Antes de entrar en materia me gustaría dejar claro que quien escribe estas líneas es simplemente un viejo buscador curtido que transmite sus experiencias. En ningún caso soy un Maestro en el sentido trascendente del término, quizás un maestrillo que enseña su librillo. Tal vez, un conocedor de ciertas vicisitudes que pueden conducir a otros a encontrarse a sí mismos. O tal vez, una lucerna que ayude a otros a ver en la oscuridad. O como decía Santa Teresa: “¡Ay, qué larga es esta vida! ¡Qué duros estos destierros, esta cárcel, estos hierros en que el alma está metida! Solo esperar la salida me causa dolor tan fiero, que muero porque no muero.”
No hay nada más excitante para el común de los mortales que escuchar hablar de “secretos”, y aún más, de “claves” o “misterios desvelados”. Muchos creen que detrás de ellos existen ciertos poderes o combinaciones mágicas capaces de resolver su anodina vida. Esta fascinación por lo oculto puede llevar a la gente a esperar resultados inmediatos, sin darse cuenta de que el verdadero camino requiere trabajo y esfuerzo. A menudo la gente es rehén de sus propias emociones, y este es el principal impedimento para conocer los “secretos”.
¿Por qué Quieres Conocer las Claves de un Maestro?
¿Acaso buscas las claves secretas de un maestro para modelar tus propias estrategias y avanzar más rápido en tu proceso de evolución personal? Es comprensible. Sin embargo, si la intención detrás de este deseo es lucrarse o adquirir poder sobre otros, es probable que te encuentres sin éxito. Como dice el refrán: “El secreto se protege a sí mismo.”
La Diferencia Entre un Maestro y un Gurú
A menudo se confunden los “maestros” con aquellos que simplemente venden libros o dan conferencias de “desarrollo personal”. La diferencia es crucial: no se trata de lo que se dice, sino cómo se lleva a cabo. No se trata de hacer más, sino de hacer mejor. El verdadero camino a la excelencia humana y el florecimiento espiritual comienza con el autoconocimiento.
La Primera Lección: Conócete a Ti Mismo
La base de cualquier desarrollo personal radica en conocerte a ti mismo. Pero, ¿qué significa realmente esto? Es reconocer tu esencia y trabajar en la evolución de tu conciencia. Para ello, es vital disponer de principios y valores sólidos que te ayuden en el proceso, libres de dependencias y manipulaciones. Necesitas desinstalar esos programas erróneos que afectan tu auto percepción.
Algunos valores importantes son:
- Sinceridad: Ser honesto contigo mismo y con los demás.
- Honestidad: Actuar de acuerdo con tus principios.
- Templanza: Encontrar un equilibrio en el día a día.
- Sabiduría: Capacitarte para tomar decisiones informadas.
El Valor de Conocerte
Este esfuerzo de conocer y entenderte mejor vale la pena. Las recompensas incluyen: serenidad interior, claridad de pensamiento y sentimientos auténticos. Te darás cuenta de que el valor para cambiar aquello que está en tus manos y la sabiduría para aceptar lo que no se puede cambiar, son frutos de este arduo trabajo.
Salvador A. Carrión