Descubre la Consciencia del Cuerpo a través del Chi Kung: Principios Fundamentales para el Bienestar

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5,7 minutos de lecturaActualizado: 14/09/2024Publicado: 14/09/2024Categorías: Estilo de VidaEtiquetas: , , ,

 

EL CHI KUNG (QI GONG) SE BASA EN TRES PRINCIPIOS:

– La consciencia del cuerpo

– El manejo de la respiración

– La atención en el momento presente

«Los Tres Principios o Fundamentos son las tres raíces que sostienen y alimentan un gran árbol que es la vida como experiencia. Cada uno de ellos engloba dentro de sí a los otros dos y no podría darse de forma independiente, aunque por momentos en la práctica desarrollemos más uno u otro».

En este artículo trataremos sobre el primero de los Tres Fundamentos.

– LA CONSCIENCIA DEL CUERPO:

Al hablar sobre la consciencia del cuerpo, nos referimos a muchos aspectos de nuestra vida, el mundo de los sentidos, materia y densidad, tierra, raíces, templo sagrado, presencia, límites, etc. Pero sobre todo se trata del lugar de la encarnación del SER y de conocer el vehículo que la vida pone a nuestra disposición para aprender y evolucionar a través de él.

Todos nos sentimos seguros cuando estamos en un lugar que conocemos. Si es nuestra casa, sabemos dónde se encuentra cada objeto y cuando lo necesitamos, lo podemos encontrar con facilidad. Nos movemos en un espacio físico que nos resulta familiar y todo es más cómodo. Curiosamente, a veces es más fácil conocer y ordenar el mundo exterior que el propio mundo interior; sin embargo, finalmente es lo mismo. Cuando necesito algo de mi cuerpo, debo saber dónde está lo que quiero y cómo hacer para conseguirlo, y esto requiere consciencia.

El lugar que reconocemos como nuestra casa puede cambiar; un día viviremos en un sitio y al siguiente podemos haber cambiado. Pero en nuestro cuerpo siempre estaremos allá donde vayamos mientras permanezcamos en la Tierra, así que aquí este es nuestro verdadero hogar.

(Si no soy capaz de reconocer mi cuerpo, no seré capaz de manejarlo adecuadamente en ninguna circunstancia).

– EL CUERPO Y LA PRESENCIA:

La naturaleza de la mente es como el fuego: volátil e inestable, divagando de un lado a otro. Cuando traemos la mente a las sensaciones corporales, sin juicios ni expectativas, nos colocamos en el «aquí y ahora». Al igual que un árbol necesita hundir sus raíces en la tierra para elevarse hacia el cielo, nuestra mente necesita enraizarse en el cuerpo para adquirir el contrapeso necesario que le proporciona equilibrio y paz.

Esta tarea no es fácil, ya que requiere un constante acto de atención para traer al presente una y otra vez a la mente que busca dispersión. Especialmente para aquellas personas cuya vivencia del mundo es principalmente una cuestión intelectual, estas personas tienen mucha energía acumulada en la parte alta del cuerpo y necesitan hacerla descender hacia el vientre y los pies.

(La consciencia del cuerpo es el ancla de la mente y nos pone en el momento presente).

– CÓMO INSTALARNOS EN NUESTRO CUERPO:

1- Sensación de volumen en el espacio: Podemos comenzar por reconocer el volumen que ocupa nuestro cuerpo realizando el siguiente ejercicio:

Pongámonos de pie, con los pies separados a la distancia de las caderas y balanceémonos adelante y atrás, para sentir la parte anterior y posterior de nuestro cuerpo. De esta manera tomamos consciencia de la dimensión delante-detrás. Luego hacemos lo mismo balanceándonos de lado a lado para despertar la dimensión izquierda-derecha y finalmente, flexionamos y estiramos las rodillas arriba y abajo para sentir esta tercera dimensión. Por último, observamos nuestra respiración llenando todo el espacio interior, en la dimensión dentro-fuera.

Podemos realizar el mismo ejercicio tumbados, concentrándonos en la superficie de nuestro cuerpo y tomando consciencia primero de la sensación de volumen, para después llenarlo con la respiración.

– Este ejercicio nos servirá para habitar más conscientemente nuestro espacio interior.

2- Los ejes: Para instalarnos correctamente en el espacio, debemos poder distinguir con claridad la sensación de eje vertical y eje horizontal.

– Eje Vertical: Es nuestro eje «ESENCIAL». Define nuestra relación con el Cielo y con la Tierra, lo que en esencia somos: hijos del Cielo y de la Tierra, espíritu y materia. Este eje nos sitúa en armonía con la fuerza de la gravedad, que crea la sensación de peso y esfuerzo. Todo depende de cómo nos relacionamos con la fuerza de la gravedad. Para mantener la postura vertical, todo el sistema muscular y de articulaciones trabaja en equilibrio; cuando alteramos nuestro eje, este equilibrio se rompe, ocasionando sobrecargas musculares y un mayor desgaste en las articulaciones, lo que afecta negativamente a nuestra energía.

– Para despertar este eje, situémonos de pie con el cuerpo relajado y alineemos la cabeza, el pecho y la pelvis con un eje vertical, imaginando una plomada que pasa por el centro de nuestro cuerpo, desde la cabeza hasta los pies.

– Eje Horizontal: Este eje nos pone en relación con el mundo de alrededor y con lo que hacemos en relación a ello. Es nuestro eje «EXISTENCIAL» y define nuestra existencia, situándonos al mismo nivel que todo lo demás.

3- Centro de Gravedad: Este es nuestro vientre, conocido como el Hara o Dan Tien, el primer campo de cultivo donde concentramos nuestra energía y nuestra esencia. A nivel físico, la pelvis es la estructura que ocupa el lugar central entre el tronco y las piernas. En el plano emocional, es el lugar de asiento de nuestra voluntad y nuestra fuerza interior.

– Este centro lo experimentamos principalmente llevando nuestra respiración al vientre.

4- Raíz: Hablamos de echar raíces o enraizarnos cuando decidimos consolidar una situación, permanecer o profundizar en algo, ya sea en un lugar o con una forma de vida.

– Para cultivar el enraizamiento, lo podemos hacer con diferentes formas de caminar, lo que conocemos como marchas de Chi Kung.

5- Los Seis Acordes: Se refiere a cómo se relacionan las diferentes articulaciones entre sí cuando hacemos un movimiento con todo el cuerpo. Esta forma de sentir nuestro cuerpo al movernos nos da un sentimiento de integración y de estar completos en cada instante.

6- Gracia y Elegancia: El resultado final de un cuerpo consciente es recuperar la naturalidad. Todos los ejercicios de Chi Kung están pensados para que uno se sienta cómodo al hacerlos, pues la sensación de gozar en nuestros cuerpos es nuestro estado natural.

Por estas razones, el primer fundamento del Chi Kung es «despertar la consciencia del cuerpo», que se traduce en mayor bienestar y satisfacción en la vida cotidiana.

JANÚ RUIZ

Instructor de Chi Kung

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