La ecología del cuerpo
En mitad del felicidad y el cumplimiento del potencial de esa vida concentrada en eso que llamamos “yo”.
Desde que la humanidad ha existido, hemos intentado responder a preguntas fundamentales: ¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos aquí? Estas interrogantes nos han llevado a explorar nuestro entorno, descubrir plantas medicinales y crear medicamentos, así como a construir mitos y rituales que dan sentido a nuestras vidas. Sin embargo, a lo largo de milenios, un camino marcado por la conservación y la destrucción nos ha llevado a una crisis global. Esta crisis no es solo económica; refleja un debilitamiento de nuestra salud integral como especie y del entorno que nos sostiene, la Tierra.
La responsabilidad de esta crisis no recae únicamente en las instituciones o personajes en el poder. Es una carga que todos compartimos. ¿Cómo cuidamos nuestra salud integral? ¿Qué papel juegan las emociones, las relaciones y nuestra alimentación en nuestro bienestar? No debemos olvidar que nuestras decisiones individuales impactan en la salud colectiva.
Como parte de la generación de los años 40, creí en la salvación colectiva. Sin embargo, olvidamos un aspecto vital: nuestro cuerpo. Con el tiempo, el ritmo acelerado de la vida y el estrés han hecho que descuidemos nuestra salud. Sometidos a estilos de vida sedentarios, nuestro cuerpo, que ha sido junto a la naturaleza durante siglos, lucha por adaptarse a esta nueva realidad.
En las últimas tres décadas he explorado diferentes prácticas como el yoga, el taichí y la alimentación consciente, buscando siempre un equilibrio que parece escurrirse entre mis dedos. Lo que antes era una búsqueda de la dieta perfecta se ha transformado en una integración de experiencias y prácticas que se adaptan a mi ser: lo que mejor resuena con nuestra constitución, entorno y carácter.
A medida que avancemos en esta serie de artículos, abordaré conceptos fundamentales sobre la salud y bienestar, destacando la importancia de tanto lo que comemos como lo que evacuamos. No somos meras máquinas; somos un ecosistema en constante interacción con nuestro entorno, donde las emociones y el estado mental juegan un papel crucial en nuestra salud.
Un aspecto esencial de entender nuestra salud es que, como bien sostiene Osho, la medicina y la meditación derivan de la misma raíz indoeuropea: “mederi”, que significa reflexionar y tomar medidas. En su obra “De la medicación a la meditación”, se nos recuerda que la enfermedad es una manifestación de nuestra propia personalidad, y esta toma de conciencia es crucial para nuestra evolución. Así nace la ecología del cuerpo: un regreso a nuestro ser, integrando cuerpo, mente y corazón en un todo significativo.