Más Allá del Cuerpo: La Danza entre el Hun y el Po en la Vida y la Alimentación

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La transformación espiritual y física comienza aquí. En la vasta inmensidad del cielo y la tierra, el Ser, tras la muerte del cuerpo, despierta de su letargo y regresa al mundo sutil de las energías inmateriales. Este fenómeno no solo nos conecta con el cosmos, sino también con las raíces de nuestra existencia aquí en la Tierra.

El Po, el reflejo material de nuestra existencia, actúa como el hilo invisible que se entrelaza con nuestra energía vital. Este principio Yin, ligado al cuerpo físico y dependiente del Pulmón, simboliza la vitalidad orgánica (alma corpórea). El Po anima la vida psíquica del ser humano, y, al igual que un río que fluye, cuando se presenta la muerte, regresa a la tierra que le dio origen. Se asocia a la inactividad, al frío, a la tierra y al Yin, formando un balance con el Hun.

Hun y Po: dos caras de la misma moneda. El Hun, en su esencia, nos regala la visión, la creatividad y la planificación. Sin embargo, la falta de vitalidad en el Hígado puede causar que uno se pierda en la dirección; una conexión con la naturaleza en tu jardín puede ser el puente hacia la sanación. No temas a llorar en soledad; esa esencia emocional también puede disolver el estancamiento del Hígado. La meditación en movimiento, como el Tai Chi o el Qigong, puede ser particularmente transformadora.

Una alimentación consciente: el camino hacia la salud. La relación que tenemos con nuestra alimentación es crucial. El consumo de alcohol debe ser moderado; en su lugar, una cerveza de trigo puede brindar un alivio fresco al Hígado, siempre con mesura. Lo picante, ácido y caliente es hostil para nuestra energía vital, así que alimentos como la cayena, el ajo o el jengibre deben ser consumidos con cautela. También es recomendable evitar grasas, drogas, medicamentos y azúcares en exceso.

Redescubriendo la sabiduría antigua. Diversificar nuestros alimentos es fundamental. Conoce que los sabores amargos y algunos templados pueden reducir nuestra sangre y nuestra vitalidad. El Nei Ching, con su poética simplicidad, revela la interrelación de los cinco elementos. “La Madera hace nacer el Fuego, el Fuego hace nacer la Tierra, la Tierra hace nacer el Metal, el Metal hace nacer el Agua y el Agua hace nacer la Madera.”

Elementos que nos definen. La Madera, asociada al Este y la fuerza de la Primavera, es la fuente de la creación en el ciclo natural. Activa nuestro HIGADO, nuestros músculos, los OJOS, el color VERDE y el sabor AGRIO. También está intrínsecamente ligada a la emoción de la IRA y a la capacidad de emitir el sonido del GRITO, recordándonos la importancia de la expresión emocional y la conexión con nuestro cuerpo.

Miguel Priego González
Consultor de Macrobiótica en La Biotika
(MTC Universidad de Yunan – Beijing: Acupuntura, diagnóstico por aplicación del IChing.)
Consultor macrobiótica E. de Vida Rosa Casal)
www.labiotika.es

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