El Psicodrama que nos cura

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El Psicodrama se aplica actualmente en infinidad de campos como en Psicoterapia, en Educación, en Centros de Salud Clínica y en el Mundo Empresarial. Definir de una manera sencilla el Psicodrama sería utilizar la definición que dio su creador Jacob Leví Moreno, quien dijo que era «un método para sondear a fondo la verdad del alma a través de la acción».

Conocer la teoría y la práctica de esta técnica humanista nos acerca a un conocimiento y crecimiento personal y a la vez, orientado a profesionales como terapeutas y trabajadores sociales, nos facilita una valiosa herramienta terapéutica aplicable a niños, jóvenes y adultos.

Para entender el Psicodrama tenemos que iniciar el recorrido de esta interesante técnica global con su creador, todo un personaje.

¿Quién era J.L. Moreno?

Nació en Rumanía un 14 de mayo de 1889 en la ciudad de Bucarest. A los 5 años de edad, emigró con su familia a Viena. Durante el siglo XIX Viena era considerada una de las grandes capitales del mundo, centro cultural, artístico, industrial, político y financiero de primer orden. No podemos obviar que Sigmund Freud estaba imponiendo sus ideas psicoanalíticas en ese momento a la sociedad vienesa. Y Moreno creció y se educó en ese ambiente intelectual y artístico. Estudió Filosofía y más tarde ingresó en la Facultad de Medicina para formarse como Psiquiatra.

Sobre una conferencia de Freud en la que asistió como oyente, Moreno llegó a decir que mientras que Freud era un experto en la interpretación de los sueños de sus pacientes, él quería enseñar a sus pacientes a soñar de una manera constructiva para mejorar su salud mental. Ya se vislumbraba su estilo transgresor.

Fue interesándose en los problemas sociales en ambientes deprimidos, trabajando con prostitutas, en prisiones, con afectados por la guerra… y gracias a su empeño fue surgiendo el concepto de las relaciones grupales. En 1925 emigró a Estados Unidos donde empezó a difundir su idea, no bien recibida en el mundo psicoanalítico y psiquiátrico vienés, y creó la llamada Terapia de Grupo. A él debemos este concepto terapéutico.

Moreno observaba el juego de los niños en los parques y se dió cuenta de que usaban con mucha frecuencia roles, normalmente familiares: Papá, Mamá; en ocasiones culturales: el Rey, la Reina; o educacionales: el Profesor o la Profesora… que les servían como vía de escape a sus frustraciones mientras jugaban con otros niños. Con ellos empezó a usar la técnica conocida en Psicología como el Juego de los Roles.

Podríamos escribir artículos extensos de la estructura, conceptos, agentes dinámicos y técnicas del Psicodrama, pero vamos a centrarnos en esta ocasión sobre la importancia del Juego de Roles.

Según la Real Academia Española se define el Juego de Rol como «Aquel en que los participantes actúan como personajes de una aventura de carácter misterioso o fantástico».

Desde un enfoque psicodramatista el Juego de Roles necesita de un componente elevado de espontaneidad y creatividad. Es la idea del momento, el concepto del aquí y ahora. Si representar un rol es una pieza clave para ayudar a entender nuestra manera de relacionarlos con los demás, el cambio de roles es una de las técnicas esenciales para trabajar desde la perspectiva del Psicodrama.
Podemos explicar el concepto de cambio de roles como una técnica esencial para ser capaces de ponernos en el lugar del otro. Y aquí cabe mencionar una conocida cita de Moreno que define su manera peculiar de entender el cambio de roles: «Un encuentro entre dos: ojo a ojo, cara a cara. Y cuando estés cerca arrancaré tus ojos y los colocaré en el lugar de los míos y tú arrancarás mis ojos y los colocarás en el lugar de los tuyos. Entonces te miraré con tus ojos y tú me mirarás con los míos». Moreno era así de apasionado, tanto en su vida, en su manera de hablar, como en su forma de trabajar.

Desde el mundo terapéutico, le debemos muchas cosas, entre ellas la idea de que la terapia tiene que integrar de una forma global el cuerpo, el pensamiento y las emociones. Moreno consiguió integrar las emociones y los sentimientos con la comunicación verbal y la comunicación corporal, por eso es una técnica única, global e integradora.

Pero, ¿por qué nos cura el Psicodrama?

Siguiendo con la técnica de los cambios de roles, ser capaz de ver con los ojos de los demás es una pieza clave para conocernos y conocer, valorando el punto de vista propio y ajeno. Por poner un ejemplo de los beneficios que aporta un cambio de rol podríamos hablar de los trabajos con adolescentes conflictivos; ponerse en el rol de sus padres hace que disminuye la dependencia y la agresividad hacia ellos. El adolescente tiende a ver el mundo desde su mundo, bastante limitado muchas veces; cuando son capaces de salir de su rol y ponerse en el rol de Padre o Madre, se abre un abanico de entendimiento hacia las figuras parentales. No sólo son capaces de entenderse mejor y saber qué les está pasando; también empatizan con el dolor que están provocando en la familia y se dan cuenta de que el cambio de rol agranda la percepción que tienen de su rol personal.

Usamos el cambio de roles para corregir conductas antisociales, para educar de manera sana y enseñar valores. Cuanta menor es la distancia psicológica entre dos individuos, el cambio de roles es más efectivo.

En terapia de pareja trabajamos los conflictos y crisis utilizando la técnica del Juego de Roles. Durante la etapa del enamoramiento cada miembro de la pareja proyecta un rol idealista del otro, parece que la otra persona es tan perfecta como la imaginamos. Realmente todavía no conocemos a nuestra pareja, pero la dotamos de cualidades y aptitudes imaginarias que nos hacen sentir merecedores de su amor. La fase del enamoramiento no es larga y pronto va creciendo un conocimiento mutuo que nos consciencia de la persona real que nos acompaña. Según decía Moreno, el sostenimiento de la relación conlleva, por un lado el crecimiento como miembro de la pareja y por otro, el aprendizaje de las renuncias personales. Cuando la pareja viene a terapia nos encontramos con el sentimiento de decepción ante el descubrimiento real de la otra persona, bastante alejado de la proyección idealizada inicial. Ayudarles a posicionarse en el rol opuesto es una técnica vital para el entendimiento de sus relaciones interpersonales.

La curación a través del Psicodrama viene por la capacidad de asumir y descubrir nuevos roles que nos haga sentir mejor en el mundo y con nosotros mismos. La facilidad de poder cambiar de roles es mayor cuantos más roles tengamos en nuestra vida.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

• Agustín Ramírez, José: Psicodrama. Teoría y práctica. Ed. Desclée de Brouwer (1997)
• Fonseca Filho, José: Psicodrama de la Locura. Nueva edición: Editorial Académica Española, Brasil, (2013)
• Herranz Castillo, Teodoro: Psicoterapia Psicodramática Individual. Ed. Desclée de Brouwer. 1999
• Herranz Castillo, Teodoro: Psicodrama Clínico. Teoría Y Técnica. Ed. de las Ciencias Sociales. 2004
• Moreno, Jacob Leví: Psicodrama. Hormé, Buenos Aires 1961
• Moreno, Jacob Leví: The Words of the Father. Beacon Hoyuse. 1972

Milagros Nuñez< /strong>

Psicologa. Sexóloga – Centro Itiee

www.itiee.org

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6,4 minutos de lecturaActualizado: 20/08/2017Publicado: 13/12/2013Categorías: Desarrollo PersonalEtiquetas: ,

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