Las Cuevas de Ellora: Templos de un Pasado que Aún Resuena en el Presente

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2,6 minutos de lecturaActualizado: 09/02/2025Publicado: 09/02/2025Categorías: PATCHWORKEtiquetas: , , , , ,

Un Vínculo entre Tierra y Espiritualidad

Las Cuevas de Ellora son una de las mayores maravillas que atesora India. No es de extrañar que hayan sido declaradas Patrimonio de la Humanidad. Como tampoco lo es que se encuentren en el estado de Maharashtra, pues en remotas épocas geológicas, un volcán de la región se pasaba siglos vomitando lava. Todo el Deccan, la gran meseta que se extiende por buena parte del estado, está cubierta de basalto, una piedra blanda y consistente que se deja labrar con facilidad.

Las cuevas de Ellora nunca estuvieron perdidas ni olvidadas. Su existencia siempre fue conocida y ya se mencionaban en inscripciones de la época Rashtrakuta y en distintos relatos de viajeros árabes y europeos. Aunque carecen de la antigüedad y los extraordinarios frescos de otras cuevas, la calidad y el refinamiento de sus estructuras y esculturas creo que las superan con creces.

Un Viaje en el Tiempos y Espacios Sagrados

Las 34 cuevas de Ellora se excavaron en la falda occidental del monte Chandamari, a unos veinticinco kilómetros de Aurangabad. Lo más extraordinario es que, si bien las cuevas de cada denominación están agrupadas entre sí, los períodos en que se excavaron se solapan en el tiempo. Así, el grupo de cuevas budistas, las más antiguas, numeradas del 1 al 12 y ubicadas en la parte meridional, fueron construidas entre los años 550 a 750. En el centro se encuentran las hindúes, numeradas 13 a 29, que florecieron del 600 al 875, siendo las jainistas, numeradas 30 a 34, construidas entre los años 800 al 1000.

Sentir la Energía Espiritual

Las Cuevas de Ellora siguen siendo, mil quinientos años después de su construcción, un lugar de poder que imanta a peregrinos de distintas religiones. Allí, coinciden los kimonos grises de los circunspectos monjes budistas con la vibrante vida de visitantes. Ellora no solo destaca por sus fantásticos espacios a diferentes alturas, sino por la inacabable colección de esculturas y frisos de gran calidad que adornan todas las paredes de los templos.

Un Legado de Arte y Cultura

Con las 5 cuevas jainistas comenzó el declive de esta forma de arte en piedra. La cueva 30, conocida como Chota Kailasa, es una replica en miniatura del auténtico Kailasa. Aunque su altura y ubicación son distintivas, la falta de un podio de soporte menoscaba su apariencia, y sus proporciones y simetría dejan mucho que desear en comparación con el vecino templo hindú.

Un Encuentro entre Devoción y Curiosidad

El conjunto de Ellora tiene otros valores que superan los aspectos meramente estéticos o artísticos. Por eso, está siempre lleno a rebosar de esa amalgama de visitantes, híbrida de devotos y curiosos, tan característica de los centros espirituales. Quizá por esto, el Departamento de Turismo de Maharashtra organiza todos los años, en diciembre, el gran Ellora Festival de Danza y Música Clásica, que tiene lugar en la campa que hay frente a las cuevas.

Francisco López-Seivane

[email protected]
 

Autor del libro: Lugares Sagrados el Hombre ante el Misterio, Alianza Editorial

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