“Las Flores de Bach son inteligencia emocional líquida y nos ayudan a desarrollar y hacer un uso adecuado de las competencias emocionales” Ricardo Orozco
“La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones” Daniel Goleman
FLORES DE BACH
La Terapia Floral es reconocida principalmente por su importante contribución al equilibrio emocional, hasta el punto que también se la reconoce como Terapia de las emociones. Es precisamente en el tratamiento de las emociones negativas, donde en la práctica, los terapeutas florales desarrollamos la mayor parte de nuestro trabajo.
Las Flores de Bach colaboran en el equilibrio de los estados mentales, tales como la ira, el sufrimiento ante las pérdidas, miedo, inseguridad, desesperanza, intolerancia, impaciencia, irritabilidad, baja estima y poca tolerancia a la frustración; en definitiva, en aquellos sentimientos que perturban al ser humano de modo habitual. El doctor Bach decía que la curación y la mejoría se producen cuando la persona se da cuenta del estado emocional en desequilibrio tratándolo con las esencias adecuadas:
Ante situaciones de miedo, las esencias son: Mimulo, para el miedo por causas conocidas; Castaño Rojo: para el miedo y preocupación excesiva por los demás; Cerasifera: para el miedo a perder el control; Heliantemo: para el terror y el miedo paralizante; Álamo temblón: para el miedo y la ansiedad de origen desconocido.
Nos ayudan a tomar decisiones en los momentos de duda e incertidumbre: Hojarazo: para el cansancio del lunes por la mañana; Aulaga: para la falta de esperanza y la desesperación; Genciana: para el desánimo y desaliento; Scleranthus: para quienes dudan entre dos posibilidades; Avena Silvestre: para las dudas sobre el camino a seguir en la vida; Cerato: para quien desconfía de sí mismo y siempre busca consejo en otros.
Cuando hay una falta de interés en el presente: Olivo: para el agotamiento físico y mental; Castaño Blanco: para los pensamientos obsesivos; Rosa Silvestre: para la apatía y la resignación; Madreselva: para la nostalgia del pasado; Brote de Castaño: para quien repite siempre los mismos errores; Clemátide: para los soñadores que viven en su mundo; Mostaza: para la profunda tristeza sin causa conocida.
En momentos de soledad: Brezo: para el que se preocupa en exceso por sí mismo; Impaciencia: para la persona impaciente y nerviosa que se irrita fácilmente; Violeta de Agua: para la persona orgullosa, reservada y distante.
Para las personas muy sensibles: Acebo: para el odio, la envidia y los celos; Centaura: para la sumisión y quienes no pueden decir no; Agrimonia: para la ansiedad y el tormento mental; Nogal: para la protección y calma ante los cambios.
En circunstancias de desesperanza: Alerce: miedo al fracaso; Roble: agotamiento por excesivo trabajo; Manzano: sensación de suciedad; Estrella de Belén: para shock físico o mental; Sauce: para el resentimiento; Olmo: abrumado por responsabilidades; Pino: para la culpabilidad; Castaño Dulce: para la angustia mental extrema.
Cuando hay preocupación excesiva por los demás: Vid: para la persona dominante; Verbena: para los entusiastas que quieren convencer a los otros; Haya: para la intolerancia; Achicoria: para quienes controlan a sus seres queridos; Agua de Roca: para los estrictos con su forma de vivir.
Conocer y comprender las emociones es clave para la calidad de vida, afectando todas las áreas de la existencia. Sin embargo, en nuestra familia, en los centros educativos, en la sociedad, no se enseña a manejar adecuadamente las emociones, pero se exige controlarlas, esconderlas o reprimirlas.
INTELIGENCIA EMOCIONAL
Daniel Goleman, a través de su obra Inteligencia Emocional, llama la atención sobre la importancia de considerar una forma de inteligencia que implica la habilidad para dirigir los propios sentimientos y emociones, no solo la capacidad de raciocinio.
Goleman nos indica que la inteligencia emocional es el arte de transformar positivamente las emociones: conocer las propias emociones, manejar las emociones, motivarse a sí mismo, reconocer las emociones de los demás y establecer relaciones positivas.
Las esencias florales nos permiten comprender y darnos cuenta de lo que hay detrás de nuestras actitudes, poniendo conciencia en todo aquello que pensamos, sentimos y hacemos, permitiendo un proceso de transformación interno y personal.
En este proceso, Brote de Castaño es fundamental para aprender de los síntomas, seguido de Agrimonia, que permite reconocer abiertamente nuestras emociones.
DONES, FORTALEZAS, AUTOCONFIANZA
El trabajo con las flores de Bach permite identificar talentos y fortalezas, así como mejorar debilidades. Si estamos abrumados en nuestras emociones, nos ayudan: Olmo, Roble, Cerato, Scleranthus. Si no tenemos fuerzas para controlar la vida emocional: Castaño Rojo, Manzano Silvestre, Castaño Dulce, Centaura. Las esencias fomentan la autoconfianza y el sentido de valor en uno mismo.
AUTOMOTIVACIÓN
Bach y Goleman hacen hincapié en la importancia de desarrollar la automotivación. Según Bach, la motivación es clave en la encarnación, ya que implica una lección que aprender. “Dejemos que algo en la vida nos atraiga… cuando encontramos nuestra labor, se hace sin esfuerzo, es fácil y se convierte en alegría”.
Para Goleman, la motivación está relacionada con el impulso, el logro y el optimismo. Con las flores de Bach, podemos materializar esos impulsos para desarrollar nuestra motivación: Avena Silvestre: para definir metas; Olmo: para el impulso de logro; Clemátide, Cerato, Brote de Castaño, Rosa Silvestre, Alerce: para el compromiso con la vida; Mimulo, Nogal: para la iniciativa; Genciana, Aulaga, Sauce: para fomentar el optimismo.
El doctor y terapeuta floral Orozco nos aporta esta reflexión:
¿Qué es la inteligencia emocional sino el tener nuestras emociones en el estado de virtud? Si estamos emocionalmente sanos, podemos tomar mejores decisiones en la vida; tener coraje, ser compasivos, perseverantes, amar desinteresadamente, tener fuerza de voluntad, alegría, esperanza, energía.
Carmen Lopez
Terapeuta Floral, Maestra de Reiki, Astróloga
Directora de Galatea Terapias