Buda fué el mayor investigador de la mente en su época, a fin de poder liberarla del sufrimiento inútil y ponerla bajo control. Sus enseñanzas son de una valor incalculable.
Desde niño he admirado a Buda, el Despierto, porque nos ha ofrecido instrucciones y métodos únicos para convertir la mente enemiga en una aliada. He escrito por ello tres biografías sobre este hombre que, como decía uno de mis mentores, «cuanto más le conozco más le amo y cuanto más le amo más le conozco». Y otro de mis mentores me puso el sobrenombre de Rahula.
Cualesquiera sean las creencias o no creencias que uno tenga, las enseñanzas de Buda son de una precisión admirable.
Recojo aquí algunas sentencias sobre la mente que incluye el precioso librito llamado Dhammapada, cuya versión de mi admirando amigo el Venerable Piyadassi tanto me he esforzado por difundir. El Dhammapada ha sido considerado el más inspirado manual de genuina ética, pero además imparte enseñanzas extraordinarias sobre la mente y las actitudes vitales más idóneas.
- Esta mente voluble e inestable, tan difícil de gobernar, la endereza el sabio como el arquero la flecha.
- Es bueno controlar la mente, difícil es de dominar, voluble y tendente a posarse allí donde le place. Una mente controlada conduce a la felicidad.
- La mente es muy difícil de percibir, extremadamente sutil, y vuela tras sus fantasías. El sabio la controla. Una mente controlada lleva a la felicidad.
- Aquel cuya mente es inestable, no conoce la enseñanza sublime, y aquel cuya confianza vacila, su sabiduría no alcanzará la plenitud.
- Aquel cuya mente no está sometida a la avidez ni afectada por el odio, habiendo trascendido tanto lo bueno como lo malo, permanece vigilante y sin miedo.
- El bien que ni la madre, ni el padre, ni cualquier otro pariente pueda hacer a un hombre, se lo proporciona una mente bien dirigida, ennobleciéndolo de este modo.
Para poder estabilizar, cuidar, sanear, dirigir y gobernar la mente, surgió hace miles de años la meditación, que fue sin duda, uno de los más grandes descubrimientos del ser humano, para poder explorar la conciencia, cultivarlas y elevarla.
De esta manera brota la Sabiduría y de la Sabiduría la Compasión.
Una mente clara y un corazón compasivo son dos logros extraordinarios y que cambiaran la faz del mucho si toas las personas los fueran ganando.