Cuando le preguntaban a Averroes donde estaba Dios, contestaba: “Si me lo pregunta alguien del pueblo llano le digo que en el cielo. Si es alguien con una inteligencia media le respondo que Dios está en todas partes. Si me lo pregunta algún sabio, le contesto que en ninguna parte”.
Define Miguel Angel Sabadell la astrobiología como “el estudio del universo vivo” dirigido a tres temas: el origen y distribución de la vida en el universo, el papel de la gravedad en los sistemas vivos y el estudio de la atmósfera terrestre y sus ecosistemas. En esta búsqueda, el premio gordo sería encontrar inteligencia en la Galaxia.
Los Inicios de la Astrobiología
El despegue de la astrobiología comenzó en 1995, cuando se descubrió el primer planeta orbitando alrededor de una estrella, 51 Pegasi. Poco después, a través de un meteorito proveniente de Marte, se demostró que Marte posiblemente había albergado vida en algún momento de su historia. Este hallazgo fue catalogado como uno de los descubrimientos más importantes en la historia de la ciencia, aunque muchos aún no comprenden sus enormes implicaciones filosóficas y religiosas.
Explorando Nuestra Galaxia
En nuestra exploración del cosmos, estamos dando los primeros pasos. Por ahora, nuestra investigación se centra en un pequeño rincón cercano a nuestra ubicación en la Galaxia, hasta un tope de 50-100 años luz. La Vía Láctea, un disco redondo muy aplanado con un diámetro de unos cien mil años luz, alberga entre 500 a 1.000 intervalos como el de 100-200 años luz de nuestro entorno más cercano. Hay unas 200 a 400.000 millones de estrellas en la Galaxia. Solo en nuestro Grupo local de Galaxias hay unas 40.
Ciencia y Espiritualidad: Una Búsqueda Paralela
Esta búsqueda material se relaciona con la búsqueda del conocimiento del “cosmos” realizada a lo largo de la historia por místicos y esotéricos. Estas tradiciones han tratado de conectar con seres supremos que, según ellos, han observado el universo.
Las informaciones sobre estas conexiones son muy variadas. Las más primitivas, como las de la mitología sumerio-babilonia, sugieren que estos seres provendrían de muy cerca, mientras que otras, como las del Libro de Urantia, indican la existencia de miles de millones de planetas habitados.
La Abstracción del Otro Mundo
A pesar de que el tema puede parecer friki, es importante recordar que Jesús, según los evangelios, habló multiple veces del Reino de Dios. Patrick Harpur señala que “una de las innovaciones distintivas del pensamiento occidental ha sido la de transformar el Otro Mundo en una abstracción intelectual”.
Esta transformación ha creado un gran abismo cultural entre los mundos materiales y espirituales, privándonos de una visión plena de nuestra realidad. Para comprender la realidad cósmica, es necesario superar el dualismo mental cuerpo-espíritu y adoptar una visión integrada.
Conectando Ciencia y Espiritualidad
Los astrónomos que buscan vida e inteligencia en el cosmos están introduciendo sus telescopios en el “más allá”, y a su vez, la espiritualidad debería aceptar que las revelaciones a lo largo de la historia son, en su mayoría, simbólicas. Esto ha llevado a la espiritualidad a un mundo de abstracciones, a menudo poco comprensibles.
Por ejemplo, el teólogo Moltmann argumenta que la expresión griega “Basileia tou Theou” sugiere un espacio con una ley, un gobierno y ciudadanos. En este viaje hacia la comprensión del cosmos, es fundamental adoptar una interpretación moderna, valiente e imaginativa de los textos espirituales.
El Árbol Sefirótico y la Organización Cósmica
Según la Kabbalah, el camino hacia la morada de Dios Todopoderoso se representa a través de diez Sefirot (brillanteces o estrellas). El Árbol Sefirótico podría, por lo tanto, ser un mapa simbólico de la estructura planetaria del Reino de Dios.
Muchos relatos, como el viaje de Henoc hacia la morada divina, describen una serie de esferas celestes que podrían estar interconectadas con el conocimiento que estamos buscando. Estas descripciones nos brindan perspectivas profundas, ayudándonos a reconectar con nuestro lugar en el universo y comprender mejor nuestra realidad cósmica.
Así, la búsqueda de vida inteligente en el cosmos y la comprensión espiritual pueden y deben ir de la mano, guiándonos hacia un entendimiento más amplio de la existencia.
Isidoro García
Director Revista Quitapesares