Equilibrar, sanar y convertirte en el director de orquesta de tu vida

¿Quieres más?

¿Te gustaría estar siempre al día con las últimas tendencias, consejos y secretos?  Suscríbete a nuestro boletín mensual y sé parte de una comunidad exclusiva.

¿Te ha ocurrido alguna vez que te encuentras mal, muy mal, pero no sabes exactamente que te ocurre? No puedes localizar un dolor físico concreto que justifique tu malestar. Sí, te sientes triste y abatido pero no puedes concretar el motivo. No hay causa u origen definido, es como… algo que está dentro, que pesa pero no tienes palabras para describirlo.

Lo más seguro es que tu frecuencia vibracional esté baja y desde ahí es difícil acceder al nivel profundo de creencias que puede estar en el origen de su malestar.

En el mundo material en el que vivimos todas las formas de materia están compuestas de moléculas, átomos e iones, en continuo movimiento y por tanto asociadas a determinada energía cinética.

Como muy bien describe Rut Nieves, arquitecta de emociones, en su libro «Cree en ti» «Los átomos están compuestos por vórtices de energía que giran y vibran de forma constante. Cada átomo irradia una energía característica y cada agrupación de átomos irradia una energía específica. Todo el Universo está vibrando, todo es energía, todo emite una frecuencia vibracional característica, incluidos tú y yo. Cada persona está constantemente emitiendo una vibración característica. Nuestro cerebro y nuestro corazón emiten ondas electromagnéticas constantemente cuya vibración y frecuencia varía según la calidad de nuestros pensamientos y emociones»

La primera misión es elevar esas vibraciones. Es importante que la persona recupere en primer lugar un poco de fuerza, que su cuerpo tenga energía para poder afrontar lo que le está ocurriendo desde otra perspectiva.

El cuerpo está intrínsecamente programado para curarse a si mismo mediante un sistema inmunitario compuesto de millones de células que trabajan para que estés bien. Lo que ocurre es que cuando no estás en equilibrio tu maravilloso sistema de protección no es capaz de dar las órdenes para que tu cuerpo funcione correctamente, pero como su única misión es cuidarte, emplea un sistema de compensación, es decir coge de un lado, para curar otro, con lo cual el desequilibrio interior se convierte en un síntoma, el síntoma de un malestar o enfermedad, que viene a indicarte que hay algo en tu vida que no funciona y te está provocando el desequilibrio interior y por tanto las bajas vibraciones.

¿Cómo elevar las vibraciones? Existen varias maneras de ir recuperando el equilibrio interior: una de ellas es el Reiki que, armoniza de manera natural y progresiva los desequilibrios físicos, mentales y emocionales mediante la canalización de la energía vital universal.

Aceites esenciales y flores de Bach

El silencio y la sutil calidez con la que el Reiki va desbloqueando la energía, ayuda a ir recuperando a la persona la confianza en si misma, por lo que para acelerar el proceso podemos añadir el uso de otros sentidos como el olfato y el gusto.

Los aceites esenciales, una gran y desconocida maravilla de la naturaleza, aplicados en la piel nos permiten mediante el olfato entrar en contacto con las vibraciones elevadas de las plantas.

El aceite esencial, que debe ser puro, ecológico y de grado terapéutico, provoca que el nervio olfativo transmita la vibración que llega hasta el sistema límbico del cerebro, ya que realmente no olemos con la nariz ni sentimos con la piel, lo hacemos con el cerebro.

Nuestro sistema olfativo permite al organismo detectar y segregar miríadas de compuestos químicos volátiles, principalmente orgánicos y de bajo peso molecular, que comúnmente llamamos olores que actúan como mensajeros químicos y de esta manera, las elevadas vibraciones de las plantas en su estado más puro, al entrar en contacto con nosotros, van acelerando nuestro proceso de sanación y ayudándonos a ir paulatinamente elevando nuestras vibraciones y con ello, disminuyendo nuestros síntomas de malestar.

Con las flores de Bach (extractos líquidos de plantas que se ingieren) añadimos un tercer sentido, el gustativo, que nos permita seguir profundizando en nuestra sanación. Una perfecta combinación de flores de Bach, realizada a medida de cada persona, está destinada a aliviar desequilibrios psicoemocionales.

Trabajo profundo con creencias
Muchas personas tienen problemas para expresar con palabras todo el dolor interior que sufren, pero al ir elevando sus vibraciones, se va abriendo el quinto chakra.

Cuando el chakra laríngeo se desbloquea con la combinación del Reiki, los aceites esenciales y las flores de Bach, recuperamos nuestro derecho a «decir y a escuchar nuestra verdad», resulta más fácil expresarse y por tanto conectarte con aquellas creencias profundas que te están impidiendo ser feliz en este momento.

La mayoría de las creencias limitantes se expresan casi siempre con un elemento generalizador negativo; no puedo, no sé, soy incapaz… En este momento técnicas como EFT (Emotional Freedom Techniques) también conocido como tapping nos ayudarán a profundizar en nuestra libertad emocional.

Muy brevemente te diré que consiste en reconocer el punto de partida emocional en el que te encuentras y mediante la combinación de una leve presión con los dedos en algunos puntos de acupuntura, ir liberando las emociones negativas atascadas en nuestros sistema energético.

Si tienes interés, existe gran cantidad de información sobre esta técnica en Internet y también cursos de formación muy asequibles para conocer a fondo este sistema de autoayuda.

El palacio de las posibilidades
Finalmente, cuando ya has conseguido elevar tus vibraciones, recuperar la salud de tu cuerpo, sanar gran parte de tus emociones, llega la parte que más me gusta como terapeuta: El palacio de las posibilidades.

El palacio de las posibilidades es un término acuñado por Gary Craig, el creador de EFT, que hace alusión a la infinita capacidad del ser humano para crear su realidad. Imagina, todos tenemos en nuestro interior un enorme palacio lleno de preciosas habitaciones, pero por diversas razones y por desconocimiento otras muchas, nos limitamos a vivir en una sola habitación.

Mostrarle a una persona que dispone de salones (o escenarios) donde ya no tiene que ser miedoso, irascible, perdedor… enseñarle que dentro de sí reside el poder de cambiar de habitación y convertirse en un ser feliz, o en un ser valiente, o en un ser triunfador…. Es el mejor regalo para cualquier terapeuta.

¿Y qué puedo hacer yo? Usa las emociones como termostato de tus vibraciones

Te voy a revelar un sencillo pero poderoso truco para ir elevando tus vibraciones progresivamente.
Básicamente las emociones son la puerta para lograr cualquier objetivo. Como indica la coach Patricia Rómer, en los Talleres para Mejorar tu Vida, cuando una emoción es baja te aleja de tu objetivo, porque estás vibrando bajo; cuanto más positivas sean tus emociones, más elevarás tu vibración y más fácil te será hacer realidad aquello que deseas en tu vida.

Tus emociones son las intérpretes de las vibraciones. Así que te propongo que detectes el estado de ánimo que tienes en un momento, consulta la tabla de emociones que tienes en el gráfico, si tu estado de ánimo está en un ratio inferior al número siete, tus vibraciones son demasiado bajas, lo normal es que no solo te sientas mal sino que estés alejado de tus objetivos y deseos.

Se trata de saber cuál es tu punto de partida emocional, para ir ascendiendo poco a poco en la escala. Y para ello siempre puedes ir usando EFT, el Reiki, aceites esenciales, flores de Bach o cualquier técnica que te ayude en tu evolución.

¿Qué más cosas puedes hacer cuando crees que ya no puedes hacer más?

Volviendo a parafrasear a Patricia Rómer: «Aunque a veces te sientas abatido y creas que no puedes hacer nada más, no es así, no eres un sujeto pasivo, siempre tienes la posibilidad de hacer algo, aunque sea cambiar tu enfoque. Evita por todos los medios la mentalidad de víctima que solo te sirve para bajar tus vibraciones y alejarte de aquello que deseas».

Ten previstas una serie de actividades que sepas positivamente que te hacen sentir bien. No importa que no tengas ganas, oblígate a ponerlas en práctica. Desde escuchar música, hasta bailar. Desde ver una película hasta llamar a un amigo o dar un paseo.

Busca un libro que te inspire, subraya los párrafos que más te gusten y así lo tendrás a mano si alguna vez llega ese momento de impotencia.

Trata de rodearte de gente positiva y realiza tus actividades favoritas tan seguidas como te sea posible, eso te ayudará a subir tus vibraciones con una rapidez increíble.

Irene Couceiro
Directora del Centro Lúa,
Maestra de Reiki Usui Tibetano, y
Terapeuta de Flores de Bach.
www.centrolua.es

Haz tu buena obra del día ¡Compártelo!

7,5 minutos de lecturaActualizado: 20/11/2017Publicado: 25/09/2014Categorías: Estilo de VidaEtiquetas: , , , , , , , , , , , ,

Comenta este artículo