Autoestima, asertividad y soberanía personal

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6,7 minutos de lecturaActualizado: 20/09/2024Publicado: 25/02/2016Categorías: Desarrollo PersonalEtiquetas: , ,

Crea tu realidad desde tu potencia interior.

¿Cómo definir autoestima, asertividad y soberanía personal?

Autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos a partir de las experiencias y sensaciones que hemos experimentando a lo largo de la vida.

A veces la autoestima viene disfrazada; hay personas que aparentemente tienen una autoestima elevada y no es más que el disfraz del ego. En otras ocasiones la baja autoestima se manifiesta con odio o arrogancia, ya que la persona que ha sido dañada o manipulada crea una coraza, un escudo de valentía aparente para impedir que las personas o las circunstancias vuelvan a causarle dolor.

Cuando hay una vocecita que nos dice: “no nos lo merecemos…” o “no somos lo suficientemente buenos para…” o “es demasiado para nosotros…”, cuando ese click se activa, es momento de vernos a nosotros mismos en la balanza de la autoestima y comenzar a hacer cambios permanentes que nos liberen de este sentimiento que nos lleva al miedo y la frustración.

El proceso de la autoestima conlleva caminar despacio, crear, aprender a amarnos, aceptarnos tal como somos con nuestras luces y sombras, comprendiendo que no tenemos carencias sino virtudes por desarrollar.

Asertividad es la parte de las habilidades sociales que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender nuestros derechos sin agredir ni ser agredido. Es el respeto profundo del yo desde la honestidad, siendo directo expresando pensamientos, emociones, creencias sin que esto dañe a los demás y sin perder la perspectiva de donde deseamos posicionarnos.

Rechazar una petición, solicitar un cambio de conducta que nos resulta molesta, manifestar nuestro desacuerdo con algo, decir no, considerar tus propias necesidades, cambiar de opinión, establecer tus prioridades, son algunos ejemplos de situaciones cotidianas donde se requiere de la asertividad para manejar la situación objetivamente, sin pisar el terreno de la otra persona y al mismo tiempo sin sentirse mal o desplazado en algún sentido.

Existen cuestionarios para valorar tu nivel de asertividad a medida que vas evolucionando, alcanzando un grado de mayor maestría en esta materia. Es muy interesante auto-evaluarse en diferentes situaciones, ya que nos aporta una valiosa información para el futuro y nos abre nuevas puertas llenas de agradables sorpresas. Es un indicativo de donde estamos y a donde deseamos llegar.

Soberanía personal

¿Eres soberano de tu reino? ¿Eres el rey/reina de tu “territorio emocional”? ¿Y de tu poder interior y personal? En eso consiste la soberanía personal.

La soberanía personal sólo es posible construyendo sobre unos cimientos sólidos. Hay una escalera en la que nos movemos subiendo y bajando peldaños en nuestra vida cotidiana; es la escalera de la autoestima. Si nuestra autoestima no es adecuada no es posible llegar a la soberanía; no se trata de una autoestima muy elevada, sino de ecuanimidad. Entre la autoestima y la soberanía personal hay un reto a conseguir, si no el camino en la ascensión de la escalera nos hará subir y bajar constantemente sin llegar nunca arriba o si llegamos tan sólo permaneceremos por poco tiempo; ese reto se llama asertividad.

Hay estudios realizados por psicólogos acerca de cómo influye la asertividad en las relaciones laborales y en la productividad: las personas asertivas son más productivas, más alegres, más resolutivas, interaccionan mejor con sus compañeros, están más relajadas, son consideradas más atractivas y consiguen puestos de mayor responsabilidad y mejor remunerados.

La asertividad nos ayuda en las habilidades sociales. En el colegio, instituto, universidad, aprendemos muchas cosas… ¿Qué materia no nos enseñan? Inteligencia emocional. Cuando leí el libro de Daniel Goleman “Inteligencia Emocional” comprendí que la enseñanza tiene carencias en este aspecto; esto confirma aún más la importancia de trabajarse interiormente integrando estos conceptos, convirtiéndolos en parte nuestra.

Todos en un momento crucial en la vida hemos vivido crisis personales que sirven para reevaluarse y crecer, para vivir más sabio y más fuerte que antes. ¿Quién no ha afrontado una crisis personal? Esos momentos en la vida en que no sabemos qué nos pasa, qué está ocurriendo ni sabemos cómo resolverlo… Es entonces cuando más necesitamos tener guías, apoyos, métodos a nuestro alcance.

La autoestima es el pilar sobre el cual sostener nuestro bienestar y crecimiento personal. Aprender a valorarnos, amarnos, aceptarnos tal como somos, requiere un entrenamiento; el camino no es recto, en el trazado de la autopista de la vida hay senderos, baches, tormentas… Una adecuada autoestima nos ayuda a vivir cualquier situación con fuerza, vitalidad, fe y confianza.

Cuando hemos afianzado bien nuestra autoestima y hemos alcanzado una posición asertiva estamos a punto de llegar a la última fase: la soberanía. Es como escalar una montaña, a medida que ascendemos vemos más cerca la cúspide pero llegar a la cima requiere un esfuerzo y este esfuerzo tiene una recompensa dulce.

Ser soberano es encontrar tu lugar en el mundo, en tu mundo, en todo lo que te rodea; es vivir libre de condicionamientos, de juicios, comprendiendo, observando, desde el presente. Es entender tus errores como maestros. Tus fallos son los regalos que te mueven a la transformación.

Cuando observamos lo que hay a nuestro alrededor casi siempre pensamos que las cosas vienen desde fuera ¿Vienen desde fuera o las vemos desde fuera? Es importante estar en el 100 %, cuando estamos al 50% somos propensos a ser invadidos, agredidos, a pedir limosna emocional, a dar desde el poder no desde el corazón. Ser soberano es hablar desde el corazón y desde la comunicación no violenta. Desde el amor responsable hacia lo que se manifieste ante ti.

Es una carrera de fondo, no exenta de obstáculos. La soberanía se consigue cada día en cada circunstancia del camino, siempre está por crear. Lo mejor es disfrutar del trayecto, del viaje, aprendiendo, mirando siempre hacia delante; lo anterior nos fortaleció para estar hoy aquí y ahora. Es maravilloso ver lo que nos rodea y poder transformarlo. Somos mucho más de lo que pensamos, mucho más de lo que conocemos a cerca de nuestro ser; somos todo un potencial ilimitado por crear, creamos nuestra realidad.

María Alarcón
Maestra de Reiki Usui
Profesora de Meditación y Relajación
Terapeuta
mariaalarconlakhsmi.blogspot.com.es

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