La Paramita de la Generosidad en el Budismo Mahayana: Un Camino hacia la Iluminación

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Entendiendo la Paramita de la Generosidad

En el Budismo Mahayana, la palabra Paramita describe aquellas virtudes o perfecciones que deben cultivarse para purificar el karma y vivir sin obstáculos en el camino hacia la Iluminación. La tradición budista reconoce la existencia de 6 Paramitas principales: Generosidad, Recta conducta, Paciencia, Diligencia, Concentración y Sabiduría. En este artículo, exploraremos profundamente la Paramita de la Generosidad.

La Relación entre Generosidad y Deseo

Para comprender las Paramitas y su potencial benéfico, es esencial examinar el origen y funcionamiento de las emociones conflictivas, conocidas como “kleshas”. Estas son la causa de la confusión mental y el sufrimiento humano. En el Budismo Mahayana, las tres emociones conflictivas principales son el deseo o apego, la cólera o aversión, y la ignorancia.

De estas emociones, la Generosidad está íntimamente relacionada con el deseo, el cual se presenta como una necesidad comúnmente aceptada en nuestra sociedad. El deseo puede parecer motivador, pero en realidad, está arraigado en una sensación de miedo y carencia. Así, en nuestra búsqueda de fuentes externas de satisfacción —sean placeres físicos, dinero, amor o posesiones—, nos sumergimos en un ciclo vicioso que perpetúa el sufrimiento en lugar de eliminarlo.

El Impacto del Apego y la Adicción

El deseo conduce al apego, lo que puede llevar a la adicción. Nos apegamos a las cosas que creemos que nos proporcionan felicidad y, al hacerlo, generamos un miedo constante a perderlas. Este apego se convierte en un doloroso recordatorio de que nada es permanente. Este ciclo se traduce en un sufrimiento aún mayor, creando una montaña de preocupaciones que impide alcanzar la paz interior.

Cultivando la Generosidad como solución

Buda enseñó que la percepción de una mente dominada por el deseo es realmente un reflejo de la falta y el miedo en nuestro interior. Tanto mayor sea nuestra sensación de escasez, más intensamente deseamos, y este deseo nos sumerge en un abismo de miedo y ansiedad.

La Paramita de la Generosidad se presenta como un remedio poderoso. Al cultivar la generosidad, empezamos a reconocer que todos poseemos riqueza interior. No es necesario esperar a ser ricos en términos materiales para ser generosos. La generosidad puede manifestarse de muchas maneras: amor, atención, sabiduría, o simplemente una sonrisa. Al dar sin esperar nada a cambio, nos liberamos del ciclo del deseo y comenzamos a sentirnos verdaderamente ricos.

Generosidad: Un Ciclo Virtuoso

A medida que compartimos y damos a los demás, experimentamos un aumento genuino en nuestra propia sensación de bienestar. Este acto de dar se convierte en un “círculo virtuoso” que nos aleja del deseo egocéntrico, permitiéndonos experimentar vínculos más profundos con los demás y con nosotros mismos.

Reflexiones sobre la Crisis Económica Actual

En el contexto de la crisis económica actual, el budismo nos ofrece una perspectiva reveladora. No es la crisis lo que crea pobreza y escasez, sino más bien una actitud colectiva atrapada en el deseo y el egocentrismo. Localizar la solución en el mundo exterior solo perpetúa nuestros desafíos; en cambio, el cambio debe comenzar dentro de nosotros. Si la generosidad se expandiera en nuestra sociedad, podríamos posiblemente terminar con muchos de los problemas que enfrentamos hoy.

Este artículo ha sido inspirado en las enseñanzas del Lama Jinpa Gyamtso, quien las impartió en el centro Samye Dzong de Madrid en 2007.

Samye Dzong Madrid

www.samye.es/es/madrid

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