Lunaria: La hierba de la luna

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La Lunaria es una planta herbácea muy común en bosques algo húmedos especialmente en primavera y otoño. Su nombre botánico Lunaria annua, hace referencia a su relación por la forma de sus frutos con la luna, y annua a su ciclo que es anual.

Decía Paracelso que para saber si una planta era medicinal o no habíamos de observar si nos mostraba alguna señal que la hacía diferente al arquetipo general de los vegetales, y esta planta desde luego nos da señales para que nos fijemos en ella.

Pertenece a la familia de las crucíferas, familia botánica del berro, la bolsa de pastor, la mostaza o las coles tanto las silvestres como las comestibles. Sus tallos comienzan a crecer en primavera con hojas verde claro, de forma algo acorazonada y alargada, con bordes aserrados. Destacan sus flores de cuatro pétalos de color morado, pero especialmente nos fijamos en sus frutos. En las plantas de esta familia los frutos pueden ser vainas alargadas llamados silicuas como las de la mostaza por ejemplo, o frutos más anchos que largos llamados entonces silículas. En esta planta sus frutos son del segundo tipo, pero son unas silículas muy especiales y las de mayor tamaño de todas las plantas de esta familia, ya que son prácticamente redondeadas casi formando un círculo. A finales de la primavera y principios del verano estos frutos son de color verde y en su interior contienen unas seis semillas también circulares.

Frutos de Lunaria (silículas)

Lo más característico de estos frutos es que cuando maduran se abren para dejar caer sus semillas. En su interior, separando las dos partes de cada lado del fruto, existe una membrana nacarada, de modo que cuando se abre el fruto y caen las semillas se ve un círculo con una membrana nacarada en el centro, especialmente bella y brillante cuando le da el sol. Por esa forma y aspecto fue llamada Lunaria o hierba de la luna por su parecido a la fase de luna llena. Tiene uso ornamental por la belleza de sus frutos redondeados, delicados y con aspecto plateado nacarado. También se la asocia con la buena suerte económica pues por su forma también se la llamó hierba de las monedas.

Para los alquimistas medievales las formas de las plantas o su “signatura” estaban relacionados con su indicación, o uso terapéutico, y con el órgano que equilibraban. Así, de esta planta dirían que tiene signatura lunar, por la forma de sus frutos, y también porque las plantas relacionadas con la luna suelen tener flores moradas y sin olor como en este caso. Para ellos macro y microcosmos se relacionaban entre sí “como es arriba es abajo”. Así la luna regía en el ser humano el área de la cabeza. Hoy en día se han conocido algunas nuevas indicaciones y componentes de esta planta que confirman esta antigua relación; se sabe que los frutos de la Lunaria contienen una sustancia llamada ácido nevron, y se ha visto su utilidad en tratamientos para enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer o como la esclerosis múltiple.

Es una planta, como el resto de crucíferas, rica en vitamina C y glucósidos azufrados, benéficos para la detoxificación hepática. Puede comerse cruda y añadirse en ensalada aportando cierto toque picante. Las raíces se utilizan como comestibles pelándolas antes de la floración.

Semillas de Lunaria

Con las semillas puede elaborarse una mostaza de forma sencilla. Hay que macerarlas unos 15 minutos en agua fría. También podemos añadirles algo de vinagre para rebajar el sabor picante, y algo de sal. Tomé interés por esta receta y realicé una mostaza a base de semillas de Lunaria partiendo de una receta tradicional de mostaza y el resultado fue muy gratificante, aunque hay que usarla como acompañamiento y en pequeñas cantidades.

Mostaza de Lunaria:

Poner 50 gr de semillas de lunaria junto con 80 ml de vinagre de vino blanco y 80 ml de vino blanco seco de buena calidad. Añadir una cucharada de sirope de arce o de arroz (o panela), una cucharadita de cúrcuma y media cucharadita de sal (gris de Bretaña). Dejar macerando tres días en la nevera en un tarro de vidrio. Una vez pasado el tiempo triturar toda la mezcla y guardar en el frigorífico. Para disminuir el amargor se puede dejar tres días destapado el tarro con la mostaza en el frigorífico.

 

Palmira Pozuelo

Farmacéutica naturista

palmirapozuelo.com

 

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3,9 minutos de lecturaActualizado: 27/03/2024Publicado: 18/01/2019Categorías: Salud NaturalEtiquetas: