«Enfermamos inconscientemente, tomamos conciencia, y nos sanamos inconscientemente” (Enric Corbera).
Este método y forma de vida creado por Enric Corbera, nace de la unión de la Nueva Medicina Germánica del Dr. Hamer, el trabajo con el árbol genealógico y técnicas como PNL, hipnosis ericksoniana… De esto existe abundante información, videos y libros, para el que quiera profundizar en este método, nuestra intención en este artículo es acercarnos más a una vivencia personal, a lo que ha aportado a nuestra vida y a la de nuestros clientes; lo principal, “Recobrar nuestro poder personal”.
¿Y si tuviéramos un GPS humano? Una tecnología que te puede facilitar el día a día, especialmente cuando te pierdes, esto es la Bioneuroemoción. Para superar cualquier bloqueo, síntoma o conflicto, lo primero que necesitamos es saber dónde estamos, en qué lugar, de donde partimos para solucionar lo que nos preocupa, la mayoría de nosotros vivimos en cintas andadoras, creemos avanzar pero permanecemos en el mismo lugar, quietos e infelices. La primera toma de conciencia que me proporciona la BioNeuroEmoción es esta saber exactamente donde estoy.
El síntoma o enfermedad, es una ayuda, es un mensaje de nuestra biología y la inteligencia evolutiva que nos sustenta como vida, que no se deja engañar con los rollos de nuestra cabeza, y con contundencia nos dice en qué estamos siendo incoherentes con nosotros mismos, donde hay algo que hemos de aprender para estar mejor, para ser más justificaciones que cuando miramos estas señales, lo que nos está pasando, es como si miráramos unas señales que estuvieran escritas en chino. Sé que es una señal pero no tengo ni idea de lo que pone. Con el desarrollo industrial y cultural de la humanidad en muy poco tiempo nos hemos alejado mucho del lenguaje de nuestra biología, de la sabiduría de la vida que se expresa y nos habla a través de nuestros cuerpos.
La gente me pregunta: “¿Y la BioNeuroEmoción funciona? ¿Hay estadísticas?” y ahora me sorprende que yo hiciera esa misma pregunta hace ya casi un año y medio. Recuerdo que alguien me contestó: “¡No, no hay estadísticas!” y mi mente, que necesita que todo esté demostrado, cualificado y clasificado, no entendió el porqué. Ahora entiendo que la paz que se siente cuando se resuelve un conflicto experiencia cuesta sangre, sudor y lágrimas. Se empieza investigando el árbol genealógico, vas a los registros, a las parroquias, a los cementerios, hablas con familiares, visitas los pueblos de tus bisabuelos, incluso consultas periódicos de la época, todo para darte cuenta que el árbol es algo vivo que cambia con el tiempo y que nunca se termina de incorporar información. Esta experiencia necesita de toda la honestidad y sinceridad contigo mismo que puedas reunir, que estés dispuesto a enfrentarte a tus miedos más profundos e íntimos, a verlos y a integrarlos. Esta experiencia requiere, a cada instante de tu vida, escuchar los mensajes de tu cuerpo, observar la coherencia entre tus pensamientos, tus sentimientos y tus acciones, estar atento a los juicios que haces sobre lo que ocurre a tu alrededor, cambiar la percepción que tienes sobre las personas o situaciones y aprender a perdonarte a ti mismo. Y cuando emprendes el camino de esta experiencia y haces cambios en tu vida, observas cómo todo tu universo cambia contigo.
La BioNeuroEmoción nos ofrece una metodología para conseguir ser seres libres, sin Emoción nos enseña que todo esto es percepción, que no existe el tiempo ni el espacio, que las bases científicas por las que nos regimos son leyes newtonianas que se quedan pequeñas si queremos seguir evolucionando.
La BNE en mi vida ha marcado un antes y un después, pues gracias a la práctica de sus enseñanzas me he podido reconocer en mi propia esencia.
La BNE ha sido y es la mejor respuesta a las preguntas que me he formulado durante mis largos años de buscadora, para acceder a un nuevo estado de consciencia.
La BNE es la llave que me ha abierto la puerta hacia esa nueva y gozosa sensación de poder al saberme dueña de mis elecciones, la que me ha dado un mayor impulso de humildad para observar y reinterpretar el mundo, la que me ha hecho sentirme madura cuando he podido aceptar la plena responsabilidad de mis decisiones, asumiendo que mi vida, instante a instante, la voy creando de acuerdo a lo que pienso, siento, digo y hago.
La BNE me ha enseñado a ver a mi cuerpo como mi mejor aliado, ese amigo fiel que, a pesar de algunas inconveniencias, siempre te habla con sinceridad.
La BNE me ha enseñado a mirar hacia atrás sin rencores ni remordimientos, y a darme cuenta como la vida, paso a paso, me ha llevado hasta este mi momento presente, y a tener la certeza que nada ha sobrado ni nada ha faltado en el camino que me ha traído hasta aquí.
La BNE me ha enseñado que en mi corazón hay agradecimiento, comprensión, respeto y profundo amor hacia todas esas personas que me han precedido en mi clan.
La BNE me ha mostrado el sabor de sentirme honrada al ser la depositaria de la confianza de todos ellos para llevar una nueva información a mi clan familiar, información nos está haciendo a todos más libres. El mejor regalo es poder ver ese cambio en mis propios hijos.
Por todo ello, y con la más profunda honestidad, brota una palabra de mi corazón ¡¡GRACIAS!!
Equipo de BioNeuroEmoción de Espacio Orgánico
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