La realización de danzas y ceremonias de los cuatro elementos dan al proceso de transmutación una dimensión corporal única. Comprender qué elemento predomina en nuestra vida y cuál de ellos nos falta es una valiosa herramienta de autoconocimiento que impulsa nuestro crecimiento biológico. El estudio de nuestra relación con cada elemento puede aportar una gran claridad sobre nuestra existencia.
“Solo venimos a soñar aquí en la Tierra y a dejar unas danzas iluminadas como sueños, esparcidos como pétalos de flores.” – Tribu Nativa Americana
Con la creación de la extensión de Biodanza y los cuatro elementos, Rolando Toro buscó reparentalizarnos con la Naturaleza, basándose en la conexión recíproca entre el ser humano y el mundo. La Biodanza, a través de la música, el movimiento y la vivencia, nos invita a incorporar los Cuatro Elementos Universales, arquetipos presentes en toda alquimia y mística a lo largo de la historia, para recuperar la conexión con nuestros instintos vitales y nuestra relación con el entorno natural: ríos, nubes, mares, vientos, fuegos, aves y animales.
Fragmento del libro Biodanza y los 4 Elementos de Rolando Toro Araneda
Un periodo vacacional es un momento ideal para conectar contigo mismo, con otros y con la Naturaleza. A través de la Biodanza, la integración ocurre en tres niveles: el personal, el social y el natural. En esta pausa de la agitación diaria, te proponemos emprender un viaje hacia el autoconocimiento, disfrutando de las danzas que representan los Cuatro Elementos fundamentales de la Naturaleza: fuego, tierra, aire y agua.
Identificar qué elemento predomina en tu vida y el que te falta es esencial para tu autoconocimiento. A través de distintas danzas, conectarás con los valores y arquetipos que cada elemento aporta a nuestra vida.
La alquimia, entendida como una simbólica operación de transformación humana, busca la virtud espiritual y puede ser vista como un viaje hacia la inmortalidad. “El plomo se transforma en oro”, expresa Ángelus Silesius; esta transformación simbólica se traduce en un proceso de conexión con lo divino.
Durante la Edad Media, la alquimia creció en reconocimiento, partiendo de la idea de la decadencia. La Gran Obra mística, obra del Fénix, simboliza la reintegración del hombre a su dignidad primordial, un camino hacia la conexión divina.
Rolando Toro Araneda, creador de Biodanza, sostiene que la nueva alquimia debe realizarse actuando sobre las vivencias, integrando el cuerpo en el proceso de transformación. La realización de danzas y ceremonias de los cuatro elementos aporta una dimensión corporal a esta transmutación, permitiendo que la fuerza de los elementos se manifieste en cada ser.
Biodanza es un sistema que promueve la integración humana consigo mismo, con los demás y con el mundo, generando efectos terapéuticos. Creado por Rolando Toro, psicólogo y antropólogo chileno, mejora la salud física, orgánica y emocional de quienes lo practican. A través de la música, el movimiento y la conexión grupal, Biodanza busca armonizar lo que pensamos, sentimos y hacemos, ayudándonos a conocer y desarrollar nuestros potenciales genéticos de forma lúdica. Cambiar nuestros estilos de vida es el objetivo de este sistema, que activa la parte sana del individuo, conectándonos con la alegría de vivir.
A través de la música, el movimiento y la interacción, Biodanza nos invita a incorporar estos elementales arquetipos para restablecer nuestra conexión con la vida. Cada elemento es visto como una entidad cósmica, enriquecedora de nuestro ser.
Danzar los cuatro elementos, sin pensamiento, simplemente como seres mágicos en movimiento, hijos de las estrellas que pueden recuperar su hermandad con la naturaleza, es una invitación a regresar a un estado de plenitud integral. Esta es la propuesta de Rolando Toro: ser un ser integrado y único, un ser ontocosmológico, en un proceso donde la vivencia, la cenestesia y el placer corporal se entrelazan en nuestra experiencia.
Rolando Toro, inspirado por su propia experiencia con los cuatro elementos, comenzó a experimentar con otros, diagnosticando sus elementos predominantes y aquellos que les faltaban. Así, organizó danzas y ceremonias que indujeran la incorporación efectiva de cada elemento. Este enfoque dio vida a la extensión de Biodanza y los cuatro elementos.
Su estudio permite una comprensión profunda del carácter de las personas, identificando sus elementos predominantes y aquellas áreas que necesitan atención. Este conocimiento se convierte en un recurso valioso para el autoconocimiento en diversas disciplinas, desde el psicoanálisis hasta el estudio de mitos, artes y sueños. Rolando Toro propone cuatro situaciones iniciales para evocar estas imágenes: el anhelo de volar representa el aire, el viaje a una caverna o laberinto simboliza la tierra, encender el fuego y descender al fondo del mar representan el agua.
Escuela Hispánica de Biodanza Sistema Rolando Toro de Madrid
Directora: Maite Bernardelle
www.escuelahispanicabiodanza.org
