Cuando nacimos nos tocó una extraña lotería. La lotería de vivir en este planeta. La vida es una oportunidad para disfrutar, aprender y ser, lo que podemos llegar a ser.

Podemos vivir bien la vida y convertirnos en “artistas del buen vivir”.
“No estamos aquí para sufrir, para trabajar como esclavos y así poder rodearnos de objetos absurdos, no estamos aquí para repetir, día tras día, los mismos comportamientos torpes, los mismos hábitos nocivos, las mismas acciones inútiles…” (Marcella Danon).

Con nuestras decisiones vamos creando los resultados de nuestra vida. Podemos crear vidas dramáticas, aburridas, insulsas…o podemos crear vidas dichosas y plenas.

Es cierto que no siempre podemos hacer lo que queremos, pero la habilidad del artista es también esa, a pesar de los límites impuestos por la materia prima de su arte, música, roca, madera, palabra…la vida misma y, a pesar de los obstáculos, o a veces gracias a ellos, encontrar combinaciones siempre nuevas hacia el buen vivir, que no está ligado al “qué, sino al “cómo”.

Nos encontramos inmersos en un momento histórico de vértigo y a la vez fascinante en el que podemos reconsiderar el modelo de felicidad que nos ha ofrecido nuestra cultura patriarcal. ¿Es adecuado el modelo de “buen vivir” que nos han trasmitido o existirían otros modelos de mayor calidad?

Nuestra sociedad nos alienta hacia una vida cómoda, segura, abundante en bienes materiales y prestigio social. Nos han orientado hacia adquirir poder, dominar la naturaleza, adquirir ventajas y hegemonía sobre “los otros”. Nos han transmitido que vivir bien es una cuestión individual. Se nos ha dicho: pelea y compite para ganar dinero, ocupa puestos de poder, busca el confort, rodéate de signos de importancia personal… y así serás feliz.

No se nos ha dicho: descubre quien eres, date cuenta de lo que sientes, de lo que te gusta hacer y sabes hacer bien, acepta y honra tu cuerpo, expresa tu naturaleza en el mundo, da tus frutos, aporta algo útil a tu comunidad, colabora, cuida la vida, abre tu corazón, contempla, busca la armonía…

Cada vez se alzan más voces que cuestionan el sistema neoliberal porque su modelo de “buen vivir” resulta pobre en alicientes vitales y se hacen visibles los altos costos que conlleva: estrés (la enfermedad endémica de nuestra cultura), desequilibrio en el reparto de los recursos, alienación y falta de sentido vital, sufrimiento social, destrucción de la naturaleza… Nos toca aprender deprisa y elegir bien para revertir un desequilibrio que nos convierte en un cáncer devorador en la biosfera.

Queremos replantearnos nuestro modelo vida, preguntarnos cómo queremos vivir y qué nos produce mayor plenitud. Y la sociedad ya está reflexionando.

Claro que existen otros modelos:
La arqueóloga Marija Gimbutas realizó estudios en el sudeste europeo y descubrió las Culturas de la Celebración de la vida de los primeros indígenas europeos, sociedades neolíticas (de 7000 al 4000 a. d. C) que adoraban la energía femenina de la diosa y eran pacíficas, prósperas, igualitarias y disfrutadoras de la vida.

Bolivia y Ecuador han recogido en su Constitución el compromiso nacional con el Buen Vivir, que integra la visión indígena de sus ancestros, en el que se incluye un modelo de vida justo, sostenible, basado en el equilibrio con la madre tierra, prosperidad para todos, desarrollo espiritual y buen gobierno.

En Bután (entre India y China) han convertido la Felicidad en el objetivo nacional. Su monarca estaba convencido de que, lo más importante que puede hacer un gobernante por su pueblo, es procurar su felicidad. Han inventado el término Felicidad Interior Bruta y realizan mediciones científicas cada año sobre el estado de la felicidad en el país.

El 15M dio la alarma sobre el sistema económico: ¿El neoliberalismo es el mejor sistema político para el “buen vivir”?, y lanzó a la sociedad preguntas importantes: la democracia que tenemos ¿es verdaderamente participativa?, el ocultismo y la opacidad ¿ayudan al buen gobierno?

También existen miles de microrevoluciones en las grietas que van generando un sustrato favorable para un cambio de paradigma…
Cada uno tiene que contribuir a este debate y acción desde su ámbito personal y profesional. Nosotros somos Psicólogos y Ecopsicólogos y creemos que “vivir bien” es acercarnos a la armonía con uno mismo, con los semejantes y con la naturaleza. El “buen vivir” o la felicidad es una aspiración de todos los organismos vivos.

A los sapiens nos toca aprender a utilizar armónicamente nuestros recursos biológicos. Podemos elegir y podemos aprender. Ese es nuestro poder y nuestra oportunidad. Si lo hacemos bien nos convertiremos en “artistas del buen vivir”, más libres, más seguros, más amorosos y más sabios.

Nos gustaría participar en este debate de ¿Qué es el Buen Vivir? y ¿Qué nos acerca más a ello? ¿Qué pasaría si tomáramos la brújula que está dentro de nosotros y nos orientáramos hacía la estrella polar de la felicidad?

Creemos que es un reto individual y cultural de nuestra especie y cuando se extienda, este debate cambiará el mundo.
Que el “buen vivir” se convierta en la “estrella polar” de nuestra travesía.

Equipo Kiluz
Escuela de Ecopsicología de España
La Lobera de Gredos
www.laloberadegredos.com