Las plantas del solsticio de verano

En este tiempo del Solsticio de Verano es donde hay más tradiciones en relación a la magia de las Plantas. No en vano es en este momento del año cuando la luminosidad es mayor y cuando es el tiempo de recogida de la mayoría de las plantas medicinales. Los días son los más largos del año, las plantas absorven esta luz solar, que se materializa en una mayor riqueza en principios activos y por tanto mayores efectos curativos.

Muchas de estas plantas se arrojaban a la tradicional hoguera de San Juan encendida al ponerse el sol, realizando en torno a ella diferentes celebraciones que duraban toda la noche, con la intención de que el fuego solar siguiera en la oscuridad hasta que volviera a iluminar con su luz al amanecer. Alegría, renovación, purificación y exaltación de las fuerzas solares están en la base de estos ritos, fiestas y ceremonias en torno a la Noche de San Juan.

Paso a enumerar algunas de las plantas utilizadas en esta fechas tan especiales especialmente en relación a leyendas y tradiciones mágicas en torno a ellas.

La Verbena y el amor

La pequeña planta de la verbena florece en este tiempo también y sus pequeñas flores blanco rosadas parecen estar suspendidas como las estrellas lo están en el espacio.

La tradición en torno a esta planta nos habla de que en la noche de San Juan la gente de los pueblos iba en busca de esta pequeña planta, ya que recogida en esta noche tenía cualidades especiales que se manifestaban al tocar con ella a la persona de la que se deseaba ser correspondido en el amor. Y es por esta antigua tradición en la que la gente se iba a buscar la verbena al caer la luz del sol en medio de alegría y expectantes ilusiones amorosas, por lo que se llama verbena a las fiestas populares de las noches de verano.

 Verbena officinalis  

La Artemisa fertilizadora

La Artemisia officinales es una planta relacionada con la fertilidad femenina. De hecho hay un dicho que nos dice lo siguiente: “Si las mujeres conocieran la virtud de la artemisa la llevarían siempre prendida debajo de la camisa”, y es que esta planta pone en armonía a la mujer con sus ciclos menstruales debido a sus virtudes emenagogas.

La tradición cuenta que cuando se adquiría un campo de cultivo se colgaba un ramo de esta planta bajo un roble en la noche de San Juán para proporcionar fertilidad a esta tierras, sus plantas y sus animales.

El ramo de san Juan

Un ramo de siete plantas recogidas en la noche de San Juan se ponía en la entrada de la casa, en la ventana o en algún otro lugar como protector del hogar. El ramo contenía plantas como el hipérico, la verbena, el sauco, la milenrama, la artemisa, el rusco y la salvia. La elección de estas plantas no es casual, ya que todas ellas están en relación con la renovación y la limpieza del organismo, propiedades que están en consonancia con la finalidad primordial de esta noche mágica de purificación.

El hipérico sanador

La hierba primordial de este momento especial del año es la hierba de San Juan o Hipérico, ya que florece por estas fechas. Recogida en este momento cuando sus flores están en expansión y contiene su máxima concentración en principios activos y cualidades sanadoras. El tradicional aceite de Hipérico, ya se elaboraba en el siglo I cuando Dioscorides nos relataba cómo lo preparaban las gentes de estas tierras, macerando las sumidades floridas en aceite de oliva y manteniéndolo al sereno, bajo la influencia de la actividad solar y lunar durante cuarenta días. Tras ello se transformaba su color en rojo sangre debido al pigmento que contiene llamado hipericina.

Los petalos de rosa

Las flores de la rosa silvestre también se recogían en este día de San Juan y por la noche se dejaban macerando en agua de lluvia o de manantial, manteniéndolas toda la noche al sereno. Por el día se utilizaban para impregnar la piel de la cara, manos y cuerpo, ya que así comunicaba la rosa su armonía sanadora a todo el organismo.

La cruz de saúco

El sauco también florece por estas fechas. Sus flores blancas llenan de belleza a este arbolito y expanden su inigual y peculiar aroma refrescante. Siempre se ha asociado a este arbol cualidades protectoras en general, y especialmente frente a rayos y tormentas, por lo que se solía poner cerca de casas y ermitas.
Con dos ramas de este arbol se formaba una cruz que se ataba con cordel y se ponía en la entrada de las casas o sobre el cabecero de la cama como amuleto protector.

Las varas de poder

O varas mágicas se preparaban también en tiempo de San Juan. Se elaboraban sobre todo con ramas de avellano. Las ramas de este arbol se han utilizado desde la antigüedad para encontrar agua por los zahories, debido a las cualidades especiales que tiene su madera para detectar la humedad bajo la tierra, propiedad llamada piezoeléctrica debido a la cual puede captar señales eléctricas y sería como una especie de conductor en contacto con las manos, actuando como un amplificador de la intención de su poseedor. También se utilizaba ramas de sauco y de fresno. Debían ser ramas derechas y sin nudos, que se solían cortar a medida del brazo de su dueño, con la distancia entre el codo y el dedo corazón. Tras cortarlas se pasaban por la hoguera de la noche de San Juan para su purificación y después se personalizaban con piedras o grabados.

 

Palmira Pozuelo

Farmacéutica Naturista
www.palmirapozuelo.com