8 plantas medicinales que no pueden faltar en tu balcón (I)

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Es muy gratificante tener las plantas medicinales a la mano y que mejor opción que nuestra balcón o terraza, donde además de decorar, nos aportarán un agradable aroma y podremos utilizarlas directamente para nuestras infusiones y guisos.

Lo ideal es poner plantas aromáticas, ya que además de tener múltiples usos medicinales son muy resistentes y la mayoría se pueden tener en el exterior. Elegiremos preferentemente una orientación soleada, ya que estas plantas gustan en sus emplazamientos naturales de zonas soleadas.

  • Romero:

El romero tiene una floración intensa al comienzo de la primavera y embellecerá nuestra terraza con sus flores azules violáceas, pero podremos verlo florido durante prácticamente todo el año. El romero aguanta bien en el exterior.

Nos servirá en infusiones tonificantes, caloríficas, antirreumáticas, hepáticas; es un buen activador de la memoria y gran antioxidante por lo que se le ha llamado el ginseng español.

En cosmética podemos macerar unas hojas en aceite y darnos friegas y masajes que mejorarán el estado de nuestra piel y activarán la circulación. Una infusión de romero en el agua de aclarado fortalecerá nuestro cabello, además de ser un remedio eficaz contra la caspa y un magnífico acondicionador del cabello.

En cocina podemos poner unas hojitas frescas en multitud de guisos que le darán un toque de sabor y mejorará la digestión de platos pesados: sobre ensaladas, sobre la pasta o legumbres, sobre salsas. Me gusta poner unas ramitas de romero fresco en el aceite de oliva y con él aliñar las ensaladas o las verduras, ya que dan un toque de sabor muy especial. Si quieres saber más sobre las propiedades del Romero puedes leer el artículo Romero, energía renovadora de primavera

  • Tomillo:

El tomillo es menos vistoso que el romero, ya que es un pequeño arbusto de aspecto bastante leñoso. Florece hacia principios de mayo con pequeñas flores rosadas o blancas. Proporciona un aroma agradable e inconfundible, y al olerlo decían los antiguos griegos que se elevaba el ánimo. Se da bien en el exterior y le gusta el sol.

El tomillo siempre ha sido valorado por sus cualidades antisépticas y es considerado como un antibiótico natural por su contenido en timol un fenol de gran acción desinfectante. Podemos utilizarlo en nuestras infusiones anticatarrales. También es digestivo y evita las putrefacciones y fermentaciones intestinales. Podemos emplearlo para lavar y desinfectar heridas; es muy útil en enjuagues bucales para prevenir las aftas o tratarlas, así como en gingivitis o sangrado de encías.

Me encanta añadirlo sobre las sopas en invierno, ya fuera de la cocción; les da un toque aromático de sabor y contribuye a prevenir los enfriamientos y catarros invernales. Igualmente se puede añadir a nuestros platos para mejorar su sabor y digestión: ensaladas, legumbres y pastas.

  • Menta:

La menta y sus diversas especies (menta piperita o la verdadera menta y de olor y sabor más intenso, menta poleo, menta sativa o hierba buena), será un acierto tenerla en nuestra terraza, ya que posee un refrescante y agradable aroma, además de regalarnos la vista con sus hojas de intenso color verde. La veremos florecer en espigas durante todo el verano. La menta gusta de zona entre sol y sombra y necesita más agua que otras plantas aromáticas; lo veremos porque sus hojas son más grandes y de tacto más suave que las de romero o tomillo por ejemplo.

La podemos utilizar en infusiones y será de gran ayuda para las digestiones pesadas, ya que su acción refrescante contribuye a aliviar la sensación de ardor tras una pesada comida. Además es un buen estimulante de las funciones hepáticas y contribuye a eliminar los gases. Es un buen analgésico para el dolor de cabeza y de muelas, masticando para ello una hoja.

Es muy buena antiséptica y descongestiva por lo que se puede incorporar en las infusiones anticatarrales. Las hojas y tallos machacados podemos ponerlas sobre las picaduras de insectos para el aliviar el dolor. No se debe consumir durante el embarazo, ni dárselo a menores de cinco años.

  • Melisa:

Parecida a las mentas, ya que es de la misma familia botánica, pero con un olor alimonado, que la ha hecho recibir también el nombre de toronjil. Su aroma es cítrico, delicado y hasta podríamos decir que elegante. Es un placer frotar sus hojas y acercar a nuestra nariz para percibir este fino aroma.

Aunque parece delicada es muy resistente y aguanta bien en exterior incluso con heladas y nevadas. Se propaga muy bien como las mentas, por lo que es mejor tenerla en maceta o macetero o en un lugar acotado del jardín pues se extiende mucho. Recogeremos sus hojas cuando comiencen a aparecer las primeras florecillas blancas, lo que sucede al comienzo del verano, e incluso podemos obtener hasta tres cosechas hasta mediado el otoño.

Cuando utilizamos la melisa fresca en infusión comunica todo su delicado y sutil sabor a esta. La melisa es digestiva y relajante, mejora nuestras digestiones y otras molestias tales como gases, y es muy útil para un sistema digestivo sensible sobre todo cuando está influenciado por alteraciones nerviosas, tales como el colon irritable. Es importante que cuando comamos y realicemos la digestión estemos en un estado de calma y relajación y en esto la melisa puede sernos de gran ayuda.

Además de calmar los nervios ayuda a soltar las tensiones musculares. Es de gran beneficio para las personas que sufren de ansiedad, inquietud o depresión, y ayuda a conciliar el sueño y calma los dolores de cabeza.

 

Sigue leyendo la segunda parte 8 Plantas medicinales que no pueden faltar en tu balcón  (2)

 

Palmira Pozuelo
Farmacéutica Naturista
www.alkemila.com

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5 minutos de lecturaActualizado: 23/03/2024Publicado: 03/01/2018Categorías: Salud NaturalEtiquetas: ,