¿Qué es la escatología?
La escatología no coincide con el apocalipticismo. Este no cree, (o cree poco) en la actuación ya presente de Dios en la historia. Lo deja todo para el final. La escatología, es el final de un proceso paulatino, ya actuante en el pasado y en el presente.
Dos Concepciones de la Historia y la Escatología
Entre la gente espiritual, hay dos grandes concepciones de la historia y la escatología: la conservadora y la progresista.
Estas se diferencian en una cosa: mientras la concepción conservadora cae en el apocalipticismo, pensando que cada vez vamos a peor, y que al final tendrá que venir Jesús y luchar contra “las fuerzas del mal”, iniciándose entonces el periodo de mil años (milenarismo), al final del cual se conseguirá alcanzar la sociedad perfecta.
La Perspectiva Conservadora
“Estamos en los inicios de la era cristiana”, ha escrito el cardenal Lustiger, “Occidente (y sin duda el mundo entero), se ha convertido hoy en un enigma tal, se encuentra enfrentado a cuestiones tan inauditas, se expone a un juicio de tal magnitud, que debe considerar la hipótesis de que sólo el advenimiento de Cristo le ofrecerá las ideas y las fuerzas necesarias para asumir su destino”.
El Enfoque Progresista
La escatología progresista, por el contrario, piensa que poco a poco, y con grandes altibajos y retrocesos parciales, la Humanidad irá caminando hacia una organización justa y razonable y que solo en ese momento final, la Jerarquía Espiritual, saldrá a la luz (porque siempre habrá estado y estará presente aunque oculta), y liderará nuestra incorporación de facto al “Reino de Dios”.
Los Desafíos Materialistas
Por último, están los materialistas a ultranza que, como el economista francés René Passet, no son tan optimistas: “La perfección a la que todos aspiramos nunca se alcanzará y esta es una noticia excelente: la historia no tiene fin; en tanto que mujeres y hombres habiten este planeta habrá lugar para los sueños, la utopía y la superación de uno mismo”.
Perspectivas sobre el Futuro de la Humanidad
El psicólogo Joseph Campbell estaba convencido de que toda la especie humana, unida en su historia biológica, así como en la espiritual, que por doquier se ha desarrollado, avanza irresistiblemente hacia una especie de poderoso clímax, del cual ha de surgir el próximo gran movimiento.
Otros son menos optimistas. Mucha gente opina que las condiciones naturales de la especie “homo sapiens sapiens,” no permite que la generalidad de sus integrantes lleguen algún día al estado de racionalidad, autocontrol y buena convivencia, necesarios para llegar al Punto Omega teilhardiano. Que los procesos de mejoramiento personal que la moderna psicoterapia y algunas religiones proponen al hombre difícilmente podrán superar nuestros condicionamientos.
CONCLUSIÓN: Reflexionando sobre Nuestra Condición Humana
Llevaban razón los gnósticos de toda época cuando opinaban que la “salvación” está en el conocimiento de sí mismos y en evitar así el error y la alienación, un concepto que se encuentra en muchas tradiciones espirituales y psicológicas. La Sabiduría, anotada por el gnóstico Valentín, insiste en que nuestra existencia está llena de terror, confusión e inestabilidad. Ante esto, debemos tomar una postura proactiva, buscando la auto-organización social y el sentido en nuestra existencia cotidiana.
En definitiva, la escatología nos invita a considerar no solo el final, sino también el proceso y las decisiones que tomamos en el presente. Vivamos de una manera que honre tanto nuestro ser individual como nuestra existencia colectiva en este vasto universo.