¿Qué es Yoga?

Yoga significa unión: mente, cuerpo y espíritu recuperan su unidad esencial con lo divino. Pero si hay otro concepto que defina la esencia del yoga es el equilibrio. El yoga trae equilibrio a nuestras vidas, que es el estado necesario para que el cuerpo físico y los cuerpos sutiles que identifica la anatomía yóguica estén libres de bloqueos, enfermedades y funcionen a sus máximas capacidades. Ese equilibrio es también lo que buscamos para sentirnos con energía vital pero con serenidad mental, conectados con nuestro ser físico y trascendente.

Se originó en la India hace más de 5000 años, como una ciencia de la vida para conservar la salud física, lograr la ecuanimidad mental y emocional y responder a preguntas filosóficas universales como la verdad sobre la existencia y el universo, el origen del sufrimiento y la manera de alcanzar la felicidad como un estado interior. Durante siglos se ha implementado como un sistema psicológico, médico y espiritual.

Llamamos «yoga» a las prácticas, entre las que se encuentran posturas (asanas), meditación, respiración (pranayama), kriyas (limpiezas), mudras (sellos energéticos), kirtan (cantos), mantras, rituales. Pero el yoga, como medicina holística que induce los procesos naturales de sanación y salud de la anatomía física y espiritual, como sistema psicológico y filosófico, que busca el bienestar, la paz interior, la expansión de los límites, implica todo un estilo de vida que involucra la observancia de pautas éticas, principios de vida y regímenes de alimentación. Por eso se dice que el yoga es una disciplina.

Pero el yoga es tanto un camino como un fin. Pues esta disciplina busca precisamente el yoga: la reunificación con nuestro ser trascendente. Es lo que en algunas tradiciones se define como iluninación o moksha, es la superación de nuestra limitada identidad individual y la unión con la sabiduría, la inmortalidad y la dicha de la conciencia universal.
Una de las prácticas centrales del yoga, tal como es practicado en la actualidad son las, asanas o posturas en Occidente conocido como el yoga clasico o Hatha Yoga, dicho tipo de yoga es el más difundido en el mundo, al punto en el que la palabra «yoga» se utiliza como sinónimo del hatha yoga, las posturas son el elemento al que más preponderancia se le da en la actualidad. Por lo tanto, la palabra «yoga» se utiliza hoy de una forma imprecisa para denominar diferentes estilos de yoga de posturas. No podríamos tampoco clasificarlos todos como hatha yoga, pero por lo general combinan técnicas y principios de éste.

A este respecto es importante hacer dos aclaraciones. Por una parte, que el yoga es mucho mas que la práctica de asanas y que este ha sido practicado tradicionalmente como un sistema más amplio de realización espiritual; siendo las posturas quizás de menor importancia con respecto a otras formas de yoga.
Por otra parte, incluso el hatha yoga, el yoga de las asanas por excelencia, es más que únicamente posturas: tradicionalmente incluye también pranayama (los ejercicios de respiración y la respiración consciente y meditativa, para controlar la mente, oxigenar las células y potenciar siempre el flujo del prana o energía vital), las técnicas de limpieza del cuerpo (ya que el yoga busca purificación de cuerpo para facilitar el desarrollo espiritual y va de la mano de una ciencia de la salud que hace énfasis en la eliminación de toxinas como requisito para la prevención de enfermedades), bhandas, mudras.

Hay quien lo asume como una manera de trabajar el cuerpo y quien lo practica para trascender el mismo; quien lo sigue como una disciplina rigurosa y ascética y quien lo vive como una vía expansiva hacia el amor y alegría; hay quien llega a él para tratar dolores físicos y quien ha descubierto un maravilloso camino hacia la conciencia y el despertar espiritual.
Podría decirse que el yoga es todo lo anterior y mucho más, que tiene tal variedad de escuelas e interpretaciones que cualquier espacio para hablar de él resulta limitado, y que conlleva tan profundos beneficios, que sólo se puede conocer realmente a través de la experiencia.
Todos llevan al mismo camino. Son diferentes y complementarios métodos para un mismo fin: la evolución del ser.
El yoga es apropiado para todos, no importa la edad, o el estado físico. Es independiente de las creencias de cada cual, porque no un dogma o una religión, si bien tiene elementos comunes con algunas tradiciones religiosas. Podría decirse entonces que es un sistema psicológico, filosófico y científico. El yoga nos ayuda a enfocarnos, a fortalecer la capacidad de goce y la fuerza de voluntad, a regular los procesos metabólicos, a aumentar la agilidad y la elasticidad, a desintoxicar el cuerpo, a revitalizar cada órgano, a estar siempre jóvenes. La salud está en nuestras manos, así como la dicha, el gozo y el crecimiento espiritual

¿Qué queremos decir cuando hablamos de yoga terapéutico?

El Yoga terapéutico, es aquél que se usa para mejorar la salud a nivel físico, mental, emocional y energético.
Es un yoga sencillo que por definición debe estar al alcance de todas las personas, con opciones para que cada cual haga lo que mas le convenga en función de su estado y de sus capacidades.
Con una práctica constante se pueden llegar a prevenir o combatir distintos tipos de afecciones del cuerpo y/o la mente. Para que el Yoga sea realmente terapéutico hay que trabajar el autoconocimiento del ser, esto es lo que distingue a un yogui de un contorsionista o un gimnasta.

Las asanas ayudan a tomar conciencia del propio cuerpo y de ellas se obtienen los siguiente beneficios fundamentales:

  1. Masaje sobre vísceras y órganos
  2. Estimulación del sistema nervioso vegetativo.
  3. En un estadio superior, la inmovilidad de las posturas nos permitirá acceder al calma de la mente , «a la cesación de los movimientos del pensamiento»

Si vemos las posturas de flexión lateral de la columna se da un masaje por presión sobre el hígado (lado derecho) y sobre el bazo y el páncreas(lado izquierdo).
El masaje sobre estas vísceras hacen que estas se vacíen de sangre, luego, al deshacer la posturas estas mismas vísceras se llenan de sangre renovada, cumpliéndose una función de limpieza y drenaje.

La estimulación del sistema nervioso vegetativo y parasimpático, favorece el estado de relajación, esto es muy importante porque en la vida cotidiana funcionamos con el sistema simpático a base de adrenalina, regulando el parasimpático logramos regular la frecuencia cardíaca la presión arterial, mejoramos el funcionamiento del aparato digestivo, la función respiratoria y la secreción de las glándulas endocrinas.

La toma de conciencia es indispensable para la disolución de bloqueos energéticos que están ligados a los bloqueos emocionales, la energía corporal se hace más fluída, superándose de esta forma los conflictos a nivel emocional mediante un aprendizaje con el cuerpo.

Por estas razones el Yoga terapéutico es el mejor tratamiento para el estrés, la depresión, los dolores de espalda, el insomnio y el aparato circulatorio.

Cuando nos damos cuenta que nuestro equilibrio vital se ha descompensado es cuando el Yoga terapéutico aparece como una herramienta indispensable para el alineamiento de nuestro cuerpo y mente.

En el Yoga terapéutico se usan herramientas de la psicología, de forma tal que se pueda lograr una introspección que permita afrontar las causas de los trastornos físico -mentales, es importante también el trabajo en grupo que permite el feedback necesario para acelerar los procesos, aunque depende de los casos el trabajo del profesor puede ser personalizado.
Se trata entonces de enseñar a los alumnos a liberarse de sus propios esquemas mentales inconscientes que los condicionan y oprimen. Este proceso podemos decir que se divide en tres fases, conocer, aceptar e integrar, empleando distintas técnicas como las asanas, pranayamas, la relajación y la meditación. En este proceso es importante que el profesor de Yoga sea un amigo en el camino, capaz de facilitar a sus alumnos la vivencia de sus procesos y posterior integración de conductas saludables. Dentro del Yoga siempre el límite es el dolor, nunca debe forzarse porque en el dolor el cuerpo nos está diciendo ¡hasta aquí!

Poniendo un ejemplo una de las grandes enfermedades de nuestros tiempos la ansiedad.
Con Yoga Terapéutico podriamos tratar comenzando con cuadros secundarios (ej: contracturas,depresión, etc) derivan de un cuadro primario de ansiedad. Para superar este cuadro primario debemos atravesar una fase educacional, la práctica de asanas de gran poder ansiolítico, el trabajo sobre la respiración diafragmática profunda, la relajación consciente y la meditación. No podemos operar sobre la mente si no abordamos primero la fase fisiológica. Finalmente el profesor debe hacerle conocer al alumno como se producen los desequilibrios y como se mantienen pues reconocer los efectos es el primer paso hacia la sanación.

EL YOGA TERAPÉUTICO ES APLICAR EL CONOCIMIENTO QUE NOS BRINDA EL YOGA CON UN OBJETIVO TERAPÉUTICO DERETEMINADO, ADAPTANDO LAS TECNICAS PARA CADA CASO CONCRETO, AYUDANDO EN LA PREVENCION Y TRATAMIENTO DE CUALQUIER DESEQUILIBRIO DEL SER.

YOGA TERAPÉUTICO EN LA DISCAPACIDAD.-

Los problemas psíquicos o físicos no pueden impedir que se inicie o continúe la práctica de yoga. El yoga es tan personal que todo el mundo lo puede adaptar a su condición ya sea desde una silla, desde alguna limitación de movimiento o psicomotriz. El yoga es mucho más que una práctica física, comporta una actitud de vida, independiente de las condiciones físicas o psíquicas, las técnicas variadas que nos enseña pueden ayudar enormemente a convivir con las dificultades que nos vamos encontrando, las que nos llegan de repente y las que van viniendo de manera gradual y casi imperceptible.
Más allá de lo que nos puede dar el yoga a niveles sutiles, a nivel físico nos proporciona una gran higiene postural, mejora la circulación de la sangre, la digestión, la respiración y la posición interna de los órganos. La idea principal es que nos invita a mover la columna en las cinco direcciones, flexibilizando-la, estirándola, haciéndola rotar, fortaleciendo el eje central de nuestro cuerpo, el nadi Shushumna que tiene la fuerza para normalizar y equilibrar.
Afortunadamente los principios del yoga son más importantes que la forma concreta que adoptamos en cada asana y estos son iguales para todos.
Para la práctica física personal de las asanas desde una limitación, sólo hay que aprender a adoptar las posturas posibles, a buscar las variaciones o las alternativas a determinados movimientos que nuestra limitación no nos permite hacer, olvidando cómo debería ser el movimiento y la alineación del asana, sólo estando completamente presentes, utilizando bloques o cualquier ayuda, centrándonos en la respiración y en la coordinación de ésta con la postura y o visualizándola si por motivos puramente mecánicos no nos es posible hacerla y no tenemos ninguna alternativa.
Profundizar en la conexión entre mente, cuerpo y espíritu: unión -yoga-, es más que una estrategia personal de salud, es un cambio en la conciencia práctica que puede transformar el mundo.
A menudo tendemos a pensar en la discapacidad como en una limitación, que lo es, pero salvo en casos de discapacidad extrema, no será una incapacidad para hacer y para vivir la vida de acuerdo con la forma que tenemos de entenderla. Quizá sufrimos limitaciones físicas pero la discapacidad a menudo es una cuestión mental.
Yoga nos hace ser más conscientes de nuestro cuerpo, nuestra «discapacidad» se integra más a nuestro cuerpo. Así como cada mañana al poner el pie en el suelo siento que me falta algo, la práctica del yoga elimina este obstáculo y ya no me falta nada. La plenitud que conlleva el yoga comprende todo lo que hago: los flujos de mi práctica, el tiempo que tomo para integrar y perfeccionar la sensación de mi existencia, el hecho de tomar conciencia del por qué y del cómo lo hago, es un todo.
Nuestra practica regular de Yoga nos lleva al estado de Santosha, el segundo Niyama, el contento con uno mismo, que nos insta a aceptar nuestra condición y también a no buscar la felicidad en el exterior, porque sin paz interior tenemos un vacío que nada externo puede llenar. A veces, las limitaciones fruto del descontento interno, de la búsqueda de algo que pueda llenar el vacío, son más limitadoras e incapacitantes que una discapacidad psíquica o física.