El Llorar Silencioso: Desentrañando el Misterio de los Cólicos del Lactante

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No es extraño que durante los primeros meses de vida los bebés lloren y gesticulen durante horas de manera inexplicable, causando la desesperación de los padres que no saben cómo actuar ante tal situación. En la mayoría de los casos el diagnóstico es sencillo, el niño sufrirá de lo que se denomina como cólicos del lactante y la fisioterapia puede ayudar a calmarlos en tan solo unas sesiones.

La fisioterapia es una disciplina en plena evolución que avanza día a día para paliar los dolores y dolencias del ser humano sin la necesidad de requerir a la utilización de fármacos o intervenciones quirúrgicas. Su objetivo es reeducar a nuestro cuerpo para que tome los hábitos adecuados que nos ayuden a reordenar nuestro organismo.

Hasta hace poco tiempo la fisioterapia se encargaba principalmente de la salud de las personas adultas, pero desde hace unos años también lo hace de la de los niños y muy especialmente de la de los bebés. Es lo que se conoce como fisioterapia pediátrica y gracias a ella se están produciendo grandes avances en enfermedades neurológicas infantiles o con dolencias mucho más comunes como es el caso de los cólicos del lactante, el tema que nos ocupa en este artículo.

¿Qué son los cólicos del lactante y cómo se manifiestan?

Durante los primeros meses de vida del bebé no es raro encontrar a padres que cuenten cómo cada tarde-noche el niño comienza a sentirse inquieto, nervioso y comienza llorar de manera casi inexplicable sin poder calmarle. La mayoría de ellos acuden a urgencias asustados para saber qué le ocurre y cómo pueden tranquilizarle.

La respuesta del pediatra suele ser en la mayoría de los casos la misma: “el bebé sufre de cólicos del lactante”, una dolencia que afecta a entre el 15 y el 40% de los recién nacidos. A pesar de no ser grave para la salud del niño, genera angustia tanto para el bebé como para sus padres.

La Asociación Española de Pediatría lo define como un cuadro de llantos prolongados, a veces inconsolables, que se inicia alrededor de la segunda semana de vida, repitiéndose casi a diario y que puede persistir hasta el tercer o cuarto mes del bebé. Sus síntomas incluyen un llanto incesante provocado por espasmos y pinchazos en el estómago, que provocan gran tensión en el bebé, que flexiona las piernas sobre el abdomen, aprieta los puños y se siente irritado. La intervención inicial de los pediatras a menudo consiste en recetar unas gotas, pero estas son frecuentemente insuficientes, abriendo la puerta a la fisioterapia pediátrica y su tratamiento para combatir los cólicos del lactante, ideado por el Método Rubio.

Causas de los cólicos: ¿Por qué les sucede a los bebés?

A pesar de ser una dolencia común, la comunidad pediátrica aún no se ha puesto de acuerdo sobre las causas específicas de los cólicos. La teoría más aceptada sugiere que al nacer, el sistema digestivo de los bebés podría carecer de enzimas y hormonas gastrointestinales. Esto provoca que los alimentos, principalmente la leche materna o en fórmula, lleguen al intestino sin descomponer completamente, lo que origina fermentación en el estómago, siendo la base de los gases y la mala movilidad. En lugar de tener un funcionamiento rítmico, el intestino puede operar en espasmos, causando los típicos dolores del cólico.

Además, es fundamental considerar un posible ‘atrapamiento’ del nervio vago, que conecta varios órganos incluyendo el estómago y el páncreas, lo que podría dificultar el adecuado flujo de información para la correcta digestión si el nervio se encuentra comprometido.

Tratamiento de los cólicos del lactante: El Método Rubio

El tratamiento del cólico del lactante basado en el Método Rubio es un enfoque integral que incluye tanto consejos dietéticos para la madre como un tratado combinado de fisioterapia y osteopatía craneal y visceral para el bebé. Esta técnica es inocua y no provoca dolor ni efectos secundarios. Se reconoce como uno de los tratamientos más completos, abordando no solo la falta de maduración del sistema digestivo del bebé, sino también el posible ‘atrapamiento’ del nervio vago, reconduciendo su función a través de sesiones de fisioterapia y osteopatía craneal.

Jorge Pérez-García Ondina
Fisioterapeuta
Isidro y Márquez, Estética Dentofacial
www.isidroymarquez.com

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