El arte plástico en la actualidad es algo más que estética, inversión, intención, disciplina creativa… En mi caso va más allá de la dinámica del mercado y se inserta en la meditación para cambiar la vida de las personas, animales, el entorno natural y las cosas que existen de por sí o bien las que ha construido el ser humano. Porque todo lo que existe es energía y esta transforma la existencia a cada momento.
Mi trayectoria es larga y diversa. Después de más de 400 exposiciones en diecisiete países y con obras en museos como el Museo Marugame Hirai de Japón, la Fundación Newman de Chicago y la Embajada de Egipto, entre otros, me planteo que más allá de la experimentación técnica, estética, filosófica y conceptual, el arte, y en este caso la pintura, tiene un papel fundamental en la transformación del mundo.
Mi trabajo actual es traer a través de la meditación y la iluminación superior, la energía de la riqueza universal. Soy un canal por el que fluye el sanación divina que existe en las dimensiones superiores.
A través de este proceso se va creando una pintura de la cual yo soy observadora, y en esta experiencia fluye la ley de la causa y efecto. Meditar para la prosperidad universal, o para una persona específica, me permite conectarme con la luz superior: esta iluminación se traduce en una corriente de riqueza ilimitada que atraviesa mi tercer ojo y el chakra corazón, creando obras que ofrecen abundancia y poder.
Las pinturas personalizadas no son solo arte; son herramientas de transformación. La luz positiva que irradian tiene el poder de hacer conscientes a las personas de lo que necesitan mejorar en sus vidas. Así, al relacionarse con el cuadro —ya sea meditando o simplemente contemplándolo—, las personas entran en una vibración adecuada de riqueza y felicidad, atrayendo hacia ellas lo que realmente desean.
Cuando una persona observa su cuadro, percibe una energía de amor, salud y prosperidad que se filtra en cada rincón de su ser, afectando positivamente su entorno. Las pinturas personalizadas conectan con las necesidades de la gente.
Cada obra encargada trabaja en lo que más necesita la persona, desbloqueando toda influencia negativa que interfiere con su propósito de vida. La conexión con la fuente se fortalece al mirar el cuadro, permitiendo que el amor, la salud y la felicidad fluyan y transformen la vida en un paraíso de bienestar eterno.
Francisca Blázquez
Arte energético
www.franciscablazquez.com