¿Se imaginan que sus hijos nunca tengan que pasar por un dolor de muelas, una extracción o por una mala experiencia en el dentista? La higiene dental y los hábitos nutricionales adecuados destierran el viejo mito de que cada embarazo cuesta un diente.

Actualmente todas las sociedades científicas recomiendan la primera visita al odontopediatra antes de que el bebé cumpla el año. De esta forma, los padres reciben una información adecuada y en los niños se puede analizar y evaluar los factores de riesgo a desarrollar caries, alteraciones oclusales y asimetrías antes de que éstas se desarrollen. Estamos hablando de unas visitas mínimamente invasivas, indoloras, rápidas, sencillas y económicas, por lo que el niño además, se va acostumbrando rápidamente a ellas y no las asocia a experiencias traumatizantes.

No obstante recordando que todos los dientes de leche, comienzan a formarse a partir de la quinta semana del embarazo y que según estudios científicos durante la gestación la mujer tiene mayor riesgo de padecer caries, gingivitis y enfermedad periodontal, y que la presencia de estas enfermedades gingivales tiene relación directa con partos prematuros y bajo peso del bebe al nacer; ya que vas a compartir estos nueve intensos meses con tu hijo, sería interesante que aprovecharais y acudierais los dos juntos en esa época al dentista.

En la vida de una mujer los mayores cambios fisiológicos y hormonales ocurren durante el embarazo. Las encías aumentan de tamaño como consecuencia de los cambios hormonales que afectan a los vasos sanguíneos que alimentan a las mucosas (el útero se esta preparando para acomodar a tu hijo), produciéndose una hipertrofia de estas lo que conlleva a una mayor facilidad para la retención de placa bacteriana difícilmente eliminable, la cual si no se trata puede degenerar en enfermedad periodontal y convertirse en un foco infeccioso a distancia para tu hijo. En un pequeño porcentaje de embarazadas se observa un aumento localizado de la encía que recibe el nombre de granuloma o épulis del embarazo el cual revertirá espontáneamente.

Así mismo, la saliva como procedimiento defensivo aumenta su acidez con lo que es más desmineralizante con el esmalte de los dientes. Este aumento de acidez salivar se ve potenciado por la mayor frecuencia de nauseas y reflujo gástrico. Así mismo, las embarazadas cambian sus hábitos alimentarios tanto en cantidad como en el número de tomas a expensas de hidratos de carbono debido a una mayor necesidad de aporte energético. Estos azúcares van a ser la base de la desmineralización dental junto con las bacterias.

Las necesidades plásticas de tu bebe hacen fundamental una alimentación equilibrada que debe incluir en su dieta fuentes de proteínas, vitaminas C y D, calcio y fósforo, evitando en lo posible los «cinco blancos» (azúcar, harina y sal refinadas, leche de vaca y arroz blanco) y el consumo de dulces, zumos industriales, bollería y refrescos, especialmente entre comidas. Posteriormente la leche materna le proporcionará los nutrientes esenciales durante sus primeros meses.

No existe ningún inconveniente en realizar tratamientos dentales durante el embarazo, ya que la anestesia se puede utilizar en mujeres embarazadas con total seguridad. En las radiografías la cantidad de radiación es muy pequeña, se utilizan delantales de plomo y no se dirige hacia al abdomen.

Cuando estés planeando un embarazo o cuando sepas que estás embarazada, visita a tu dentista para que te realice un examen bucal; la prevención es la mejor manera de evitar estas intervenciones. A partir de este momento basta con mantener una buena higiene bucal, acudir a revisión a tu dentista cada tres meses mientras dure tu embarazo y seguir unas sencillas reglas.•

¿Tienes alguna duda en relación a la boca? ¿Hay algún término que no comprendes? Si necesitas que te hablen claro…

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Dr. D. Miguel Angel Recatero

Especialista en Homeospagyria Colg nº 28082

estomatologiaholistica@hotmail.com

(Referencia: Consulta Espacio Humano)