Danza Primal, una propuesta hacia una Vida Plena

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4,1 minutos de lecturaActualizado: 20/09/2024Publicado: 05/10/2015Categorías: Estilo de VidaEtiquetas: , , , , , , , , , , , , , , , , , , ,

 

Danza Primal constituye el sistema de trabajo corporal-energético de un modelo más amplio denominado Interacciones Primordiales. Este modelo está sostenido en una profunda concepción del ser humano e incluye además una metodología de trabajo comunicacional (lingüística) y un sistema de meditación. La integración de estas tres disciplinas posibilita poderosos procesos de crecimiento, transformación y sanación personal y grupal.

Danza Primal es una respuesta al desafío de estos tiempos, mediante un sistema de crecimiento y sanación personal e interpersonal, basado en la recuperación de posturas, gestos, movimientos, sonidos, respiraciones y pautas de interacción ancestrales, primigenias, universales. No se trata de un baile, no contempla coreografías ni requiere de destrezas especiales. Por el contrario, se asienta en el despliegue de movimientos simples, naturales, originales, que por diversos motivos se van atrofiando en nuestra evolución. Por ello su práctica está al alcance incluso de niños, personas de edad avanzada o con capacidades especiales. Estos movimientos primordiales, estimulados por la música étnica y por la interacción con los compañeros, van removiendo los bloqueos que nos han hecho perder la memoria y entonces comenzamos a recordar nuestros orígenes, nuestra naturaleza primal, nuestra identidad cósmica.

La práctica de la Danza Primal nos va liberando sutilmente de todos los elementos artificiales, dogmáticos y neuróticos de nuestra personalidad, permitiendo que nuestra identidad se vaya asentando cada vez más en nuestra realidad interior, en nuestra naturaleza vital, en nuestro origen universal. Esto no resuelve mágicamente todos los problemas de nuestra vida, pero nos permite pararnos desde un lugar donde el panorama completo de la existencia se transforma radicalmente, y donde las potencias del universo, que todos encarnamos, vuelven a estar a nuestra disposición.

Todo lo que existe está sostenido por pautas universales, en patrones, en configuraciones que contienen la información fundamental para su crecimiento y despliegue. Estas pautas se manifiestan a nivel humano en lo que he denominado las Siete capacidades primordiales de la persona plenamente viva.

Estas capacidades primordiales constituyen una fuerza vital-anímica que se transmite genéticamente pero que contiene pautas de información que van más allá de lo material, en tanto son patrones arquetípicos espirituales que se manifiestan en la realidad humana. Son formas potenciales inherentes a nuestra naturaleza, que como tales pulsan y vibran en una búsqueda permanente de expresión y despliegue. Estas capacidades son:

1) Capacidad de Confianza Básica
2) Capacidad de Gozo o extática
3) Capacidad Emotiva y poder personal
4) Capacidad Afectiva
5) Inteligencia Creadora
6) Conciencia Intuitiva
7) Conciencia Transcendente

Por diferentes motivos, estas capacidades básicas, estas potencias esenciales del alma, se pueden desvirtuar, convirtiéndose en emociones disociadas y disruptivas que, paradójicamente, contienen la semilla de la capacidad original que se disoció, y por lo tanto, como en el cuento de Hansel y Gretel, constituyen las miguitas a través de las cuales podemos regresar a la fuente de la que surgieron. Por este motivo es tan importante no hablar de emociones negativas ni rechazarlas de ninguna manera, pues sólo a través de ellas podemos volver a casa.

Allí comenzamos a comprender el principio fundamental de la Danza Primal: a darnos cuenta del hecho de que en esta Danza, como en la vida, no se trata de aprender sino de recordar. Allí comprendemos qué es lo Primal, lo primario, lo original. Y redescubrimos que lo Primal va más allá de lo biológico: es nuestra esencia cósmica. Somos polvo de estrellas antes de ser seres vivos; somos vibración cósmica antes aún de ser estrellas y somos un vacío rezumante de ser aún antes de ser vibración.

En ese instante milagroso somos tierra, fuego, aire, agua, piedra, árbol, tigre, viento, indígena, criatura, hombre y mujer. Nos recorre la lava de los volcanes, la sal de los mares, la savia de la jungla. En ese instante recuperamos la memoria de nuestro origen universal, volvemos a sentirnos parte de un movimiento evolutivo de millones de años.

Desde este lugar, nuestros problemas cotidianos adquieren su verdadera perspectiva y el poder del universo está en nuestras manos para transformar nuestra vida. Y no desde una teoría, desde una creencia o dogma, sino desde la vivencia inmediata, íntima e incuestionable de nuestras raíces cósmicas.

Daniel Taroppio
Creador de la Danza Primal y el Coaching Primordial
Colaborador de «La Casa Toya»

www.lacasatoya.com
www.transpersonals.com

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