El Samadhi: El Tesoro Oculto del Yoga que Pocos se Atreven a Buscar

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2,6 minutos de lecturaActualizado: 10/12/2024Publicado: 10/12/2024Categorías: Ramiro CalleEtiquetas: , , , , , , , , , , , ,

En la actualidad, muchas personas que practican yoga parecen haber olvidado el arte sutil detrás de esta disciplina antigua. A menudo, los aspirantes no solo no buscan alcanzar el samadhi, sino que es posible que nunca hayan escuchado este término ni comprendan su significado profundo. Con la proliferación de formaciones de profesores de yoga, el enfoque se ha vuelto más comercial, y la preparación de los instructores puede carecer de la profundidad necesaria para guiar a los practicantes hacia la verdadera esencia del yoga.

Las prácticas superficiales y los llamados “pseudoyogas” han alejado a muchos del verdadero espíritu del yoga. Para aquellos que se dedican a la práctica superficial, el samadhi es un concepto extraño, un objetivo que no les interesa, ya que persiguen la flexibilidad, el desarrollo muscular y la fortaleza, dejando de lado la conexión espiritual fundamental que el yoga debería ofrecer. ¿De qué sirve la búsqueda de estados elevados de conciencia a alguien que solo busca “achicharrarse” durante una sesión de Bikram, ansioso por lograr posturas acrobáticas deslumbrantes?

Sin embargo, esta ignorancia hacia el samadhi se convierte en un obstáculo para su práctica espiritual. La verdadera meta del yoga -el yoga en su forma más pura- trasciende la mera actividad física y se dirige a un estado de supraconsciencia que muchos buscadores espirituales serios anhelan. Este estado ofrece percepciones transformadoras que van más allá del pensamiento binario que tanto limita nuestra comprensión.

El objetivo último de cualquier yogui es el samadhi. La práctica yóguica no se reduce a un método físico, sino que invita al aspirante a escalar las alturas de la conciencia y unirse a la vasta red del Gran Aliento. Es un viaje hacia la unión con lo divino.

El samadhi puede manifestarse de forma temporal o permanente. Cuando se alcanza el estado permanente, se experimenta una liberación definitiva. Es necesario entender que quien llega a este estado se convierte en un liberado-viviente, consciente de su conexión con el cosmos, mientras atiende las necesidades de su psicosoma. Vive en este mundo, pero su conciencia se eleva más allá de él, operando desde una perspectiva no condicionada por el ego.

Esta transformación concede una visión intuitiva extraordinaria, mucho más efectiva que la visión condicionada por la mente y el ego. El samadhi abre una ventana hacia el universo. Quienes lo alcanzan se conectan con su ser esencial, más allá de las identidades y máscaras que suelen usar, permitiéndoles experimentar su propia esencia pura.

El samadhi es, en esencia, la verdadera luz de la conciencia, una vivencia que nos lleva a descubrir nuestra más alta verdad. Al ser difícil de expresar con palabras, ahonda en la experiencia personal de cada practicante. Con lo que nos enseñan los más grandes yoguis, el samadhi es la experiencia más completa, destinada a aquellos que buscan reconectarse con lo mejor de sí mismos.

Ramiro Calle

Director del Centro de Yoga Shadak y escritor

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