el que estaba totalmente protegido como en una cuevita, nadando en agua tibia, nutriéndose del alimento, el calor, la voz y el estar de su madre en su vientre, ha dejado paso a un nuevo universo. Un nuevo mundo se abre ante él, donde tiene que conquistar sonidos, sensaciones, olores que nunca antes había percibido. Su percepción permanece alerta en los primeros momentos para integrar ese nuevo mundo a su alrededor.
Un viaje de cambios, de existencia, de pura vida…
ACOMPAÑANDO EL POSTPARTO
Todos los que por motivos laborales o personales estamos en contacto con mujeres y familias en postparto, debemos tener en cuenta varios puntos para realizar un acompañamiento integral y fructífero:
- El acompañamiento en postparto debe estar acompañado del respeto. Respeto a los tiempos de la díada, respeto al estado natural instintivo del momento… Siendo conscientes de que la mujer se encuentra con un cocktail de hormonas danzando en su interior y en un viaje de enamoramiento profundo hacia su bebé; el silencio es uno de los grandes aliados. Dirigirse a ella a través de la mirada, tocándola suavemente, danzando en su viaje de meditación, acompañando en sus momentos y necesidades…
- Escucharla, mimarla desde el corazón, con dulzura… La escucha consciente nos permite conectarnos con ella y su bebé, empatizar y entender el proceso vital en el que se encuentra.
- Los padres y parejas necesitan un espacio también para adaptarse al nuevo momento. Encontrar momentos para reubicarse, aportar su apoyo y proteger el nido que se ha generado pueden ser puntos a tener en cuenta para que también se sientan acogidos en el proceso.
- Aportar ayuda en la logística diaria es un alivio para la mujer recién parida. Que no tenga que ocuparse de fregar o limpiar, cocinar o cualquier labor que la saque del contacto directo con su bebé, es un regalo que podemos hacerle a ambos.
- Doulas, matronas, madres, hermanas, padres, compañeros, acompañantes de todo tipo podemos apoyar, proteger y caminar de su mano para que esos momentos de postparto sean inolvidables e integrados.
¿CÓMO NAVEGAR HACIA UN POSTPARTO INTEGRADO Y FRUCTÍFERO?
Habitualmente, los preparatorios para después del nacimiento se basan en las típicas compras de carritos, biberones, cunitas, bañeras y múltiples accesorios para el bebé. Sin embargo, esta preparación rara vez considera el espacio para la preparación mental, emocional y espiritual. Y si verdaderamente el postparto es un momento de vital importancia, también es esencial prepararnos a todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritual. Cubrir las necesidades en todos los planos ayudará a que la mujer permanezca en un estado de conciencia óptimo para el momento, alineada con el proceso.
¿Qué elementos puedes considerar durante el postparto?
La Cueva: Protege tu Cueva, tu Espacio Sagrado, tu Útero, tu Integridad. Cuida tu espacio vital tras dar a luz. La pareja es la persona más adecuada para mantener protegido el nido, de tal forma que mamá pueda despreocuparse de todo lo que sea ajeno a estar con su bebé, para poder dedicarse a nutrirle y cobijarle, algo que, como ya hemos dicho anteriormente, forma parte del instinto vital de la mujer.
Las visitas durante el postparto deben ser cortas y limitadas
El ruido altera el estado de meditación profunda y conexión en la que se encuentra la díada. Cocinar, limpiar, planchar y otras labores domésticas, también deberían ser cubiertas por alguien que no sea la mamá, como decíamos anteriormente. Convierte tu cueva en ese Espacio Sagrado donde puedas estar tranquila, a gusto y en estado profundo de meditación, en conexión vital con tu bebé y tu familia, porque tu bebé y tú sois Sagrados, la maternidad es Sagrada.
La nutrición: cuida cómo te nutres, en todos los sentidos.
- Físico: Prepara todo para que físicamente puedas alimentarte de forma equilibrada y acorde a tus nuevas necesidades. Las mujeres lactantes normalmente necesitan más alimento que cuando estaban embarazadas. Puedes congelar comida y separarla por raciones antes del parto. Esto te permitirá estar nutrida físicamente y además no tener que cocinar. Cuida de tu piel, nútrela con aceites y productos de primera calidad, que no tengan ningún tipo de elemento que interfiera en el proceso fisiológico de tu cuerpo. No utilices perfumes, pueden distorsionar el olfato de tu bebé que desea reconocerte y sentirte también a través de ese sentido.
- Mental: Elimina de tu dieta mental cualquier pensamiento tóxico, todo lo que te aleje de tu estado de meditación profundo no te interesa tenerlo presente. Haz un análisis mental previo al parto y resuelve todo lo que tengas pendiente, te ayudará a no estar distrayéndote en otros temas que no tengan que ver con tu momento.
- Emocional: Durante el postparto, tus emociones estarán a flor de piel. El instinto hará que te enamores profundamente de tu bebé y el cocktail hormonal provocará sensaciones profundas y una sensibilidad superior a la que tenías. Cuenta con que estos cambios emocionales son una parte integral del proceso y permítete sentir y emocionarte. Fluye con tus emociones, baila la danza de la vida con el agua pura de la vida.
- Espiritual: Mantén tu espacio de meditación diario. Puedes meditar paseando con tu bebé, dándole el pecho, leyendo, cantando, o simplemente estando. Tu espíritu está conectado a la fuente en estos momentos y alimentarlo te brindará seguridad, estabilidad, alineación y bienestar.
- Piel con piel: El contacto piel con piel forma parte de la nutrición para la madre y el bebé. La piel estimula el sistema nervioso primitivo, que alimenta la intuición. El olor a través de esta práctica ayudará a la mamá a mantener su instinto mamífero activo y reforzar el vínculo de la díada.
- El descanso: Descansar es clave para el bienestar en esta etapa. Tu trabajo en estos momentos implica un gran esfuerzo energético: cuidar, nutrir, acompañar y proteger a tu bebé, requiere desgaste a todos los niveles. La mujer en postparto debe estar descansada en todo momento, para que su instinto e intuición permanezcan intactos durante la nutrición y conexión vital.
Mi experiencia como profesional en este campo me ha llevado a presenciar postpartos de todo tipo. Que la mujer permanezca en ese estado de meditación profundo dependerá de muchos de los puntos anteriormente señalados. Como madre de mellizos, también he vivido situaciones complejas en el postparto. Fueron momentos místicos profundos, difíciles a veces, y muy diferentes de lo que había proyectado. Casos como el mío me los he encontrado muchas veces, y por eso hago hincapié en la importancia del postparto con las parejas.
Acompañar a las familias durante ese proceso con la conciencia de lo que sucede es un regalo para ellos. Sin embargo, también es crucial informar y acompañarles durante la gestación para que sean conscientes del proceso que les espera tras el parto.
Me siento en profundo agradecimiento a todas las experiencias vividas, los regalos que me han brindado desde mi maternidad y aquellas cientos de mujeres que han compartido momentos irrepetibles conmigo. Gracias madres, padres, hermanos y hermanas, por traernos tanta sabiduría.
Comienza el viaje del postparto en vuestras vidas… ¿estáis preparados?
Tuty García Morodo
Directora de Khardaia, Centro de Salud y Vida. Periodista, Doula, Coach Transpersonal