La piel nos transmite quienes somos desde varios puntos de vista
En la terapia estética Kogo, el terapeuta es un artista que contempla a la otra persona como si fuera una obra de arte. Se aprecia a la persona con mucha profundidad reconociendo en cada matiz una pista hacia su ser interior.
Para llegar a este punto de vista es necesario crecer como persona; para poder apreciar verdaderamente los puntos sutiles es necesario elevar la propia conciencia. Esto es muy parecido a la música; cuando uno es principiante se le escapan muchos matices pero pasados los años, diez o más, se escuchan cosas que uno ni soñaba que existieran.
Una de nuestras diagnosis es la de “palpación”, este sería el diagnóstico superficial del rostro que haríamos, pero el sentido más profundo de nuestro diagnóstico es más abstracto. Sería tocar el núcleo de la persona, palpar su interior.
Este diagnóstico más profundo se llama Setsu Shin, que significa cortar, abrir el núcleo o usar las manos como si fueran cuchillos, en sentido figurado. De esta manera se intenta describir como uno perfora las capas exteriores de la personalidad, o ser físico, de otra persona, para entrar en su interior, para palpar su naturaleza interior o alma.
Cuando estrechamos la mano a una persona se produce un intercambio de información sutil pero profundo
Cuando en un primer contacto con la persona que vamos a tratar, estrechamos sus manos, percibimos desde el principio su carácter, sentimos su naturaleza interior y tratamos de comunicarle la nuestra. Cuando estrechamos la mano a una persona se produce un intercambio de información sutil pero profundo.
Cuando el terapeuta se encuentra con el rostro penetra profundamente dentro de la persona, palpando cada fibra y cada hueso, percibiendo cada resistencia, cada matiz de su carácter que se refleja claramente en su piel.
Esta es una exploración más abstracta que trata de entender a la persona física, emocional, psicológica y espiritualmente, es decir en todos sus aspectos.
La piel que llora
Todos sabemos que los estados emocionales que no controlamos llevaran a nuestro organismo a una falta de equilibrio. Algo que nos afecta en nuestro plano emocional va a repercutir en nuestra salud física, y se va a reflejar en nuestro cuerpo.
Si las emociones se reflejan en todo nuestro cuerpo, por supuesto se reflejarán en nuestro rostro. Dentro de las diferentes capas de piel que tiene el rostro, no hay que olvidar los sistemas que se encuentran debajo de ella, sistema sanguíneo, linfático, nervioso…
Luego también tenemos recubrimientos en los sistemas, como las fascias que recubren la musculatura y que se mueve de forma independiente al sistema muscular.
Estos sistemas o recubrimientos con densidades diferentes, movimientos diferentes, y vibración diferente, van a contarnos muchas cosas de la persona que tenemos en nuestras manos.
Con el primer diagnóstico que mencionábamos podremos empezar a ajustar la presión que debemos de ejercer en los tejidos de cada persona.
No es lo mismo una persona que tenga una inflamación generalizada en el rostro, que una persona que solamente tenga una inflamación en una determinada zona del rostro.
El diagnóstico multireflexológico vietnamita que utilizamos en Kogo reconoce diferentes zonas en el rostro que reflejan diferentes órganos, a lo que hay que unirle que existen meridianos y canales de energía que tienen su comienzo en el rostro.
Cuando comento que “la piel llora” estoy diciendo que la piel está cargada de líquidos, como por ejemplo la linfa, que se encuentra retenida. Si nos miramos al espejo y observamos bien la imagen podremos ver estas inflamaciones en el contorno del rostro, pueden ser edemas o en algunos casos inflamación generalizada. Si palpamos sutilmente la zona de debajo de las mejillas, vulgarmente llamados “cachetes”, observamos que al tacto no manifiestan ninguna resistencia y podemos percibir un vacío energético.
Esta piel llena de líquido que tiende a pesar y genera un descolgamiento natural que muchas veces achacamos a la edad, no es ni más ni menos que una retención masiva de líquido. Dependiendo del tiempo que lleve instalada será más fácil o más difícil de retirar, pero se consigue, devolviéndole al rostro su contorno anterior.
El caso de los edemas en los párpados no es tan sencillo; esta retención de líquido es complicada de retirar si solo actuamos desde el exterior. A veces nos encontramos con acumulación de líquidos que pueden corresponder al recorrido del meridiano de estómago y o de vejiga.
Si tirásemos ligeramente del parpado inferior, podremos examinar el interior que es un buen indicador del sistema circulatorio.
Esta zona ha de tener un color rosado. Si fuera demasiado pálida está manifestando una anemia o si parece enrojecida en exceso podría tratarse o de una infección o inflamación.
Los depósitos de mucus en la cara interna o externa de los ojos revelan depósitos similares a nivel orgánico. Si fuera el párpado superior, son depósitos situados en la parte alta del cuerpo y si fueran en el inferior serian depósitos en el abdomen. Tratamos las inflamaciones desde todos los ángulos que nos permitan las técnicas manuales que utiliza la medicina tradicional china y vietnamita, desde el punto de vista multireflexologica y desde el “Ki” en MTC.
Los meridianos más importantes que controlan el movimiento de los líquidos en el cuerpo son los de riñón y vejiga.
Desarrollando todas las técnicas manuales disponibles para realizar un drenaje masivo que elimine estas inflamaciones, vamos a conseguir un aspecto mucho mas juvenil y sano para el rostro.
Natacha de Cortabitarte
Facialista certificada por KOBIDO Japón
Espacio Kogo