Aprende a manejar el fuego
Vela tu llama: tu fuego interno
Templa las hogueras de lo externo
Aléjate de la anarquía y cultiva el centro
Aléjate de la impaciencia: cultiva nobleza y respeto
Celebra la vida
Sereno, despierto
Vive, disfruta, celebra
A cielo descubierto
En la más cálida de las estaciones los días son más largos y las noches más cortas. Anuncia su comienzo el solsticio de EMOCIÓN CLAVE DEL VERANO: LA ALEGRÍA. La alegría centrada, conectada y sincera nutre el corazón, genera vitalidad. Encuentra razones y planes para entusiasmarte, crear, jugar, moverte, lanzarte a la aventura… Concéntrate en estar feliz el mayor tiempo posible del día. La tristeza puede aparecer si te empeñas en no aceptar lo que te toca o si hay un exceso de juerga, alcohol o marcha enajenada durante días. La falta de orden es una tentación estival y si se persevera durante días uno termina a la deriva, raptado por un fuego de baja calidad que le lleva a estar acelerado en actos y palabras: verborrea, enfados tontos, reacciones no centradas… El rojo es el color del verano, el rojo de la fertilidad, la abundancia, de la alegría que emanan las cerezas, las fresas, las granadas…
– CULTIVA LA PALABRA JUSTA: presta atención a lo que dices, a cómo y desde donde lo dices. Aléjate de la verborrea descontrolada, de un hablar desaforado e inconsciente que puede propiciar el verano. Vela por la alta vibración del mensaje. No digas nada crítico o negativo que pueda bajar la vibración de una estancia.
– PLANEA DESCANSOS: Para manejar el fuego es importante estar descansados aunque tanta luz no nos lo propicie. Dormir lo suficiente hace que la mente resista el calor y el fuego interno se equilibre. Siente si a lo largo del día necesitas un paseo a solas, una siesta o una meditación. Todas ayudarán a no perderte en los demás y volver a ti. Si tu belleza e irradiación. No escondas tu belleza, tu brillo, tu humor, tu ingenio, deja que tu luz se irradie hacia fuera. A mí me inspira mucho la luna, símbolo de receptividad plena en la medicina china. Ella refleja la luz del sol y acepta que a veces es luna llena, a veces nueva, a veces cuarto menguante y otras creciente. Ella simplemente recibe y refleja. ¡Y cuánto recibimos de su belleza!.
– DISFRUTAR AMANECERES Y ATARDECERES: Hacer alguna práctica al amanecer y al atardecer para equilibrar yin y yang. Son horas que recuperan el cuerpo si estas en la yoga, qi gong, bailes o caminatas de forma lenta para que la energía refresque los meridianos y la mente se aquiete.
– AUTO MASAJES activando la circulación de las piernas y de las manos y tomando conciencia del límite piel. Masajearse con amor el intestino y hacerse círculos en él. El movimiento corporal, la natación, los paseos al atardecer y elevar las piernas pueden apoyar problemas circulatorios que pueden aparecer con el calor y un exceso de sedentarismo.
– DISFRUTA MASTICANDO LENTAMENTE ALIMENTOS CRUDOS Y ZUMOS: Es tiempo de tomar ensaladas y zumos naturales a ser posible orgánicos. Hacer un día a la semana a base de zumos o fruta. Si te aplatana el calor incluye jengibre, pimentón o curry en las comidas.
Verano: violín rojo, nube clara, zumbido de cigarra te precede,
el cielo abovedado, liso, luciente
Verano: cielo infinito, lisonjero y perezoso letargo, barriguita de abeja,
sol endiablado, sol seco en la cabeza, sol de la sed andando por la arena,
Verano: mar desierto en la mañana
Oh, verano abundante, carro de manzanas maduras,
boca de fresa en la verdura, labios de ciruela salvaje,
caminos de suave polvo encima del polvo,
tambor de cobre rojo,
y en la tarde descansa el fuego, el aire hace bailar el trébol,
y en la noche sube una estrella fresca por el cielo.
Amado Nervo
Techu Arranz
Socia-Directora del Instituto Potencial Humano
www.institutopotencialhumano.com