El Susurro del Sabio: Reflexiones del Ser Humano en su Viaje hacia la Autorrealización

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2,4 minutos de lecturaActualizado: 14/02/2025Publicado: 14/02/2025Categorías: Ramiro CalleEtiquetas: , , , , ,

Se trataba de un sabio de edad muy avanzada, que un día estaba sentado bajo un gran árbol banano, disfrutando de su larga y generosa sombra, cuando, de súbito, contempló a cierta distancia a un joven que se acercaba a otro árbol y tendía una soga sobre una de sus ramas, que luego se envolvió al cuello con la intención de ahorcarse…

Presto, el sabio corrió hasta donde estaba el joven y le pidió que desistiese de momento del acto que iba a cometer y se sentase unos instantes a su lado. Anciano y joven tomaron asiento en el suelo y aquel dijo:

Voy a hacerte un ruego, querido amigo. Imagina una tortuga que habitara en un inmenso océano y que solo sacara la cabeza a la superficie, para respirar, una vez cada un millón de años. Imagina una argolla flotando sobre las aguas del inmenso océano. Bien, pues es más difícil haber obtenido la forma humana a que la tortuga introduzca la cabeza en la argolla al sacarla para respirar. Ahora, amigo mío, procede como lo creas oportuno después de reflexionar en ello unos momentos.

El joven desisitió de su propósito y hay ahora gente por esas mismas tierras que aseguran que llegó a convertirse en un gran sabio.

REFLEXIÓN:

Seguramente pocas veces o ninguna nos hemos detenido a reflexionar sobre lo enormemente difícil que ha sido nacer con la forma de un ser humano. Bueno, en realidad, todavía no somos auténticos seres humanos, sino homoanimales, a medio camino entre el animal y el ser humano completo. En tanto no evolucionemos interiormente y nos convirtamos en verdaderos seres humanos, estaremos en desventaja con respecto al animal, porque él está inmerso dentro del grupo y sigue sus rigurosas leyes, pero nosotros tenemos que acarrear la carga de la opción y la responsabilidad de nuestros actos y sus consecuencias.

Hasta ahora, es evidente, que hemos fracasado con los ordinarios modelos de pensamiento y hemos llenado el planeta de errores y horrores. Si algo urge es cambiar la mente y el proceder, humanizarnos, ser más lúcidos y compasivos.
Como reza un antiguo adagio, este planeta es el manicomio de los otros planetas. No valoramos suficientemente la mente y superar sus capacidades. Una persona es un ser de aprendizaje y evolución, pero hay que aprovechar esta existencia para no ser una mala copia del verdadero ser humano y desarrollarnos interiormente. Si uno no trabaja por su desarrollo interior, la vida se convertirá en dos o tres momentos de confusión y se acabó. Se habrá perdido la oportunidad, al haber nacido con forma humana, de aprender y avanzar por la senda de la autorrealización.

Acaba de publicarse “El Misterio del Planeta” de compasivos. Ese es un hermoso propósito y una elevada meta.

Ramiro Calle

Centro de Yoga Shadak

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