La energía del corazón se expande plenamente cuando sentimos amor. Ese sentimiento de unidad, de unión, ese desear genuinamente lo mejor, se acompaña siempre de contento, de gozo y florece en nuestros labios y en todo nuestro entorno. Es esa la alegría del corazón.

Según las milenarias y aún vigentes descripciones de la medicina china, existe un canal por donde fluye esa energía: el canal o meridiano del corazón. De su calidad depende la chispa que tenemos en la vida, que nos hace disfrutar y apreciar lo bello en todos y en todo, nos brinda capacidad para relacionarnos con otros desde lo mejor de nosotros y de enfrentarnos a nuevas situaciones y hace de puente para nuestra relación con lo trascendente.

La fluidez de la corriente a través delos canales o meridianos, puede modularse a través de puntos críticos en donde se hace más superficial y accesible, y que son llamados puntos acupunturales. Cada uno de ellos nos permite trabajar una cualidad o matiz de esa energía en interrelación con los demás órganos y cualidades.

El primero de los puntos a través del cual podemos tener contacto con el canal del corazón, es JIQUAN, una de sus traducciones al castellano es “fuente suprema”, o “fuente del más alto grado”, comienza la transmisión de la energía dotándonos de fuerza de vida. Desde allí fluye como un río y sigue avanzando hasta permitirnos contactar con el segundo punto llamado QINGLING “espíritu puro” en algunas traducciones.

Continúa su recorrido y nos sitúa en el tercer punto llamado SHAOHAI “alegría de vivir” o “solicitud temperante”, cuando la energía del corazón se desconecta del propósito celeste, el sentido de la vida que nos da la fuerza para enfrentar un nuevo día y aún el segundo siguiente se va agotando y aparece la tristeza que puede avanzar hasta la depresión. En situaciones como el autismo, permanecemos aislados de los otros, carecemos del calor de la relación. Contactar con este punto o el punto cuatro, LINGDAO que representa la “Ruta del Espíritu” o “vía sagrada” es clamar por experimentar esa dicha de estar aquí entre los otros, con los otros.

Cuando el miedo extremo se apodera de nosotros repetidamente en situaciones en las que no está peligrando nuestra vida, ha aparecido la fobia que nos aísla, nos aparta, nos separa. Ahí, en esos momentos la “ruta del espíritu” nos ilumina de nuevo el camino al sentimiento de unidad, de paz, de confianza del corazón.

Cuando contactamos con el corazón, reflejamos al exterior lo mejor de nosotros, proyectamos a través de nuestra expresión, de nuestra palabra la riqueza de nuestro ser. Por esto el punto cinco, TONGLI “Comunicar la Talla del Jade” nos permite derrotar el miedo Escénico, que no es más que el fruto de la atención excesiva en el exterior cuando quien reclama la atención es el interior deseoso de salir y darse a los otros.

El corazón es presencia, de corazón se fluye en el presente, se aprecia y agradece el pasado lo cual aviva el contento. Cuando el sentir, se lleva al pasado y se hace presente reviviendo una y otra vez la tristeza, la melancolía inunda nuestra vida, el seis de corazón YINXI “La Piedra Sonora del Templo de Jade” nos regresa al latir en el presente.

Llegamos a un punto en que este rio nos lleva a la “puerta del espíritu” SHENMEN siete de corazón. El corazón “atesora la mente”. Calmar la mente inferior para que el ruido de la lógica y la razón nos permitan contactar con lo divino, lo espiritual y que en el ahora tranquilo lago de la mente se puedan aposentar la intuición y la creación, es ese el cometido de este gran portal. En SHAOFU, ocho de corazón, “La Alegría en Conformidad con el Cielo y en Concordancia con los Hombres de una Manera Dulce y Juiciosa”, o “Taller Menor”,nuestra relación con los otros, desde la guía del cielo y nuevamente a través del corazón se hace posible, cuando nos hemos olvidado de esa posibilidad, este punto nos la recuerda.

Este recorrido termina con el nueve de corazón SHAOCHONG “Comenzar la Transmisión», que nutre energéticamente la circulación adecuada de ese gran órgano, que se abre desde la tierra hacia el cielo para recibir lo mejor.

Uno de los secretos de la práctica del Tao Yin, el Chi Kung y de otras artes Marciales, es equilibrar el paso de energía a través de los canales permitiendo así, lo mejor de su expresión.

Conocer este fluir o estos ríos de energía, cómo se relacionan y equilibran entre si, es sumergirnos en una aventura fantástica de reconocimiento de la expresión de lo más sutil en lo más denso de nuestra anatomía.

María del Pilar Salazar
Medico y cirujano
Medicina Integrativa Asociación Española de Tao Yin
www.taoyinmadrid.com