5 Claves para Integrar la Meditación en tu Vida Diaria y Transformar tu Consciencia

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3,6 minutos de lecturaActualizado: 21/10/2024Publicado: 21/10/2024Categorías: Ramiro CalleEtiquetas: , , , , , , , , , , , ,

Como es conveniente que incorporemos la meditación a nuestras vidas como una actividad más -y una actividad muy importante- vamos a volver sobre la meditación. No lo olvidemos: “La meditación nos enseña a meditar”. La práctica asidua es la que facilita este proceso y nos abre un camino despejado hacia una consciencia intensa y clara.

Dyana es el término sánscrito que se refiere a la meditación. La traducción de meditación puede ser engañosa, ya que muchas personas la asocian erróneamente con la reflexión o el análisis. Aunque hay formas de meditación analítica, en esencia, la meditación consiste en situarse más allá del aluvión de conceptos que condicionan nuestra mente. Meditación es estar atento y sereno, alerta y ecuánime. Esa es la auténtica actitud meditacional. Siempre que la mente permanezca atenta y serena, se halla en un estado de meditación, aunque la persona no esté ejercitándose en la meditación sentada en esos momentos.

Existen diversos estilos de meditación, pero la meditación es una práctica única: meditar es tomar conciencia desde la mente en su pureza; es captar con claridad desde la mente silenciosa. Es esencial cultivar las dos vertientes de la meditación: como técnica de entrenamiento y como actitud vital. Practicamos como técnica de entrenamiento para mantener en el futuro una actitud meditativa en todos los momentos y circunstancias.

Meditemos para despertar; para terminar con el sueño psicológico y descubrir una dimensión más elevada de consciencia, donde hay respuestas sin palabras y soluciones sin conceptos. Meditamos para ser, para estar en nosotros mismos, para que la semilla de la sabiduría pueda germinar, para frenar y dominar las tendencias egocéntricas y poder escuchar la voz del maestro interior.

El conocimiento es solo información y acumulación de datos que no transforma. La meditación aporta la sabiduría transformativa. Si bien la meditación sentada es imprescindible, es vital trasladar sus frutos a la vida cotidiana. A través de la meditación, se activan factores transformativos e iluminadores como el esfuerzo consciente, la atención vigilante, la serenidad, la ecuanimidad, la lucidez y la compasión, que deben ser llevados a la vida diaria para ser realmente efectivos. La meditación es aprender a estar aquí y ahora, creando una actitud vital integral que se manifiesta en todos los aspectos de nuestra existencia.

Al pasar tiempo en meditación sentada, nos volvemos cada vez más conscientes y aprendemos a mantener esa actitud meditacional en nuestra vida diaria, actuando con atención y sosiego según las circunstancias. Esto nos ayuda a desenmascarar autoengaños, permitiendo que el ego desempeñe un papel útil en lugar de convertirse en un tirano.

La meditación reduce y eventualmente elimina las impresiones nocivas del inconsciente, que tanto condicionan nuestra vida. Al frenar el pensamiento automático, nos acercamos a un estado de mente tranquila, donde comenzamos a ver las cosas como realmente son, desarrollando así un entendimiento correcto y liberador.

Con la sabiduría y la energía que rescatamos a través de la meditación sentada, podremos encajar y afrontar con mayor ecuanimidad las situaciones que la vida nos presente. Si el samsara (lo fenoménico) se manifiesta principalmente en la mente, es en la mente donde debemos conquistarlo e ir más allá de lo ilusorio para conectar con lo que realmente importa.

Cada persona encontrará su método de meditación perfecto, pero todos deben llevar a su vida cotidiana los frutos de esta práctica, transformando cada día en una lección y maestra. Que todos puedan encontrar la técnica más adecuada que les resuene, pero la meditación como técnica de vida es universal y está destinada a todos.
Que nos sirva de inspiración el siguiente texto del Yoga Vashistha:
“Ve y zambúllete en el sereno mar de la soledad espiritual y lava tu alma con el néctar de la meditación ambrosiaca. Sumérgete en la profundidad de la Unidad y aléjate de las olas saladas de la dualidad y de las aguas salobres de la diversidad”.

Ramiro Calle

Centro de Yoga Shadak

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