Breve descripción de enfoques diferentes dentro del campo del Arteterapia: Conductista, Psicoanalítica, Talleres de expresión, y Gestáltica-Humanista. Fundamentos principales del Arteterapia Gestalt y sus objetivos. El cuestionamiento de los valores sociales imperantes unido al deseo de ayudar a otras personas está emergiendo como una metanecesidad.
Al observar a las personas que llegan al Centro de Arteterapia y Terapia Gestalt en busca de formación, es evidente la confusión que existe sobre los diferentes tipos de arteterapia. Por eso, deseo contribuir a aclarar este panorama.
La diversidad en la arteterapia es tan vasta como las corrientes psicológicas que la sustentan, y cada enfoque presenta características que no siempre son evidentes para quienes no están familiarizados con el campo.
- Arteterapia Conductista – Este enfoque, fundamentado en la psicología conductual, busca modificar comportamientos. Un ejemplo claro es el de un niño con dificultades en sus tareas escolares: a través de ejercicios artísticos se le familiariza con un enfoque más estructurado, ayudándole a establecer un orden en su trabajo. También incluye actividades artísticas para corregir dificultades motoras, como el modelado con arcilla, que ejercita la coordinación y fuerza en las manos. Los talleres de manualidades y la terapia ocupacional se inscriben en esta corriente.
- Arteterapia Psicoanalítica – Al igual que en el psicoanálisis clásico, este enfoque se centra en el diagnóstico y la interpretación de las obras artísticas. Los psiquiatras y arteterapeutas analizan los significados subyacentes en cada color, trazo y forma.
- Talleres de expresión creativa – A menudo denominados arteterapia, estos talleres se centran en la expresión a través del gesto y la pintura. Son particularmente útiles para niños que presentan dificultades en la comunicación o inhibición emocional, ayudándoles a desarrollar su capacidad expresiva mediante ejercicios artísticos y dramatizaciones.
¿Qué es y para qué sirve el Arteterapia Gestalt?
La terapia Gestalt es parte de las psicoterapias humanistas, donde se fomenta una relación de igualdad entre arteterapeuta y cliente. En esta dinámica, el cliente no es considerado un paciente enfermo, sino un explorador de su ser. La labor del arteterapeuta es facilitar este proceso de indagación.
La terapia Gestalt se fundamenta en tres principios clave:
- El “darse cuenta”: Aprendemos a ser conscientes de nuestros actos, sensaciones, emociones y pensamientos. Este es un aspecto fácil de nombrar, pero complejo de cultivar.
- Todo sucede en el “aquí y ahora”: Aunque lo sabemos, frecuentemente nos distraemos mirando hacia el pasado o el futuro. El arteterapeuta ayuda a mantener el enfoque en el presente.
- Auto-responsabilidad: Aceptar nuestras acciones y omisiones sin caer en la culpa. Esto nos empodera a ser autores activos de nuestra vida, en vez de víctimas de las circunstancias.
Las metas de la Arteterapia Gestalt
La principal tarea del arteterapeuta en este enfoque es iluminar el camino del cliente para que pueda experimentar plenamente el aquí y ahora o señalar los modos en que evita hacerlo.
Además, el terapeuta estimula tanto a individuos como a grupos a explorar creativamente, permitiendo la integración de facetas desconocidas de su personalidad. Herramientas como propuestas artísticas, juegos teatrales y visualizaciones no son fines en sí mismos; son medios para el autoconocimiento, la integración y el desarrollo del potencial humano. El foco se coloca en la expresión, no en la perfección técnica, ya que la verdadera riqueza reside en el proceso y en lo que descubrimos sobre nuestro inconsciente.
Abraham Maslow, uno de los pioneros de la Psicoterapia Humanista, define un ser humano pleno como aquel que desarrolla al máximo su potencial físico, mental, emocional y espiritual.
Lograr que cada persona alcance su máximo potencial y que esta cualidad se expanda en su entorno familial y social es nuestra principal meta.
La metanecesidad emergente
Regresando a Maslow, él distingía entre necesidades básicas y metanecesidades. Cada epoch, cultura o contexto social presenta tanto necesidades básicas como metanecesidades únicas. Por ejemplo, cuando yo era niña, consumir fruta era un lujo, mientras que acceder a una educación privada era una metanecesidad para mis padres.
He observado muchas personas que, a pesar de poseerlo todo, enfrentan una crisis existencial por sentir un vacío. Están a menudo a la búsqueda de una metanecesidad aún no declarada. Además, actualmente observamos un creciente número de individuos que, partiendo de condiciones de vida más restringidas, buscan la formación en arteterapia motivados por un deseo genuino de enriquecer sus vidas y ayudar a otros.
Los contrastes que trabajamos en Gestalt se muestran claramente: mientras algunos valores dominan en la sociedad (como el poder y el dinero), emergen otros con un enfoque humanista y solidario.
Para canalizar adecuadamente esta metanecesidad, el trabajo personal es esencial. Conocernos en profundidad es fundamental para guiar el crecimiento de otros, permitiendo que la empatía y la salud intrínseca broten en cada individuo.
Elvira Gutiérrez
Dra. Bellas Artes, Psicoterapeuta Gestalt y Arteterapeuta
Directora Formación Centro Arteterapia y Terapia Gestalt
www.arteterapiahumanista.com
