El pasado diecinueve de septiembre presenté en Expomasaje una ponencia sobre el tratamiento de reflexoterapia podal que realizo desde hace más de un año a un cliente con hemiplejia. Debido al interés de las personas que acudieron a la misma, y a que este tipo de trabajo se realiza en contadas ocasiones, ya que las personas son tratadas en rehabilitación de fisioterapia y no suelen acudir a un reflexoterapeuta, he querido escribir este artículo y presentarlo sobre todo a los que como yo lleváis años trabajando con esta Terapia con mayúsculas, capaz de devolver al cuerpo su equilibrio.
Mi cliente tiene en la actualidad 72 años. Hace más de siete años sufrió un ictus y aunque había recuperado bastante funcionalidad principalmente caminando, en febrero de 2013 sufrió una crisis de Lupus y una poliomesitis (degeneración muscular) en la cadera que lo dejó postrado en una silla de ruedas. Tras recuperarse nuevamente gracias a su fuerza de voluntad, una sobrina le recomendó que viniera a tratamiento de reflexoterapia podal ya que conocía mi trabajo de investigación en la rehabilitación de problemas del sistema nervioso central con esta terapia.
La hemiplejia es la paralización de medio cuerpo debida a la afectación de un hemisferio cerebral (lesión piramidal), provocando la paralización del brazo y pierna del lado contrario. Suele producirse por una hemorragia cerebral principalmente por tensión arterial alta, por trombosis arterial o por un traumatismo o impacto fuerte en el cráneo.
Mi cliente sufre de una Hemiplejia Espástica que le ha afectado el lado derecho del cuerpo por lo que el ictus se produjo en su hemisferio cerebral izquierdo. Fue un ictus relativamente severo que le afectó también al área de Broca produciéndole afasia (problemas con el lenguaje hablado y pie donde se refleja la corteza motora del cerebro, así como las zonas reflejas de cervicales de donde parten las raíces nerviosas que formarán posteriormente el Plexo Braquial, encargado de inervar todo el brazo, antebrazo y mano. Sobre todo las ramas de los nervios radial, mediano, cubital y cutáneo que se ven afectadas por la espasticidad del brazo y de la zona escapular de la espalda del lado afectado.
Cuando camina tiende a irse hacia el lado derecho debido a la espasticidad de la pierna y del pie, lo que hace que pierda el equilibrio. Cada vez que llega a tratamiento el pie está muy rígido, pero a medida que le hago la reflexoterapia va mejorando de la rigidez y también del linfedema.
Hay una reacción muy característica cada vez que entro en zonas reflejas de la lesión, y en determinadas terminaciones de la fascia del pie, y es que se produce una contracción muy fuerte en el mismo y en la pierna, pero si mantengo presionado el punto esa espasticidad va cediendo y dejando que a la par los músculos afectados por la paralización se vayan relajando.
Durante el año que llevamos de tratamiento ha ido mejorando y ganando calidad de vida, pero es un trabajo lento ya que es su propio cuerpo el que activándose adecuadamente va consiguiendo recuperar movilidad y eso no se consigue en una o dos sesiones.
Entre las mejorías que más destacan están:
– Abrir y cerrar el brazo casi totalmente y separarlo del cuerpo, lo que le permite ayudarse en tareas como vestirse o poder cocinar, ya que vive solo y no tiene más que la ayuda de unas horas a la semana por parte del ayuntamiento en tareas de limpieza de casa, aseo personal o hacer la compra. Y un fisioterapeuta durante una hora cada quince días.
– La mano aún no la abre pero algunos días está menos rígida y esto le permite introducir una pelota de goma para separar los dedos.
– Del equilibrio está mucho mejor, consigue levantar el pie derecho en lugar de llevarlo arrastras como al principio de conocernos. Suele venir desde su casa andando (Vive en Pacífico y yo tengo mi consulta cerca de la estación de Atocha) y siempre me dice que la mejor pastilla es la zapatilla. La medicación de corticoides se la han reducido ya casi totalmente y su geriatra está asombrado de todo lo que ha mejorado. Él le dice que está tratándose con reflexoterapia podal, y el médico le anima a que siga.
– El lenguaje fluido ya lo ha recuperado totalmente.
A raíz de la ponencia han venido a tratamiento otras dos personas que también han sufrido un ictus; una clienta de 65 años que lo tuvo hace un año, en el hemisferio cerebral derecho por lo que el lado afectado es el izquierdo y por tanto no le afectó al habla, pero también le dejó el brazo izquierdo espástico. Como le inyectan Botox en el brazo no he podido ver resultados apreciables, pero ha mejorado ligeramente en la forma de caminar y consigue flexionar la rodilla del lado afectado. Aún es muy pronto pues solo llevamos seis sesiones.
El otro cliente tuvo el ictus hace quince años pero aparentemente no le dejó secuelas, en la actualidad tiene 85 años y viene a tratamiento porque nota mucha debilidad en las piernas, sobre todo en las rodillas, lo que le produce inseguridad al caminar, llevamos solo cinco sesiones, pero ya nota que ha mejorado considerablemente su seguridad y sobre todo cuando terminamos la sesión se va caminando hasta su casa (vive cerca del puente de Vallecas) porque se siente mucho mejor.
La capacidad de respuesta de cada persona es distinta, pero es muy importante la disposición de ánimo del paciente como en todo tratamiento de rehabilitación. La reflexoterapia no sustituye a la fisioterapia, pero es uno de los mejores complementos.
Carmen Benito
Licenciada en Biología. Reflexoterapeuta
Directora del Centro de Bioestética Carmen Benito