“Mereces la felicidad, una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del mal”…
Así fue como Galatea se convirtió en humana.
La historia de Pigmalión, rey de Chipre, ilustra la eterna búsqueda de la perfección y el poder de la creencia. Frustrado en su intento de encontrar una compañera ideal, decidió enfocarse en la creación de esculturas perfectas. En sus esfuerzos, dio vida a una estatua que llamó Galatea, de belleza inimaginable, a la que terminó por enamorarse fervientemente.
A través de la intervención de Afrodita, la diosa del amor y la creatividad, Pigmalión soñó que su estatua cobraba vida. En el mito “La metamorfosis” de Ovidio, se describe así: “Pigmalión se dirigió a la estatua y, al tocarla, le pareció que estaba caliente, que el marfil se ablandaba…” Este momento de transformación marcó el inicio de una nueva realidad para Pigmalión.
Finalmente, Afrodita, tocada por el deseo del rey, declaró: “mereces la felicidad, una felicidad que tú mismo has plasmado. Aquí tienes a la reina que has buscado. Ámala y defiéndela del mal”. Así, Galatea se convirtió en humana.
¿Qué es el efecto Pigmalión?
De esta rica historia mitológica surge el efecto Pigmalión, que se refiere a cómo nuestras expectativas y creencias sobre nosotros mismos pueden influir en nuestros logros. Este fenómeno incluye:
- Creencias Personalizadas: La idea de que una persona puede lograr lo que se propone al creer en su capacidad.
- Expectativas Docentes: Cómo las previsiones de los maestros sobre el rendimiento de sus alumnos pueden afectar las conductas y resultados académicos (como observó Rosenthal y Jacobson).
- Profecía Autocumplida: La forma en que nuestras anticipaciones pueden inducirnos a actuar de tal manera que esas expectativas se conviertan en una realidad.
Los mitos, como arquetipos profundamente arraigados en nuestro inconsciente colectivo, continúan guiándonos y ofreciendo lecciones valiosas en nuestros días actuales, donde muchas personas sienten miedos e inseguridades.
Por esta razón, hemos elegido el mito de Pigmalión y Galatea como la base de nuestro Método TEA, un enfoque que invita a descubrir la
