El Voto del Silencio

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2,5 minutos de lecturaActualizado: 20/09/2024Publicado: 07/03/2016Categorías: Ramiro CalleEtiquetas: , , , , , , ,

Eran cuatro monjes que decidieron hacer un retiro espiritual en un recoleto y remoto monasterio de la montaña. Estaba en su ánimo entrenarse intensamente en la meditación. Se instalaron en un ala del monasterio y solicitaron no ser molestados para nada a lo largo de siete días, pues habían determinado, también, mantener rigurosamente el voto del silencio durante esos días.

Se reunieron los cuatro monjes la primera noche a meditar. Estaban en un silencioso santuario en el que reinaba una apacible atmósfera, a la pálida luz de las lamparillas de aceite. Los cuatro monjes adoptaron la postura de meditación y comenzaron a meditar. Les acompañaba un asistente para hacerse cargo de los asuntos domésticos.
Transcurrieron dos horas. De repente, una de las lamparillas amenazó con apagarse y uno de los monjes, dirigiéndose al asistente, le dijo:

– Asistente, estáte bien atento y no permitas que la lamparilla se apague.

Entonces, uno de los monjes le llamó la atención, diciéndole:

– No se debe hablar en la sala de meditación porque, además, estamos en el más severo voto de silencio durante siete días. No lo olvides.

Indignado porque dos de sus compañeros habían quebrado el voto de silencio, otro de los monjes dijo:

– ¡Es el colmo! ¿No recordáis que hemos hecho voto de silencio?

En ese momento, el cuarto monje, enfadado, les miró censuradoramente a los tres compañeros y dijo a media voz:

– ¡Qué pena! Soy el único que observa el voto de silencio.

REFLEXION:

Uno de los mayores obstáculos y frenos en la senda hacia la autorrealización es el autoengaño. Todos tendemos a tejer una impresionante red de autoengaños, justificaciones y pretextos falaces, y se requiere la aceptación consciente de sí y una observación minuciosa y sagaz de uno mismo para ir poco a poco conociéndose y desenmascarándose, por doloroso que a veces esto último resulte.

No resulta fácil ir superando los denominados velos u oscurecimientos de la mente, pero es necesario para desarrollar el entendimiento correcto y mejorar los comportamientos mental, verbal y emocional. Si la persona sigue autoengañándose, no podrá salir del circuito de sus distorsiones y espejismos mentales.

Mediante la vigilancia de sí mismo, el examen de la mente y de los actos, la práctica de la meditación y el autoconocimiento, uno va logrando esclarecer la visión y deshacer la urdimbre de autoengaños, pudiendo así madurar y superar agujeros psíquicos, carencias emocionales y enmascaramiento

Ramiro Calle
Centro Shadak

Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak

Ramiro Calle

Autoridad del Yoga y Escritor. Director del Centro Sadhak

Ramiro Calle

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