Guía Completa sobre la Candidiasis: Síntomas, Causas y Tratamientos Efectivos

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6 minutos de lecturaActualizado: 16/07/2024Publicado: 16/07/2024Categorías: Mujer SaludableEtiquetas: , ,

La Cándida es una levadura presente en piel, mucosas y aparato digestivo, que se encuentra en armonía con la flora microbiana; pero en determinadas circunstancias se puede alterar dicho equilibrio y producirse una colonización por Cándida. Conoce sus síntomas y cómo hacerle frente.

Una colonización por Cándida puede pasar por ejemplo ante estrés crónico, diabetes, consumo excesivo de dulces, tratamiento con cortisona, anticonceptivos o antibióticos, cambios hormonales del embarazo, ingesta de metales pesados, etc.

En condiciones normales, existe una gran variedad de microorganismos que colonizan al ser humano. Muchos de estos microorganismos son beneficiosos para nuestro organismo y aunque otros podrían ser perjudiciales, conviven en equilibrio entre ellos. Si por algún motivo este equilibrio se rompe, se pueden producir diversos trastornos.

El estrés continuo o crónico puede producir un sinfín de desequilibrios en el organismo, entre los que se encuentra la disminución de la capacidad inmunitaria.

El sistema inmunitario es el encargado de controlar el crecimiento de las cándidas o de cualquier microorganismo que habita en condiciones normales en armonía con nosotros. En estas circunstancias de estrés, se facilita el desequilibrio de la flora microbiana, favoreciéndose el crecimiento de ciertas bacterias y levaduras, entre ellas la Cándida albicans, y desarrollándose así una candidiasis.

Un exceso de glucosa por ingesta excesiva de dulces, pan, alcohol, arroz (carbohidratos refinados) se convierte en un escenario ideal para el crecimiento de las cándidas, que a la larga, puede terminar creando un problema de candidiasis. Por esta razón, las personas diabéticas, con niveles de glucosa altos, tienen habitualmente más infecciones micóticas que el resto de la gente.

Cortisona, anticonceptivos o antibióticos afectan negativamente el equilibrio interno de la persona haciéndola más propensa a enfermedades crónicas e inhiben el crecimiento de microorganismos, sean estos perjudiciales o beneficiosos para la salud. Al quedar destruida la flora intestinal, que controla el crecimiento de las cándidas, estas son libres de crecer y reproducirse incontroladamente ya que no se ejerce ningún efecto regulador sobre ellas.

Durante el embarazo los niveles de progesterona aumentan. Unos niveles altos de esta hormona inducen a la producción de glucógeno (glucosa almacenada) que favorece el crecimiento de las cándidas vaginales.

Sustancias nocivas como el aluminio, nitratos, residuos fertilizantes, herbicidas y pesticidas, metales pesados, cloro y flúor también afectan al equilibrio de nuestra flora. El cloro destruye la flora intestinal y el flúor debilita el sistema inmunitario.

Síntomas de la candidiasis

En función de la parte del cuerpo afectada, presentaremos unos síntomas u otros.

Candidiasis oral se manifiesta como manchas de color blanquecino o rojo rosáceo en lengua, encías, paredes laterales de la boca o paladar y pared posterior de la garganta. En ocasiones pueden aparecer grietas y úlceras en la boca. La persona que padece este tipo de candidiasis presenta sensación de ardor en la boca y/o garganta, alteración del gusto y dificultad para tragar.

Candidiasis vaginal aparece con flujo blanco y espeso. También puede provocar enrojecimiento e hipersensibilidad de los labios mayores vaginales. Picazón y sensación de quemazón.

Cuando la candidiasis esofágica provoca dolor y dificultad al tragar. En este caso, no se ve a simple vista ya que aparece en la parte profunda de la garganta.

Candidiasis intestinal es otra forma de infección del hongo “Cándida albicans”. Sus principales síntomas son el estreñimiento o diarrea, indigestión, hinchazón e intolerancias a distintos alimentos. A nivel sistémico la candidiasis intestinal puede producir fatiga, pérdida de peso, depresión e irritabilidad.

El hongo puede trasladarse por el torrente sanguíneo y afectar a muchas partes del organismo originándose una candidiasis sistémica.

¿Qué podemos hacer frente a las Cándidas?

Evitar el exceso de azúcares, carbohidratos refinados y alcohol en la dieta.

Reducir el nivel de estrés organizando de la manera más efectiva nuestras tareas diarias.

Ejercicio físico para ayudar a regular nuestro nivel de glucosa. 40 minutos de caminata al día para mejorar la oxigenación de los tejidos y ayudar a la eficacia de los procesos metabólicos. Esto también nos ayudará a regular los niveles de estrés.

Usar ropa interior de algodón y cambiarla todos los días. Las fibras sintéticas aumentan la sudoración, creando un ambiente muy propicio para el desarrollo de la Candidiasis.

Limitar el uso de antibióticos, corticoides y anticonceptivos y hacerlo siempre bajo prescripción médica.

Consumir agua embotellada y limpiar bien los alimentos antes de consumirlos a fin de evitar al máximo sustancias que alteren la flora.

En caso de candidiasis recurrentes, sería recomendable la toma de prebióticos y probióticos que nos ayuden a equilibrar la flora. Los prebióticos son ingredientes alimenticios no digeribles que producen un efecto beneficioso al estimular el crecimiento y/o la actividad metabólica de un número limitado de bacterias en nuestro organismo. Los probióticos son microorganismos vivos que producen efectos positivos en nuestra salud, cuando se ingieren en las cantidades adecuadas. La mayoría de probióticos pertenecen al grupo de las bacterias lácticas (lactobacilos y bífidobacterias). Su ingesta se realizará siempre bajo la recomendación de un especialista, que nos indicará la dosis y el modo de empleo según nuestro caso particular.

Plantas medicinales que existen en la naturaleza y ayudan frente a la candidiasis:

Propóleo: Posee propiedades antifúngicas.

Uña de gato: Activa el sistema defensivo y es depurativa, ayudando en desequilibrios de la flora intestinal.

Equinacea: Presenta una acción inmunoestimulante debida a un aumento de las defensas del organismo mediante una estimulación no específica del sistema inmune.

Ajo: Contiene allicin, alliin, allyl, calcio, germanio, vitaminas A y C, B1, B2 y minerales. Protege contra las infecciones y es muy efectivo en tratamientos de Candidiasis. Desintoxica el organismo.

Semilla de Pomelo: Es un antibiótico natural bien reconocido por sus propiedades para combatir el parasitismo intestinal y la Candidiasis.

Coco: Contiene ácido caprílico (Calcio, Magnesio, Zinc) que tiene propiedades fungicidas naturales y ha sido reconocido como potente y efectivo en tratamientos de Candidiasis. Es muy útil para evitar la proliferación de las levaduras.

Astragalus: Es excelente para la estimulación del sistema inmunológico y para recuperarse de un ataque de Cándida o cualquier otra condición infecciosa.

Bardana: Ayuda a fortalecer el sistema inmune. Se le atribuye acción antimicrobiana y antifúngica.

Artemisa: Tiene propiedades antifúngicas.

Pau d’arco: Antifúngica. Además, contiene alcaloides con cierta actividad antidepresiva y sustancias amargas con actividad hipoglucemiante. Se utiliza como coadyuvante en el tratamiento de la diabetes, cansancio, estrés.

Este artículo constituye una fuente de información y no debe reemplazar un tratamiento médico. No se automedique, déjese aconsejar por un especialista o farmacéutico.

Mercedes Martín

Licda. Farmacia. Gerente de Producto Equisalud

www.equisalud.net

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