Tus pies son un verdadero “disco duro” donde has grabado en un plano inconsciente la memoria de todo lo vivido, y eso conforma tus raíces con la vida. Un disco duro dónde se puede liberar y modificar esas memorias.
El trabajo reflejo en los pies viaja hasta el presente desde muy antiguo, desde un pensamiento unificador, basado en una de las leyes fundamentales que rigen este universo: la ley de correspondencia. Esta ley postula que “todo está en cada parte y cada parte está en el todo”
Contemplamos cómo el universo conocido va miniaturizando su modelo y repitiéndose a sí mismo a través de nuestra galaxia, nuestro sistema solar, la molécula, el átomo… Y sigue hasta las partículas minúsculas que nos hace imposible ver. Este mismo modelo, lo repiten de una u otra manera, todas las formas de vida.
En la condición humana, observamos cómo la totalidad del cuerpo se proyecta en infinidad de zonas reflejas, como las manos, la cara, el cráneo, el vientre, la lengua, el iris, y claro, ¡los pies!
Los pies son nuestras raíces y determinan nuestro caminar por la vida. En ellos encontramos un magnífico mapa de la totalidad del cuerpo.
Un mapa apasionante, que cuanto más nos adentramos a descifrar, más secretos y detalles nos desvela y más posibilidades de transformar y liberar lo estancado nos ofrece.
Experimentar, en cada punto reflejo de órganos, articulaciones o glándulas, la fuerza vital que incesantemente nos recorre, distinguir cuando fluye o está estancada, despierta en nuestro sentido del tacto, una riqueza desconocida hasta entonces.
Como ejemplo de terapia holística, no sólo accedemos al estado energético de cada órgano, sino al archivo de memorias que el órgano almacena y que desde lo inconsciente puede dispararse y salir en un momento vital concreto, somatizándose en cualquier sintomatología. Con el toque reflejo no sólo se ayuda a equilibrar y sanar la parte más energética, sino que tocamos los registros profundos que son la causa de lo que el cuerpo nos muestra.
El síntoma o el proceso de enfermedad es sin duda, un efecto, una pérdida del equilibrio ideal que llamamos salud.
La gran pregunta es ¿Por qué sucede?
Existen muchos factores: el estilo de vida, cómo repartimos el tiempo entre descanso y actividad, diversión, placer. ¿Qué y cuánto comemos y bebemos? ¿Cómo son nuestras relaciones humanas? ¿Nos sentimos afortunados o desdichados? Nuestro sistema de creencias, nuestra visión de la vida, del mundo, de nosotros… Pero en el fondo de todo, esto que está demostrado científicamente, modifica hasta nuestra genética, hay algo más escondido aún en un plano subconsciente.
Este potencial desconocido se irá liberando a lo largo de nuestra experiencia existencial de una u otra manera.
La reflexología podal es una invitación a hacerlo de la manera más bondadosa, fácil y saludable.
Vemos cómo a través de este trabajo, la persona entera modifica su bioquímica, relajándose profundamente, transforma sus emociones, su psiquismo, libera bloqueos y va cambiando su modo de percibir lo que vive y su relación con el mundo.
Problemas de obesidad, tensión arterial alta o descompensada, problemas de circulación tanto sanguínea como linfática, problemas digestivos, reumáticos, síntomas en vías urinarias y aparato genital, y un larguísimo etc., mejoran y frecuentemente desaparecen mientras la persona se va
sintiendo cada vez mejor ubicada en su mundo, que no deja de ser su propia creación.
Después de trabajar durante más de 35 años con la reflexología podal, no dejo de sorprenderme con sus resultados. Es una terapia dónde trabajamos la totalidad de la persona.
Esto significa que, para tratar la depresión, por ejemplo, no sólo vamos a incidir en el sistema nervioso, también en el aparato digestivo, principalmente en los intestinos, que además de ser la clave de los neurotransmisores imprescindibles en el sistema nervioso, son los órganos responsables de la digestión no sólo de la comida, sino de las experiencias que a todos nos toca atravesar.
Lo mismo ocurre cuando tratamos problemas de articulaciones. ¿Qué articulaciones muestran limitación? ¿son los hombros, brazos, muñecas o manos? Estos síntomas nos muestran una gran dificultad en la persona con su centro de la acción, lo que hace y no quiere hacer, lo que tendría que hacer y no hace. ¿Es el lado derecho o el izquierdo? Porque tiene un significado muy diferente.
¿Y si son las caderas su problema? ¿Qué obstáculo tiene, que le impide seguir caminando hacia delante en su vida? Por supuesto, me diréis que existe una problemática estructural y funcional en dichas articulaciones, que llamamos artrosis, artritis o simplemente falta de líquidos articulares que faciliten el movimiento. ¡Claro, naturalmente!
El cuerpo siempre tiene sus leyes y estas son las respuestas a las causas archivadas en un plano metafísico y superior. La reflexología podal, nos permite ayudar a liberar en todos los planos de
la conciencia corporal.
Es como poseer la llave del templo que somos. He de reconocer que es un maravilloso regalo que la madre naturaleza nos ofrece y siento que todo el mundo debería conocerlo. Es para todas aquellas personas que buscan una profesión dónde el objetivo es el servicio al buen vivir, además de saber cómo y dónde tocar en su familia y sus amigos. ¡Y todo esto disfrutando tanto al darlo cómo al recibirlo!
¿Quién se anima?
Mª Rosa Casal
Directora y Profesora de Escuela de Vida
Reflexóloga y Naturópata
escueladevida.es
