El Bote de la Procrastinación: Cómo Llenar Tu Vida de Lo Que Realmente Importa

¿Quieres más?

¿Te gustaría estar siempre al día con las últimas tendencias, consejos y secretos?  Suscríbete a nuestro boletín mensual y sé parte de una comunidad exclusiva.

Dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Postergamos las actividades que sabemos que debemos realizar de inmediato, retrayéndonos ante tareas difíciles y decisiones complicadas. Así, llenamos nuestras horas de distracción, navegando sin rumbo en Internet o sumergiéndonos en redes sociales, sin darnos cuenta de que evadimos enfrentar nuestra propia incomodidad. Proyectos a medio hacer y sueños olvidados quedan a un lado, mientras que la vida se nos desliza de entre los dedos.

En nuestra búsqueda de placer inmediato, muchas veces caemos en el ciclo de la procrastinación, un patrón que se convierte en un hábito difícil de romper. Los días, semanas, y meses pasan, y esos sueños se convierten en ecos lejanos, atrapados en un limbo de inacción.

Un profesor de filosofía, al inicio de su clase, realizó un experimento que dejó a sus estudiantes atónitos. Colocó un gran bote de cristal en la mesa y comenzó a llenarlo con piedras. Al preguntar si el bote estaba lleno, todos afirmaron que sí. Pero luego vertió chinitas que se acomodaron entre las piedras, y volvió a preguntar: ¿está lleno ahora? Nuevamente, todos dijeron que sí. Por último, introdujo arena, que llenó todos los espacios vacíos. El mensaje era claro y resonante: en la vida, si primero llenamos nuestros días con distracciones banales, no quedará espacio para lo verdaderamente importante.

Las “piedras grandes” representan lo que realmente importa: la familia, los amigos, la salud y los sueños. Las chinitas son las cosas menos importantes, como las posesiones materiales y los deseos superficiales. La arena, en cambio, simboliza las preocupaciones y distracciones que nos desvían de nuestro camino.

El problema fundamental de la procrastinación es la acumulación. A medida que postergamos, se acumulan las tareas, las decisiones, y lo que es peor, descuidamos esas cosas que realmente podrían hacernos felices. Este patrón de comportamiento tiene raíces en el miedo, la pereza y la comodidad, donde evitamos lo que nos incómoda, pero con ello también dejamos pasar oportunidades valiosas.

El consejo de un gran maestro espiritual a un discípulo es relevante aquí: “La disciplina es la medicina amarga que produce frutos dulces”. Esta disciplina nos enseña a hacer lo que realmente importa en el momento justo, desarrollando nuestro autocontrol y incrementando nuestra autoestima. Sin embargo, muchas veces la disciplina se percibe negativamente, como una carga a evitar.

A menudo, abandonamos nuestros objetivos en los momentos críticos, pues nos resulta más fácil evitar el sufrimiento que esforzarnos por un futuro mejor. Cambiar esta mentalidad hacia la positividad puede transformar nuestra perspectiva, impulsando nuestra energía y vitalidad.

¿Cómo Evitar la Procrastinación?

1. Saber qué se quiere: Reformula tus metas en positivo. En lugar de pensar en lo que no deseas, define con claridad y precisión lo que anhelas alcanzar.

2. Priorizar: Aprende a distinguir entre lo importante y lo urgente, organizando adecuadamente tu tiempo.

3. Fe en uno mismo: Creer en tus capacidades es esencial para actuar correctamente y lograr tus metas.

4. Evaluar tus valores: Pregúntate qué te mueve y qué te motiva a actuar o no actuar.

Cambiar el Enfoque

1. Autoobservación: Presta atención a tus pensamientos y cuando reconozcas excusas para procrastinar, cambia esos pensamientos por razones que te impulsen a la acción.

2. Diligencia: Cultiva el hábito de completar tus tareas, antes que rendirte ante la incomodidad.

Mantener el Impulso

1. Mantener la motivación alta: Si tus resultados no cumplen tus expectativas, busca aumentar tus recursos y capacidades para mejorar.

2. Visualización: Diseña una imagen mental clara de tu éxito y mantenla presente.

Decidir Conscientemente

Realiza dos listas: Una para la acción y otra para la no acción, identificando los beneficios y las consecuencias.

Cuando tomas decisiones conscientes, eliminas la tendencia a culpar a los demás de tus fracasos y mediocridad.

Maria M. Alcázar
Life Coach, Terapeuta & Trainer PNL
Directora IEPN

www.pnlspain.com

Comenta este artículo

Haz tu buena obra del día ¡Compártelo!