El espíritu es lo que llena de vida nuestros cuerpos y da sentido a nuestra existencia.
“La forma es el cuerpo del espíritu, el espíritu es el utilizador del cuerpo – sin espíritu la forma no puede vivir, sin la forma el espíritu está sin vida”. Lèi Jing– texto clásico taoísta
Cuando nos miramos en el espejo, todos podemos reconocer que ese que está ahí soy yo, ¿pero quién es este yo, de dónde viene?, ¿soy yo la cara que tengo esta mañana?, ¿soy yo esos ojos, esa nariz, o esa boca?
¿Quién o qué es eso a lo que yo llamo YO?
Esta es la gran pregunta a la que el ser humano ha intentado responder desde que inició su aventura por el camino de la consciencia. A la que todas las religiones y filosofías de la historia han intentado aportar luz, para explicar nuestra presencia en este mundo.
El Chi Kung, como ya he explicado en numerosas ocasiones, no se trata de ejercitar el cuerpo con el único fin de mejorar nuestra salud, pues el cuerpo sin el espíritu no puede vivir, y el espíritu sin el cuerpo no tiene vida.
El Chi Kung forma parte de las enseñanzas taoístas, esta filosofía, (que al igual que el budismo no es una religión, pues no se adora a ningún dios) es anterior al siglo VI a.C. y es la base de la cultura china y de todo su sistema de salud, la Medicina Tradicional China, sin la cual no se puede entender. Así el taoísmo se esfuerza por comprender el orden del universo, y el lugar que ocupa el ser humano en relación con la naturaleza, para saber cómo orientar nuestras vidas.
¿Qué es el espíritu?
Para comprender el sentido que el taoísmo le otorga al espíritu en su relación con el cuerpo, nos tenemos que remitir a escritos que aparecen en los textos clásicos, donde se entiende al espíritu como conciencia organizadora, poder espiritual, alma, el espíritu es invisible, sin forma, inaudible, es puro YANG. Solo podemos percibir el resultado de sus movimientos, así como la acción del viento sobre las nubes.
“El espíritu se acumula, luego hay vida, el espíritu se va, luego es la muerte. Es incluso el precursor de todas las criaturas, antes que los mecanismos de transformación del Cielo y de la Tierra, del Yin y del Yang”.
(Liú Yi Ming – maestro taoísta de la dinastía Qing)
¿Cuál es el origen del espíritu?
Las primeras manifestaciones del espíritu, se remontan a la aparición del SER (Espíritu Original), que proviene según el taoísmo del Vacío Supremo (Tài Xu), incluso del mismo TAO.
Curiosamente, más de 2.600 años después de que surgiera esta comprensión sobre nuestro origen, las modernas teorías científicas, sugieren que el universo se ha formado a partir del vacío…
El vacío, en el sentido taoísta significa aquello que todavía no tiene forma, lo que aún no se ha manifestado, pero que encierra en sí todas las posibilidades de manifestación de la existencia.
¿Cómo aparece el espíritu en el hombre?
Según el pensamiento Taoísta, el espíritu espera el encuentro entre los dos futuros padres, cuando éstos unen sus respectivas esencias (el espermatozoide y el óvulo), es cuando el espíritu se fija sobre la trama de la vida. Este suceso, en el que la consciencia toma forma en la estructura, le aporta al embrión un potencial de vitalidad, de dinamismo, de formas, de estructuras, de ritmos, etc.
Así el espíritu es el principio organizador que permite la fusión entre las Energías Heredadas; caracteres (información) que nos aportan nuestros padres y ancestros, como la especie, la raza y otras peculiaridades genéticas y las Energías Adquiridas; el aire que respiramos, el agua y los alimentos que tomamos, los sabores, los olores, el Qi, estímulos sensoriales, emociones, etc.
La consciencia organiza la fusión entre el cielo anterior y el cielo posterior. Es decir, la fusión de lo que hay antes de la concepción y después de la concepción del individuo.
El espíritu es el precursor mismo de la vida, sin él no habría proyecto de vida.
De la calidad de la esencia que tengan los padres, y a través de ellos de los linajes respectivos y de la especie, depende la calidad del espíritu al instalarse en el cuerpo y por lo tanto de su manifestación correcta.
Esto es lo que hace afirmar a la tradición, que el espíritu es producido por la energía esencial.
Con el fin de expresarse, el espíritu necesita un anclaje permanente para poder mantenerse encarnado en una estructura viva, pues en caso contrario su naturaleza celeste, puro YANG, le empujaría a volver al Cielo del que procede.
Así, la esencia del cuerpo físico, debe ser constantemente preservada, enriquecida, mantenida y protegida para enraizar y alimentar el espíritu.
El espíritu según el tao es la raíz de la vida
El espíritu reside en el corazón, en el cerebro o en ambos, el espíritu anima el conjunto formado por la vida física y psíquica del individuo. En el plano de la existencia terrestre, es la aparición del espíritu lo que determina la vida, y su desaparición lo que determina la muerte.
La acumulación de la energía más Yang del Cielo se convierte en espíritu, y la acumulación de la energía más Yin de la Tierra, es lo que produce el cuerpo, la forma.
“El cuerpo es la residencia de la vida, el espíritu es el gobernadorde la vida” Huái Nán Zi – El Maestro de Huai Nan
El espíritu es el maestro de los sentidos
Los cinco sentidos se considera que son una de las herramientas privilegiadas del espíritu. Los ojos, las fosas nasales, las orejas y la boca, se les considera como los orificios claros del corazón, y a través de ellos el espíritu se informa del mundo exterior y se comunica con él.
Los sentidos son zonas de contacto y de intercambio, que permiten al espíritu estar lúcido ante el mundo exterior.
El espíritu es el máximo organizador de las habilidades sensoriales, de la información, del lenguaje, del intercambio y de la comunicación. “El buen funcionamiento de los sentidos determina la agudeza de la consciencia”.
Janú Ruiz
Instructor de Qi Gong