Nuestro árbol de vida.
El sistema respiratorio es el árbol mágico que sustenta la vida, es vital para nuestra existencia; sin aire no podemos vivir más que unos pocos minutos y, sin embargo, le prestamos muy poca atención a nuestros pulmones, les castigamos con el aire contaminado de las ciudades, con respiraciones cada vez más cortas y rápidas y sin una higiene constante que los fortalezca. Respirar es vivir y es nutrir nuestro organismo. Nuestras células usan el oxígeno constantemente para desarrollar reacciones metabólicas que producen ATP (Adenosin Trifosfato) y liberar energía a partir de las moléculas de nutrientes. A su vez, todas estas reacciones generan CO2 (dióxido de carbono) que debe eliminarse de forma rápida y eficiente para evitar tener concentraciones peligrosas en el organismo. Un sistema respiratorio fuerte y saludable ayuda a absorber correctamente O2 y a la eliminación de CO2, al mismo tiempo que contribuye a regular el PH de la sangre, filtra, calienta y humedece el aire inspirado y elimina agua y calor con el aire exhalado.
Con la llegada del frío las vías respiratorias si no se cuidan se empiezan a resentir causando múltiples malestares y molestias: rinitis, sinusitis, acumulación de mucosidades…, la frase «no puedo ni respirar» es de las más escuchadas por todos. Sin embargo, con cuidado y apostando por la prevención los jengibre es de lo más recomendable para tomar diariamente con la llegada del frío. Esta planta perenne de la que utilizamos su rizoma en la cocina tanto como especia, como para preparar infusiones, se caracteriza por su sabor picante. El jengibre ayuda a aliviar la congestión nasal y a eliminar las mucosidades, favorece la circulación y estimula la eliminación de microorganismos perjudiciales. Su consumo aumenta la riqueza de la flora intestinal, lo que evita la aparición de putrefacciones intestinales que causan meteorismo e hinchazón abdominal. La pimienta de cayena, la cebolla y el ajo, es un trío que tampoco nos debe de faltar para estimular el funcionamiento de las vías respiratorias y ayudar a expulsar mucosidades, junto a los nabos, rábanos, pera (tiene una gran afinidad con los pulmones) y miel, poderosos desintoxicantes capaces de combatir la congestión y matar los virus de una forma natural, fortaleciendo las defensas.
Depuración respiratoria
Estemos o no constipados, limpiar y depurar nuestras vías respiratorias de una manera habitual es un hábito sumamente saludable. Contamos con varias herramientas muy sencillas y fáciles que podemos usar con frecuencia para evitar acumulaciones: vahos que nos van a ayudar a ablandar, humedecer y eliminar mucosidades de los senos nasales, garganta, bronquios y oído interno, masajes especializados de aromaterapia, ejercicios de respiración específicos, limpieza con Neti lota, infusiones expectorantes, escapadas a la montaña para oxigenar al máximo los pulmones, baños para los pies y el uso de saunas.
• Vahos: para preparar el baño de vapor utilizaremos plantas medicinales que nos van a ayudar a fluidificar y eliminar las acumulaciones y bacterias de las vías respiratorias. Las MTC para descongestionar el pulmón es muy favorable realizar un masaje por el recorrido de su meridiano (bilateral desde un punto por debajo del hombro y por encima y hacia el lado de la parrilla costal, desciende por la parte anterior del brazo hasta el extremo del pulgar) y en puntos relacionados con el mismo. El efecto del masaje es mayor si se realiza la siguiente mezcla de aceites esenciales: eucalipto, menta, salvia y tomillos diluidos en aceite de sésamo, almendra o aguacate. También el aceite esencial de árbol del té es muy expectorante y balsámico, muy útil para realizar un masaje pectoral.
• Respiración: es la base de la vida. La respiración marca toda nuestra existencia, a partir de ella nos nutrimos y desarrollamos. Practicar una respiración abdominal diariamente durante 10 minutos dos veces al día es fundamental para ventilar y activar las bases de los pulmones, que reposan sobre el diafragma, logrando oxigenar mejor todo el cuerpo.
• Limpieza con Neti lota: se trata de un recipiente con una forma parecida a una tetera que nos va a permitir introducir el agua por una fosa nasal y expulsarla por la otra. Lo más aconsejable es llenar la lota con agua salada.
• Infusiones expectorante: podemos utilizar las mismas plantas que para los vahos, muy aconsejable el tomillo, los brotes de pino, menta, el eucalipto, la flor de tilo, el jengibre, el clavo, la canela, la salvia, el gordolobo…
• Baños de pies: curiosamente los baños de agua caliente en los pies ayudan a despejar las vías respiratorias. Nada mejor que un baño caliente al que le podemos incorporar jengibre seco o fresco rallado y tomillo para que el baño sea mucho más efectivo y notemos resultados inmediatamente.
• Sauna: la mejor es la tipo finlandesa, suave y seca, una vez a la semana. Si se puede incorporar a la sauna un recipiente con aceite esencial de tomillo, eucalipto y pino, sus moléculas aromáticas se difundirán rápidamente penetrando en las vías respiratorias despejándolas, desinfectándolas y limpiándolas.
• Escapadas a la montaña: ¿qué mejor para la salud que pasear y respirar el aire puro en plena naturaleza para oxigenar el organismo? Te lo recomiendo, al menos, una vez al mes.
No queremos cerrar este artículo sin antes hablaros de la kalanchoe, una maravillosa planta originaria de la isla africana de Madagascar que limpia el aire y que, al contrario de la gran mayoría de las plantas, se puede dormir tranquilamente con ella, ya que no consume oxígeno, sino que lo produce. Por este motivo es perfecta para tener en la habitación de las personas con afecciones respiratorias.
Celia Valenciano
Departamento de Comunicación de El Vergel
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