El Impacto de Nuestra Llegada al Mundo: Comprendiendo Gestación y Nacimiento

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La forma en la que somos recibidos en nuestra llegada al mundo deja en nosotros una huella profunda. Desde antes de ser fecundados, se crean las bases del mapa sobre el que desarrollaremos nuestra personalidad y se forjan las creencias más arraigadas en nuestra psique. Mientras no las hagamos conscientes y las desactivemos, llevarán las riendas de nuestra vida, haciéndonos repetir una y otra vez las mismas situaciones.

Tenemos la oportunidad de tomar el poder, renacer libres y ser quienes realmente somos. ¡Empezar por el principio es el mejor camino!

Cuando en consulta o en los cursos pregunto a alguien qué sabe de su gestación y nacimiento y responde “fue todo normal”, me echo a temblar…

¿Qué es normal y qué es habitual?

Casi siempre, lo normal, lo orgánico, lo natural, lo que el sentido común nos dice, es lo contrario de lo que sucede. No se trata solo de lo que es habitual, lo que sucede en la mayoría de los casos. Solemos creer que sabemos mucho de nosotros, de nuestra historia, pero ¿puedes responder a estas preguntas?:

  • ¿Fuiste concebido o solo fecundado?
  • ¿Qué sentían tus padres cuando hacían el amor para traerte al mundo?
  • ¿Se dieron cuenta del momento de tu fecundación?
  • ¿Cómo y cuándo se enteraron del embarazo?
  • ¿Cómo lo recibieron?

Si has podido contestar estas preguntas, ¡enhorabuena! Tienes más información que la mayor parte de la gente. Pero, ¿estás seguro/a de que esa es la verdad? Tal vez lo que te han contado y la impresión que tú tienes no coinciden. Si no tienes respuesta a la mayor parte de estas preguntas, ya tienes por dónde empezar. Hacemos tantas cosas con la intención de conocernos a nosotros mismos y olvidamos cómo llegamos al mundo.

La Diferencia Entre Concepción y Fecundación

Hay dos cosas de nuestra llegada al mundo de las que tenemos certeza que han sucedido: fuimos fecundados y hemos nacido. Todos hemos sido fecundados; un óvulo y un espermatozoide se fundieron para crear nuestra primera célula. Pero no todos hemos sido concebidos. Existimos desde el momento en que nuestros padres, o al menos uno de ellos, nos piensan, nos sueñan o desean.

En ese instante, existimos en el plano mental, como una idea. Si tus padres tuvieron problemas de fertilidad y pasó mucho tiempo entre que te desearon y te fecundaron, esto puede reflejarse en cómo materializas tus proyectos. Si tardas en concretar, cambias de idea o enfrentas miedos, ya tienes una idea de lo que ocurrió desde la concepción hasta la fecundación.

¿Cómo se sintieron con la noticia del embarazo? ¿Cuál era la relación entre ellos? Si hubo abortos anteriores o si murió algún hijo anterior, si ese duelo no se realizó del todo, es posible que sientas que no hay un lugar para ti en el mundo, que nunca eres lo que los demás esperan.

La Comunicación Desde el Vientre Materno

¿Sientes que el entorno no te escucha, que no te prestan atención cuando necesitas expresar algo? Tal vez, cuando en el vientre materno intentaste comunicarte por primera vez, no hubo respuesta. Así, podemos desgranar nuestra existencia, cambiarla y vivir plenos.

Uno de los momentos más cruciales es el nacimiento. ¡Nuestro primer gran cambio!

Cuando pasamos de la seguridad, el calor, el sonido amortiguado, la luz tenue, al mundo exterior, a menudo el bebé se encuentra con un ambiente abrumador: luces intensas, frío, sonidos ensordecedores… Si nuestra llegada es recibida como una agresión a nuestros sentidos, ¿cómo vamos a vivir en paz y confianza? Aun así, recordemos que lo que ocurrió fue parte de nuestro desarrollo. Ahora, como adultos, podemos tomar las riendas y decidir cómo deseamos vivir.

Reimaginando el Nacimiento

No se trata de buscar un mundo ideal en el que todo sea perfecto. Se trata de mirar las cosas de frente, reconocerlas y cambiar lo que no nos gusta. Vivir con autenticidad es esencial en este proceso. Cada vez más familias deciden gestar y dar a luz con otra conciencia. Hay un creciente interés en el acompañamiento durante la maternidad, lo que demuestra el deseo de un enfoque más consciente y amoroso en el nacimiento.

Las mujeres demandan parir con su pareja, en la postura que su cuerpo les pida, utilizando recursos para hacer suyo ese mágico momento, así como decidir cómo quieren criar.

Desde mi perspectiva, la Doula no solo es la profesión del futuro, sino la del presente. Necesitamos personas dispuestas a acompañar en el embarazo, el parto y el postparto. Personas formadas, coherentes y con ganas de ayudar, que posean las herramientas para gestionar lo que implica la llegada de un bebé, permitiendo un tránsito más suave tanto para el recién nacido como para su familia.

Queremos que este mundo sea un lugar mejor, y para ello debemos dar pasos certeros para favorecer el cambio… ¡y la gestación y el nacimiento son el principio!

Hagamos que estos seres que deciden venir a realizar el gran cambio, vengan ligeros de carga. Formemos parte activa en la creación de un mundo donde podamos ir a por nuestros sueños.

¡El momento es Ahora!

Sonia Alonso Vigo (Sedna).

Renacedora, Doula, especialista en vida intrauterina.

Directora Formación Doulas Nacer y Renacer.

Espacio Atlantis Nacer y Renacer.

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