El cuerpo es el templo de nuestro Ser.
La cultura física, que se encarga del desarrollo del cuerpo, es tan importante como el desarrollo de la mente, la voluntad o la memoria. Todo ser humano es autor de su propia salud o enfermedad.
LA CULTURA FÍSICA
El desarrollo del cuerpo es primordial. Si no se conserva un cuerpo fuerte, saludable y activo, ningún tipo de cultura es posible. Las culturas de la mente, voluntad y memoria dependen de un cuerpo sano. Solicitar un baño diario y restregarlo con una toalla limpia ayuda a abrir los poros de la piel, que pueden estar obstruidos por el sudor y el sebo. Además, el cuidado de la piel es esencial para el bienestar general.
¿QUÉ EJERCICIO ELEGIR?
Existen numerosos tipos de actividad para mantener el equilibrio del cuerpo. Elige una actividad que se ajuste a tus necesidades, gustos, temperamento y capacidad.
CAMINAR
Para quien tenga una salud delicada, es recomendable realizar largas caminatas a paso ligero, tanto por la mañana como por la tarde. Un paseo lento no será beneficioso. Caminar dinámicamente y transpirar son claves para que sea un ejercicio efectivo. Puedes incluir pranayama (ejercicios de respiración) para hacer de la caminata una experiencia más completa. Por ejemplo, intenta inspirar durante seis pasos, retener el aliento otros seis y exhalar durante otros seis.
Preferiblemente, camina solo; esto permite que la caminata se convierta en un camino silencioso hacia tu interior, sintiendo y armonizando con la naturaleza. Los paseos matutinos, con la brisa fresca y la fragancia de las flores, son especialmente revitalizantes.
CORRER
Correr se presenta como un excelente ejercicio. Promueve el desarrollo de los pulmones, purifica la sangre y fortalece el cuerpo. Trata de correr al aire libre, ya sea en el campo o junto al mar, donde puedes inhalar ozono y oxígeno puro. Recitar «Om» mentalmente mientras corres puede espiritualizar el ejercicio. Permite que el sudor fluya naturalmente por tu cuerpo, ya que esto reafirma el contacto con tu ser auténtico.
OTROS EJERCICIOS
La natación es otro ejercicio altamente efectivo; alarga todos los músculos de la espalda y alivia el lumbago, y como en otros ejercicios, puedes practicar pranayama. Asimismo, el tenis ofrece un ejercicio suave y tonificante, ideal para desarrollar tobillos y dedos. Si aspiras a fortalecer tus brazos y pecho, considera la gimnasia y otras actividades como ciclismo, marchas o barras paralelas.
SURYA NAMASKAR (El saludo al sol)
La práctica diaria de Surya Namaskar es beneficiosa para todos. Este ejercicio combina asanas (posturas de yoga) y pranayama, aportando numerosos beneficios para la salud física y mental. Muchos que sufren de problemas en los ojos, hígado, estómago, intestinos y riñones encuentran alivio a través de esta práctica.
ASANAS (Posturas de yoga)
Los asanas son una forma perfecta de ejercicio físico, creando una conexión profunda entre el cuerpo y el espíritu. Estos no sólo benefician tu forma física, sino que también estimulan la kundalini-Sakti, promoviendo una salud integral a través de una adecuada circulación y oxigenación interna.
¿CUÁNDO PRACTICAR?
La mejor hora para realizar asanas es por la mañana. Ejercicios físicos se pueden practicar por la tarde, después de un ligero descanso tras completar los asanas. Siempre debéis evitar fuerzos excesivos y practicar en un lugar ventilado.
RECUERDA QUE…
El cuerpo físico es provisional y temporal. No dejes que la identificación con este cuerpo controle tu vida. Recuerda que tu verdadero Ser no es meramente físico y debe guiar tu existencia.
EN CONCLUSIÓN…
Mantén un cuerpo fuerte, saludable y activo a través de la actividad física regular. Lleva una vida plena y refleja positividad. Repite en tu mente: «disfruto ahora de una salud buena y resplandeciente». Usa tu cuerpo como medio para alcanzar tu destino en esta vida.
10 CLAVES PARA CUIDAR TU CUERPO
- Elige el ejercicio que mejor se adecue a tus necesidades.
- Cualquier ejercicio puede combinarse con los asanas para un desarrollo íntegro.
- Establece una hora fija para tus ejercicios y sé regular en la práctica.
- Practica pranayama después de tus ejercicios.
- No sobrepases tus límites; evita sentirte fatigado.
- Cuida tu alimentación, optando por comidas ligeras post-ejercicio.
- Descansa al menos media hora antes de ducharte o bañarte.
- Después de bañar, restriega tu cuerpo con una toalla limpia.
- No te conviertas en esclavo de tu cuerpo.
- Recuerda que tu cuerpo es un templo que guarda tu mejor tesoro: tu Ser.
Swami Sivananda
Colaboración del Centro Internacional de Yoga Sivananda Vedanta de Madrid
