Somos seres básicamente respirantes. Al nacer tuvimos la primera inhalación, como al morir tendremos la última exhalación. Las primeras semanas de nuestra vida éramos respiración, sin conceptos ni ideas, solo respiración.
La respiración forma un vínculo tan estrecho con la mente, que los yoguis desde antaño nos han dicho que la mente es el jinete y la respiración es el caballo. La respiración es un puente entre la energía individual y la cósmica, una bisagra entre el cuerpo y el aparato psíquico, un lazo entre el consciente y el inconsciente.
La Respiración como Herramienta de Autoconocimiento
Desde tiempos inmemoriales la respiración se ha considerado en las técnicas orientales de autorrealización una herramienta preciosa para favorecer el cuerpo, ordenar las energías y estabilizar la mente. La respiración se torna una valiosa aliada en pos de la unificación de la consciencia y el dominio sobre las emociones. Si por un lado la respiración es la primera fuente de energía, por otro es un medio para pacificar las emociones, integrar la psiquis y ensanchar el entendimiento. Cada vez que estamos atentos a la respiración, conectamos con la realidad inmediata, cultivamos la atención mental pura, nos centramos en nosotros mismos y prevenimos la agitación.
El Yoga: Experiencia Transformadora
Nada se ha dejado al azar y todas sus técnicas han sido experimentadas hasta la saciedad. A través de la indagación incansable sobre sí mismos, los yoguis descubrieron la estrecha interrelación que hay entre la mente y la respiración y viceversa. Se percataron de que a cada estado de ánimo corresponde una forma específica de respirar. No respiramos igual cuando estamos tensos o relajados, agitados o sosegados, concentrados o dispersos. Si tenemos ansiedad, la respiración se hace entrecortada o jadeante; si recibimos un susto, la respiración se inhibe unos instantes.
Cuando esto lo comprobaron los primeros yoguis, se dieron cuenta de que si todo estado mental o anímico provoca un tipo determinado de respiración, un específico modo de respirar también, a la inversa, crearía determinados estados de ánimo. Una respiración uniforme y sosegada seda el sistema nervioso, pacifica las emociones y previene contra la angustia y el estrés. En cualquier momento de nuestra vida en el que tendamos a agitarnos, podemos profundizar y ralentizar la respiración y así armonizarnos psicosomáticamente. El mejor medicamento está siempre con nosotros.
La Respiración en la Práctica del Yoga
En el yoga utilizamos la respiración tanto como técnica de purificación y control psicosomático como de objeto para el cultivo y adiestramiento de la atención mental y la canalización de las energías de la mente. En el hatha-yoga contamos con las técnicas de control respiratorio que llamamos pranayama y en el radja-yoga o yoga mental se utilizan numerosos ejercicios de meditación que se sirven de la respiración como objeto de concentración.
Mientras estaba preparando este reportaje, me llega un vídeo que me ha enviado mi buen amigo y fiel alumno Quique Fidalgo, el cual comparto con vosotros. La respiración es una senda hacia lo más medular de nosotros mismos. Toda persona, cualesquiera sea su edad, puede beneficiarse conectando conscientemente con la respiración.
He comenzado a escribir un libro para la editorial Kailas que se titulará “¡Respira!“. La respiración respira por nosotros, pero es una función que podemos hacer consciente y tener siempre como una buena amiga en la que confiar.
Ramiro Calle
Centro de Yoga Shadak