El insomnio crónico produce un rápido e importante deterioro de las funciones corporales. La dificultad recurrente para conciliar el sueño se convierte en una verdadera pesadilla para quienes lo padecen, afectando seriamente a su calidad de vida.
El insomnio es una de las enfermedades del sueño más comunes. Según diversos estudios, más de un 10% de la población occidental padece este trastorno.
La dificultad para dormir tiene distintas formas. Desde la dificultad o imposibilidad total para iniciar el sueño, el despertarse frecuentemente a lo largo de la noche, a despertarse muy temprano por la mañana.
La más común y grave es la primera, pero en cualquier caso, las tres impiden la recuperación necesaria del organismo, ocasionando las diversas consecuencias que se enumeran más adelante, al margen de llevar al sujeto que lo padece a una profunda desesperación y depresión en los casos más extremos.
El acto de dormir es fundamental para el organismo, con una finalidad restauradora: es esencial para la conservación de la energía y la termorregulación. Dormir ayuda al cuerpo a depurarse de las toxinas, proceso que se ralentiza si no conseguimos entrar en la fase de descanso profundo, y que por tanto, afecta a nuestras funciones vitales. Así mismo, mientras dormimos se producen la hormona de crecimiento y la regeneración neuronal.
Consecuencias del Insomnio Crónico
Las consecuencias del insomnio son graves y pueden incluir:
- Incremento de la presión arterial, facilitando los ataques cardiacos.
- Debilitamiento del sistema inmunitario, facilitando la aparición de enfermedades o infecciones.
- Envejecimiento prematuro: deshidratación de la piel, incremento de manchas.
- Menor crecimiento.
- Obesidad, ya que el cuerpo despierto necesita más energía y por tanto se come más.
- Dolor muscular general.
- Visión borrosa, ojos rojos, sequedad de los ojos, ojeras.
- Impedimento de la regeneración neuronal, con impacto negativo en el habla.
- Problemas respiratorios.
- Problemas gastrointestinales.
- Diabetes.
- Ansiedad y depresión.
- Cambios de humor, irritabilidad.
- Somnolencia diurna, cansancio, bajo tono vital, desorientación.
- Baja concentración y mala memoria.
- Accidentes de tráfico y laborales.
Causas del Insomnio Crónico
- Estados de shock (accidente, muerte de un ser querido, un susto grande).
- Situaciones de estrés, como preocupaciones familiares, laborales y económicas.
- Hábitos incorrectos de vida: alimentación inadecuada, mala higiene del sueño y consumo de sustancias estimulantes.
- Condiciones inapropiadas del lugar de descanso: ruido, luz y temperatura inadecuadas.
- Efectos secundarios de medicamentos.
- Dolores procedentes de otras patologías.
Si, después de cambiar estos hábitos, el insomnio persiste, es crucial buscar un tratamiento adecuado.
En la actualidad, existen diversas opciones para tratar el insomnio. La clave es identificar cuál es la más adecuada según cada situación particular.
La medicina alopática ofrece tratamientos farmacológicos, como hipnóticos, benzodiazepinas o antidepresivos. Aunque son efectivos a corto plazo, los efectos secundarios pueden ser preocupantes.
Estos medicamentos son útiles en insomnos breves o causados por un estado de shock, pero no son la solución para insomnos crónicos severos. A pesar de que algunos fármacos pueden ayudar inicialmente, es fundamental buscar alternativas más sostenibles.
El Verdadero Tratamiento del Insomnio
Investigar el origen del insomnio y resolverlo de raíz puede ser más eficaz que depender exclusivamente de fármacos. Integrar la medicina convencional con terapias alternativas puede ser un enfoque integral y efectivo.
La kinesiología permite identificar la raíz del problema, sea emocional o estructural.
La naturopatía promueve hábitos de vida saludables y utiliza recursos naturales como fitoterapia para restaurar el equilibrio biológico.
La terapia floral aborda estados emocionales, ayudando a resolver conflictos que afectan la salud física.
La sintergética trabaja sobre el equilibrio energético y mental del individuo, abordando el insomnio desde una perspectiva holística.
Este artículo busca fomentar la curiosidad del lector sobre terapias que podrían ser efectivas.
Personalmente, he enfrentado el insomnio durante muchos años, hasta encontrar un camino hacia la autocuración y el autodescubrimiento. Cada paso ha sido un desafío, y aunque fue complicado al principio, este proceso me ha convertido en la persona que soy hoy.
Bárbara Villalba
El Triskel y el Druida