Mexhikayotl y danza conchera

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Cada vez veo más a los danzantes como guardianes encargados de velar por la luz del templo, siempre reconocidos por su entrega, su disciplina, y por la ciencia, y la belleza que rodea a todo cuanto realizan

Mexhikayotl es parte de un conocimiento que practicaban los antiguos mexicanos. Significa universalidad. Es también parte de una sabiduría, de una forma de vivir, de pensar y de sentir que con el paso de los años se plasmó en una tradición que ha llegado hasta hoy intacta en su esencia, renovada en sus formas, siempre invitándonos: a ser, vivir y convivir en la armonía del uno que está en todo y todas las cosas.

Esta tradición ancestral del mundo nahuatl ha sabido conservar viva la llama del fuego sagrado y las antiguas costumbres que legaron los sabios para su mantenimiento y gracias a la entrega, esfuerzo y sacrificio de muchos guerreros, gentes de bien, auténticos mexicanos que ofrendaron sus vidas con conocimiento, en amor a los suyos, a su pueblo, a su tribu, al cielo, a la tierra, el sol, la luna y las estrellas.

Una de las formas más antiguas y poderosas que todos los pueblos han practicado para revivir sus esencias y enseñar y transmitir su sabiduría, conocimientos, y la correcta manera de vivir es la danza ritual. Es una de las disciplinas más completas, profundas y bellas de Mexhicayotl, una inseparable vertiente de la gran sabiduría antigua.

Así, ha llegado hasta nosotros la Danza Conchera, cuyos ritos y costumbres han salvaguardado a través del tiempo lo esencial de la gran tradición americana basada en el encuentro con la armonía de todo y todas las cosas con el “cerca-junto” (tloke-nahuake).

Cuando hablamos de Danza y Mexhikayotl tratamos siempre de hacerlo con humildad y respeto, pues sólo así podemos proyectarnos y ubicarnos adecuadamente ante la tremenda fuerza y poder emanados del ceremonial mágico. Sólo así es posible completar las cuatro esquinas de la gran cruz en movimiento: Nahui Ollin, cuatro rumbos-puntos magnéticos, cuatro estadios de la conciencia que el danzante debe recorrer y atravesar: Agua, Fuego, Aire y Tierra. Cada elemento un rumbo, un templo-santuario, un punto de ofrenda y peregrinación. “Cada vez veo más a los danzantes como guardianes encargados de velar por la luz del templo, siempre reconocidos por su entrega, su disciplina, y por la ciencia, y la belleza que rodea a todo cuanto realizan”

Para el camino unas pocas armas simples pero eficaces: la voluntad inflexible, el amor incondicional y un constante equilibrio interno para poder escuchar la voz de la sabiduría.

Para cuando llegue el momento el danzante se prepara precisa y minuciosamente, sin dejar un sólo detalle al azar.

Se atavía con todos los elementos ceremoniales, que con el tiempo ha ido aprendiendo a identificar y comprender adecuadamente, desde los puntos en las articulaciones de su cuerpo hasta la manera de usar sus plumas (ihuitl), sus cascabeles (ayoyotes), su sonaja (ayakaztli)…

Cuando ejecuta su danza lo hace en su totalidad: con el cuerpo y el espíritu, convirtiéndose en “Mitotoani”, canal, mensajero. Cada danza tiene un espíritu propio, como Tonatiuh (la danza del sol), Ehekatl (la del viento) o Tonantzin (de la madre tierra). Evocar e invocar al espíritu en la danza significa abrirnos al sonido, al movimiento, a las enseñanzas y la sabiduría de nuestros antepasados.

Pero solamente poco a poco, tras esfuerzos y pruebas, la danza nos va revelando sus maravillas y secretos, sus significados, su mensaje.

A medida que el danzante va recorriendo rutas y caminos, se encuentra con que todo su propósito está basado en un profundo amor a la tierra y a todos los seres que la habitan.

Ser un digno portador de la tradición, los símbolos y la palabra Mexhikayotl implica un compromiso profundo con uno mismo, con los demás, con la tierra, el cielo, y el universo. ¡In Tlanestia in Tonatiuh! ¡Que vuestro Sol sea brillante!

 

Eva Ehecacihualzin

Extracto de un escrito de X.K. publicado en 1997 en la revista “Entre el Gozo y la Ofrenda”

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3,5 minutos de lecturaActualizado: 07/12/2018Publicado: 21/11/2018Categorías: Estilo de Vida