El Dr. Gaona indaga en su último libro “El Límíte” () sobre la Consciencia. Se trata de una profunda investigación sobre la consciencia, el cerebro y las experiencias cercanas a la muerte, en la que se mueve en los límites de la ciencia.
Es Doctor en Medicina (cum laude) en la rama de Psiquiatría por la Universidad Complutense, máster en Psicología Médica y especialista en psiquiatría Forense. Premio Jóvenes Investigadores de la Comunidad de Madrid. Fue responsable del área de salud mental en la guerra de Bosnia para la ONG Médicos del Mundo.
Es colaborador del programa Cuarto Milenio que dirige Iker Jiménez en Cuatro. En los últimos años ha trabajado en el campo de la neuroteología, ciencia que estudia los fenómenos místico y espirituales desde la perspectiva neurológica. En esta línea, dirige el Proyecto Túnel, un lugar de encuentro para personas que han sufrido experiencias cercanas a la muerte (ECM). Parte de sus investigaciones en este tema las recopiló en su libro “Al otro lado del Túnel”. Con “El Límite” llega la segunda parte, libro por el cual le hemos entrevistado.
¿Tenemos mucho miedo a la muerte?
Como seres vivos que somos la muerte es la contradicción. El miedo a lo desconocido. Aunque ya sabes eso de ¿Por qué tener miedo a la muerte? Cuando la muerte se presenta tu ya no estás y cuando estás, la muerte ya no está.
Has sido responsable del área de salud mental en la guerra de Bosnia para la ONG “Médicos del Mundo” y también has colaborado en Mali, con ONGs que dependían del ACNUR ¿Allí la visión de la muerte es distinta?
Si varía muchísimo. En Occidente vivimos totalmente de espaldas a la muerte sumergidos en un espacio tan tremendamente materialista que paradójicamente no nos hace disfrutar de la vida. A veces las persona creen en el fondo que tienen una vida prácticamente infinita, aunque obviamente no lo sea, con un horizonte prácticamente ilimitado, exento de sufrimiento, exento de enfermedades y exento de la propia muerte, de manera que cada vez que se enfrentan a ello se sienten inmensamente frustradas. Si la mayor parte de la gente se diera cuenta de que se va a morir en cualquier momento cambiaría la sociedad de manera radical, empezaríamos quizá a cumplir nuestros sueños, a intentar luchar por lo que realmente queremos hacer y no dejaríamos eso para el futuro.
¿Qué novedades van a encontrar los lectores con respecto a su anterior libro “Al otro lado del Túnel”
La orientación es distinta. Una vez que escribí “Al otro lado del Túnel”, que iba mas en sintonía con libros similares de relatos de experiencias (ECM) como hizo en su momento Raimond Moody, introduciendo elementos de neurofisiología, me dí cuenta de que realmente el problema a resolver era el tema de la Consciencia. Para ello en estos últimos años me he dedicado a viajar, a trabajar con algunas Universidades, una de ellas la Laurentian University de Ontario, particularmente con el Profesor Persinger, Director del Laboratorio de Investigación de la Consciencia, y a participar en experimentos.
¿Hasta qué punto las ECM son fruto de causas fisiológicas?
Es probable que gran parte sea una mera respuesta de tipo neurofisiológico. Lo que no sabemos exactamente es qué partes si, y qué partes no. Se han intentado reproducir algunas de estas vivencias, partes, desde el punto de vista experimental y es verdad que se han podido reproducir. No se ha podido reproducir toda la secuencia completa.
Lo que más me atrae son aquellos aspectos de más difícil explicación como por ejemplo que durante las experiencias extracorpóreas alguien tenga facilidad para conocer qué ocurre en otros lugares, o que alguien cuando vuelve de la muerte o de ese estado venga con mensajes, con algún tipo de don o clarividencia, o conociendo otro tipo de cuestiones que ha llegado a saber en ese supuesto más allá. Esas cuestiones que son objetivables son quizá las más interesantes
¿Crees en la existencia de presencias, espíritus…?
Existen teorías desde el punto de vista neurofisiológico que tienen que ver con la integración del esquema corporal del yo que pueden explicarlo. Habitualmente notamos que nos encontramos imbuidos en un cuerpo. Esa sensación puede desplazarse en ocasiones al hemisferio heterolateral, es decir, si tienes una dominancia en un momento dado derecha o izquierda, puedes notar que está al otro lado, por ejemplo detrás a la izquierda… En el fondo estamos detectándonos a nosotros mismos, pero lo interpretamos como si fuese otra persona.
Podría ser que existan distintos tipos de presencias
Luego existen otras teorías más arriesgadas que apuntan en otra dirección. Además podría ser que existan distintos tipos de presencias. Podría ser que estuviésemos recuperando improntas, huellas, que pudieran estar en nuestro entorno, de la misma manera que podemos ver una fotografía que ha atrapado la luz, en el siglo XIX, y tu la tienes delante de ti.
Leí hace poco un artículo sobre una investigación de las visitas de espíritus en sueños, a gente cercana a la muerte.
El tema de las presencias, o encuentros con antepasados muertos son experiencias del final de la vida, que pueden referirse hasta meses antes de la muerte. Lo llamativo es que la persona, aunque sea anciana, se encuentra muchas veces en perfecto estado de salud. Pero de repente, y de manera puntual, comienza a tener encuentros con personas como su padre, madre, abuelos, esposa, ya fallecidas… La mayor parte son conscientes de que eso aparentemente, tendría que ser imposible. Te dicen “Si, ya sé que está muerta, y es imposible, pero he estado con ella, y me ha dicho que no me preocupe, que no hay ningún problema, que todo va perfectamente bien.”
¿Y eso le pasó a 2 abuelos tuyos?
Si a los 2. En muchas familias suele ocurrir. Mi abuela meses antes de fallecer, estando perfectamente bien de la cabeza, se encontró aparentemente con mi abuelo Pepe que había fallecido años antes. Nos dijo que acababa de estar con él, y sabía perfectamente que había fallecido.
Pasado ya un tiempo ¿Cómo calificarías la presencia que experimentaste en el famoso programa de Cuarto Milenio en el teatro Cervantes de Almería? (un teatro donde hay gente que afirma que hay sucesos paranormales; ver vídeo pinchando aquí)
Inicialmente fui tremendamente escéptico. Cuando tuve la sensación de esa presencia seguí pensando que era una cuestión meramente neurológica. Sin embargo, hubo una serie de factores que me llamaron mucho la atención, como el acompañamiento de sonidos que además fueron registrados por los equipos que estaban grabando. Una de las cámaras, justamente la que estaba en el lugar donde esa presencia me siguió, se apagó de una manera inesperada y dejó de funcionar. Lo más llamativo es que durante la semana después, esa especie de presencia me seguía. Tenía la sensación de que todavía me acompañaba. Podía ser por mera sugestión, pero entonces sucedió una cosa, que describo en el libro.
Durante unos días escuchaba pequeñas sílabas “ey, uh, tu” y no le dí mayor importancia pensando que era sugestión del impacto emocional de lo que había ocurrido en el Teatro Cervantes. Pero una semana después, estaba en mi casa en el cuarto de baño, lavándome los dientes, y en ese instante volví a escuchar, como si estuviera en la misma puerta del baño “ey, ey” o algo así. Salí del baño y estaba mi mujer en la habitación, y la dije: “Tu acabas de escuchar lo mismo que yo, ¿verdad? Porque llevo toda la semana escuchando pequeños sonidos”. Yo no le había dicho absolutamente nada para no influenciarla ni generarla temor. Y dió la casualidad que ella también escuchaba lo mismo. Al día siguiente la cosa cesó. A los pocos días volaba a
Canadá a la Universidad Laurentian y se lo comenté al profesor Persinger que lo encontró lo más natural del mundo: “Se te queda algo impregnado, y poco a poco se va quitando y desaparece.” Y la verdad es que ocurrió así, como dijo; desapareció y no volvió más.
¿La consciencia que no está físicamente en el cerebro?
Hay líneas distintas de investigación. Están los más ortodoxos que opinan que todo absolutamente se encuentra en el cerebro y otros que opinamos que una gran parte está en el cerebro pero que también es muy probable que el cerebro actúe como una especie de antena bidireccional, tanto de una manera receptora como emisora, y que existe una interacción continua entre un espacio radioeléctrico, llámenoslo así, y el propio cerebro, en el que intercambian información.
Es muy probable que el cerebro actúe como una especie de antena bidireccional
Yo por ahora estoy intentando estudiar ese intercambio de información para ver cómo podría ser centrándonos en esos 2 factores: cómo actúa el cerebro cuando recibe información, y la otra es, si acaso el cerebro puede emitir algún tipo de información, y ahí es donde entran en juego los generadores de números aleatorios y los experimentos con láser que vamos a comenzar este año. Supuestamente nuestra conciencia altera el azar, bajo circunstancias muy particulares.
¿Existe el alma?
Creo que es muy probable que exista algo que perdure, pero habría que definir bien que significa perdurar. Si que hay algo que deja una impronta muy probablemente cargada de información. Ahora bien que esa impronta cargada de información sea autoreferencial, sea capaz de reconocerse a sí misma, tenga añadido el concepto de consciencia como tal… quizá no sea exactamente eso. Pero no lo sé. Si es probable que quede una impronta, lo puedes llamar alma, consciencia, espíritu…
¿Y crees en la reencarnación?
Si acaso quedasen esas improntas no sería extraño que conceptos como la Cuna de las Almas que defiende Stanislav Grof, y Jung con la Consciencia colectiva, pudieran de alguna manera ser un mecanismo a través del que al nacer recuperemos algo de esa consciencia colectiva. No dejaría ser una especie de reencarnación si recuperamos parte de esa consciencia.
En el Hospital Mount Sinaí hace unos meses publicaron un estudio sobre cómo los nietos de personas que habían estado en campos de concentración presentaban anomalías psicológicas; es algo para lo que la ciencia no ha encontrado explicación. ¿Dónde está? ¿En el ADN? ¿en el ARN? ¿Cómo sabe un pajarito hacer su nido, de una manera determinada y en una época exacta? ¿Cómo está escrito eso en las moléculas? Está lleno de misterios lo que no quiere decir que todo ello tenga una explicación paranormal o sobrenatural sino que a lo mejor la ciencia es mucho más paranormal y sobrenatural de lo que nos creemos.
Lo analizamos todo desde nuestros 5 miserables sentidos y construimos un mundo muy pobre. Si viésemos ahora mismo los rayos x, los rayos gamma, todas las radiaciones, veríamos un mundo radicalmente distinto, pero muy real. Si tuviésemos más sentidos la construcción de nuestra realidad sería distinta.
Ha habido casos de trasplantados que están teniendo sensaciones extrañas. Es una tema polémico porque ya sabes la que se montó cuando Mariló Montero lo comentó en su programa en TVE…
La ciencia tiene que ser siempre políticamente incorrecta. Es la que tiene que decir que la Tierra no es plana, y que el corazón provoca la circulación de la sangre, aunque luego quemen a alguno en la hoguera. Los tiempos no han cambiado. La hoguera de hoy se llama Twitter o Redes Sociales.
Los investigadores que veo adheridos a una teoría y son inamovibles a mi me generan cierta desconfianza. A medida que vas conociendo cosas, te vas abriendo de mente, y vas entrelazando campos, es inevitable que tu perspectiva del problema cambie. Una de las fortunas que yo he tenido es que he conocido a los mejores en este campo y no me he casado con ninguno. Al inicio de cada clase el profesor Persinger invita a sus alumnos a que cualquier diga lo que desee sin miedo a ser ridiculizado. Yo entiendo muchas veces porque la Inquisición tuvo tanto arraigo en España y ha dejado impronta.
Hay algunas webs guiadas por científicos que parecen Torquemada.
¿Entonces confirmas que existe casos?
Si, existen casos en lo que la persona que ha sido trasplantada tiene una serie de vivencias sumamente extrañas. Conozco personalmente varios casos de pacientes trasplantados de hígado y corazón. Gente que no entiende cómo de repente le gusta otro tipo de platos, de música; una parte de ellos ha cambiado totalmente. Es un campo apasionante para seguir investigando.
Luc Montagnier, premio Nobel de Medicina, apuntaba que es muy probable que haya ciertas estructuras del llamado ADN basura, ese ADN del que no se ha sabido interpretar qué es lo que hace, que de alguna manera sintonizan a cada uno con su consciencia. Es como nuestros móviles; cada uno tenemos un número y aunque haya varios en el mismo espectro electromagnético cuando tu llamas a alguien te atiende esa persona. Según esa teoría, no sería extraño que cuando hay una parte de otra persona dentro de nosotros pueda haber ciertas alteraciones en la captación de esas señales.
¿Y cuál es su próximo proyecto?
Ahora mismo quiero acabar de probar y convencerme yo mismo además que somos capaces de tener una influencia sobre el mundo material que nos rodea porque eso explicaría muchas cosas, entre otras la trasmisión de pensamientos, la microtelequinesia, el influir sobre otras personas a distancia y multitud de cuestiones… Ya ha sido comprobado y publicado en revistas científica pero soy tan escéptico que quiero replicarlo.
Cristina García Castro
Espacio Humano