Adelgazar con conciencia

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La comida es mi amiga para nada mi enemiga. Los alimentos nos nutren y no nos engordan, lo que nos engorda son los pensamientos que ponemos en ellos.

El principio fundamental para empezar a cambiar es que LA COMIDA NO ENGORDA NI ADELGAZA, es la forma en la que yo como y me relaciono con la comida la que engorda o adelgaza.

El cuerpo constantemente nos está avisando de lo que quiere y de lo que no quiere, de lo que le gusta y lo que le hace daño, pero vamos por la vida con tanta prisa que no hacemos ni caso a los avisos que nos da, hasta que algo nos para del todo; o enfermamos, o nos caemos por la calle o, empezamos a coger peso.

Es decir, el cuerpo es como un niño pequeño mal criado, al que si no le damos lo que quiere: va pidiendo, grita, como hacen los niños, y el cuerpo engorda, pero antes de engordar nos ha dado muchos avisos. No puedo decir que he cogido 3 o 4 kilos en un mes, sino que antes, he estado preparándome para engordar. No he resuelto emocionalmente y el cuerpo ha ido cogiendo más y más espacio.


La comida no engorda ni adelgaza


Una cosa importante es saber que por un lado está lo que yo como y por otro lado mi conflicto emocional, y he de trabajar mi conflicto porque con comer fruta no va a bastar para adelgazar pues cuando deje la dieta volveré a engordar. Siempre tendremos que hacer las dos partes.

 

El método

Para adelgazar con conciencia lo primero de todo es ver a la comida como mi amiga. Una amiga nunca nos va a traicionar. Si vemos a la comida como una enemiga, va a traicionarnos, y la forma de hacerlo es con sobrepeso.

Para ver a la comida como mi amiga lo que tengo que aprender es el lenguaje de la misma, que es la forma y el color:

  • La forma va a ayudarnos con lo externo, a relacionarnos y ver mis conflictos con distancia.
  • El color va a ayudarme a mí mismo.

Es muy importante variar de formas y color de plato y que nuestro plato tenga a su vez alimentos de diferentes formas y colores porque entonces estaré haciendo un proceso emocional constante y la comida no va a engordarme.


Cuando nos sentimos positivos comemos menos


Para que la comida sea nuestra amiga hay que vestirla de diferentes formas, igual que nosotros… con colores. Y el vestido de la comida es el plato.

Redondos: cuando me siento ofuscado, la mente me paraliza, analizo todo, con pensamientos repetitivos, con ideas fijas.
Todo el mundo come en platos redondos, esto es comer rutina y la rutina mata y engorda.

Cuadrados: cuando esté con dudas, confuso, que no sé si tengo que ir para derecha o izquierda. Me falta decisión.

Rectangulares: Ayuda a liberar lo que tenemos contenido para que las palabras fluyan.

 

 

 

 

 

 

Cuando nos sentimos satisfechos con el día comemos menos porque la vida me ha llenado. He hecho cosas positivas y mi cuerpo se ha cargado de energía.

Si el día ha sido caótico, me he sentido mal, llego a casa con un vacío emocional y quiero comer para llenarlo, pero es mejor no hacerlo porque no sirve para nada. Si estáis en ese caso, lo mejor es tomar un zumo natural de naranja y pomelo que corta automáticamente ese vacío.El amarillo del pomelo es la energía femenina, la energía que nos vincula con la vida y el color naranja es símbolo de equilibrio. Si yo tengo equilibrio el cuerpo deja de estar ansioso.

Si estoy muy mal y opto por no comer nada, es una mentira. El cuerpo tiene que alimentarse y si no lo hago, entonces se alimenta de lo mal que estoy, de lo negativo. Cuando nos levantemos por la mañana estaremos más abatidos, y no será por no comer, sino porque he alimentado a mi cuerpo de suciedad.


La comida me ayuda a equilibrar mi estado emocional


El cuerpo necesita comer tanto vivencialmente como materialmente. Al cuerpo tengo que alimentarlo diariamente de forma positiva, tanto comiendo como viviendo.

Tenemos que sacarnos de la cabeza que la comida engorda; lo que engorda realmente son los pensamientos que tengo y que pongo en la comida. Esto es lo que me lleva a deformarme. La comida es un manjar porque me ayuda a equilibrar mi estado emocional.

Lo más bonito que tenemos es nuestro cuerpo porque es el automóvil de la emoción. La comida es la gasolina del coche. Tenemos que sacarnos de la mente que la gasolina engorda, la gasolina… es gasolina, nada más.

 

Un ejemplo

No podemos pensar: “no me como la magdalena porque engorda”, porque ya he cogido el peso, como si me la hubiera comido. El cuerpo se ha comido la magdalena mental. Si me la hubiera comido la hubiera quemado mientras paseaba. Es mejor que me la coma y no lo piense porque lo que pienso engorda y no puedo quemarlo.
Igual sucede cuando como lechuga pensando en los macarrones de mi marido, que me estaré comiendo los macarrones además de la lechuga.

Tarde o temprano me comeré la magdalena puesto que la tengo en el pensamiento, con lo que será como si me comiera dos magdalenas.
¿Cómo va a reflejarse en mi cuerpo? En que pesaré más.

Si me apetece comer un alimento en concreto, mi cuerpo me está dando una clave para algo. Al comerlo mi cuerpo se calma, y al estar calmado va a buscar la solución emocional. Yo como y mi cuerpo se calma porque ve que le entiendo y, al entenderlo, mi cuerpo busca. Y si busca, él va a encontrar la solución.

Lo importante es adelgazar comiendo de todo. La clave es que si alimentas a tu cuerpo con todos los alimentos llega un momento en que no tienes ansia de ninguno y no piensas: “cuando pueda comer…”

Esta forma de comer nos lleva a jugar con la comida, y al hacerlo, la comida pasa a un segundo término y deja de ser lo más importante de mi vida. Cuando yo paso de la comida y del peso, ya puedo relajarme en la vida.

 

Artículo basado en “Trabaja tu emoción y sana tu cuerpo cocinando” de Maria Gemma Sáenz, ediciones MANDALA.

 

Belén Aragón Pellicer
Reequilibradora corporal Método TRCD
newstyle.com.es

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5,6 minutos de lecturaActualizado: 17/03/2018Publicado: 13/01/2017Categorías: Salud NaturalEtiquetas: ,

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