El yoga es reconocido como uno de los métodos más efectivos de mejoramiento humano en el mundo, abarcando todos los aspectos que componen al ser humano. Esta técnica busca que ningún plano de la persona quede descuidado, trabajando en armonía con el cuerpo, la mente, las emociones, el carácter, la conducta y las energías vitales.
El hatha-yoga, por ejemplo, actúa sobre el cuerpo y su energía, impactando todas las funciones del organismo. Entre sus técnicas se incluyen:
– **Asanas** (posturas) que fortalecen y flexibilizan el cuerpo.
– **Pranayama** (control de la respiración) que mejora la calidad de la inhalación y exhalación.
– **Bandhas** (cierres energéticos) que regulan el flujo de energía.
– **Savasana** (relajación profunda) que permite una recuperación completa.
Además, existen técnicas específicas para una higiene profunda del cuerpo, desde limpiar la laringe hasta el colon, lo que potencia la vitalidad y la salud general.
Para el yoga, el ser humano es un microuniverso, donde las leyes del cosmos se reflejan en nuestro interior. Por esa razón, es crucial que cada practicante aprenda a regular y equilibrar todos los sistemas de su cuerpo. A través del yoga, podemos aprender a:
– **Alimentarnos** adecuadamente.
– **Respirar** conscientemente.
– **Descansar** y **dormir** lo necesario.
– **Pensar** de forma clara y aprender a soltar pensamientos negativos.
La práctica constante de hatha-yoga tiene aplicaciones preventivas, terapéuticas y recuperativas. Reflejo de ello son las experiencias narradas en mi libro «En El Límite», donde mis ejercicios de yoga fueron fundamentales en mi recuperación tras una experiencia clínica grave.
Numerosos estudios en laboratorios de diferentes países han constatado la influencia positiva de los métodos yóguicos en los sistemas corporales. Yo personalmente participo en pruebas médico-yogicas para confirmar estos resultados.
El aprendizaje de la **respiración** es un pilar central en el yoga. Respiramos entre quince y veinte veces por minuto, y es esencial desarrollar una técnica de respiración consciente, digamos que respirar es la fuente más esencial de nuestra vitalidad. Los antiguos sabios chinos afirmaban que este es el primer aprendizaje para cualquier persona.
La conexión entre la mente y la respiración es innegable. Los yoguis dicen que la mente es el jinete y la respiración es el caballo; controlar la respiración es key para aquietar la mente. Existen diversas técnicas que pueden ayudarte a dominar la respiración y maximizar sus beneficios.
El yoga, es considerado, el precursor de la ciencia psicosomática, pues promueve un equilibrio entre cuerpo y mente. **No puede haber armonía si ambos no cooperan de manera efectiva**. Por eso recomendamos:
– Una vida con una **actitud positiva**.
– Evitar a toda costa **estrés**, preocupaciones y disgustos.
– Prácticas de técnicas de hatha-yoga.
– La **meditación** regular y el desarrollo de la atención.
– Mejorar la calidad de nuestras **relaciones** interpersonales.
– Realizar acciones sin perder la calma.
– Seguir la práctica de la **autoobservación** para conocer y desarrollar nuestro potencial interno.
Finalmente, es importante recordar que la práctica supera la teoría, un viejo adagio que dice que «Vale más un gramo de práctica que toneladas de teoría».
Así, no solo te convertirás en el maestro de tu equilibrio psicosomático, sino que el cuerpo y la mente se transforman en herramientas poderosas en tu viaje hacia la libertad interior.
Ramiro Calle
Centro de Yoga Shadak
