En la cultura en que vivimos, cuando el ser humano nace, recibe un trato hostil. Entre las prácticas innecesarias y dañinas que reciben los bebés al nacer, una de las más perjudiciales, tanto física como emocionalmente, es el corte prematuro del cordón umbilical. Desde ese momento, cada bebé recién nacido interioriza que vivir es sufrir, y respirar se convierte en un acto de sufrimiento. Para disminuir este dolor, aprenderá a inhibir su capacidad respiratoria con el fin de sentir menos.
Durante el resto de su vida, el niño que se convierte en adulto, irá disminuyendo y bloqueando su respiración en un intento inconsciente por sentir menos. Reflexionemos: ¿qué sucede con nuestra respiración al sorprendernos, asustarnos o observar algo violento? Inmediatamente, tendemos a detener nuestra respiración y, poco a poco, limitamos nuestra capacidad respiratoria.
De esta manera, una persona con experiencia en Rebirthing puede discernir un gran número de bloqueos en la vida de alguien simplemente observando su respiración, ya que nuestra forma de vivir está intrínsecamente ligada a cómo respiramos.
Inhalaciones y Decisiones Vitales: Una persona que respira de forma superficial, tomando poco aire, tenderá a tomar pocas decisiones en su vida, a mostrarse pasiva y a sentirse no merecedora. Por el contrario, aquellos que inhalan forzando, realizan un esfuerzo para llenar su cuerpo de aire, suelen vivir con la conciencia de la lucha, creyendo que sólo se puede avanzar desde el sacrificio.
Una inhalación sana proviene de la confianza y el placer, donde sentimos que el aire nos respira a nosotros sin esfuerzo. Esta inhalación es poderosa y nos llena de energía y oxígeno.
La respiración lo es todo en nuestras vidas. Un adulto respira entre 12 y 20 veces por minuto, lo que nos otorga entre 12 y 20 oportunidades para oxigenarnos, repararnos y conectarnos con nosotros mismos y con la Vida.
La respiración implica todas las dimensiones del ser humano. Eric Rolf dice: “La respiración consciente es el primer alimento del alma. A través de este alimento podemos conectar con un espacio de silencio interior desde donde escuchamos directamente nuestra alma. La respiración es la metáfora de la aceptación de la vida; al inspirar, aceptamos vida. Inspirar es aceptar y espirar es contribuir. Es nuestra forma de recibir el mundo al nacer: una inspiración profunda y devolver el aire es nuestra primera contribución al mundo.”
Inhibir nuestra capacidad respiratoria, aunque sea por experiencias traumáticas y dolorosas, afecta negativamente nuestra salud: física, mental y espiritual.
Dimensiones de la Respiración:
Dimensión Física
Nuestra respiración impacta nuestra sangre y facilita su limpieza al movilizar toxinas. El diafragma también influye en el movimiento de los intestinos, impulsando su buen funcionamiento, al igual que otros órganos vitales como el páncreas, el corazón y los riñones. Un bombeo vigoroso de los fluidos corporales depende del movimiento del diafragma.
Dimensión Mental
El estado de nuestra mente se refleja directamente en nuestra respiración. Una mente en paz genera una respiración tranquila, mientras que una mente agitada perturba nuestro aliento. Es fundamental aprender a dominar nuestros pensamientos; la mente solo es un instrumento que debe ser utilizado para nuestro beneficio.
Los pensamientos crean nuestra realidad, por lo que es crucial limpiar nuestra mente individual y colectiva para co-crear un mundo más saludable.
Dimensión Energética
Una inhalación potente nos conecta con todo lo hermoso que la Vida ofrece. Respirar correctamente es una de las lecciones más importantes que puede aprender el ser humano. Esta conexión vital nos repondrá y sanará.
Alba Casalvázquez
Vicepresidenta Rebirthing Internacional España.
Directora Inspira tu Vida.
